Selección: Analía Capdevila. Prólogo y notas: Ana Silvia Galán
Alfaguara. 522 páginas. Edición 2010. Precio aproximado: 70 pesos
Arlt (1900-1942), uno de los pocos escritores fundamentales, pertenece a una estirpe misteriosa: la de los feos hermosos, es decir, los artífices de una literatura claramente defectuosa pero de gran eficacia. Exornan la colosal obra arltiana descripciones abominables, expresiones que de tan atroces parecen imposibles, pasajes colmados de cursilería y patetismo, de palabras altisonantes y de modernismo bobo, y una psicología de pacotilla. No hay párrafo, casi, que no pida a gritos ser corregido. Fue, por así decirlo, el perfecto antiborges. Si hoy alguien escribiera tan mal, la crítica honesta y los blogs lo harían picadillo. Sin embargo, la lectura de sus poderosas novelas, de sus penetrantes artículos y de alguno de sus extraordinarios cuentos provoca, incluso ahora, un placer intenso. Es posible que el secreto de su gracia radique, justamente, en ese vaivén continuo entre genialidad y torpeza conmovedora.
Un sello editorial publicó un volumen-homenaje, ideal para quien no conoce o conoce poco al insigne porteño. Descuartizaron las cuatro novelas arltianas, pero quizás la salvajada se justifique al encender en alguna alma sensible el deseo imperioso de leer entero El juguete rabioso o Los siete locos. Se incluyeron también textos autobiográficos, ocho cuentos, más de veinte aguafuertes, y la comedia dramática Saverio cruel. El prólogo y las notas son inteligentes. Es decir, el platillo está bien servido.
Reencontrarse o descubrir algunos personajes tremendos, como el Astrólogo o el Negro Cipriano, resulta una experiencia gratísima. Arlt es, sin duda, nuestro Dostoievski. Una forma de energía en estado puro, o -mejor aún- un mundo con sus propias leyes, tan imperfecto como encantador. Su afán desmesurado por retratar al hombre humillado, en el colmo de la degradación, o por presentar "las verdades sagradas a la gente que no tiene fe", superan con creces a un estilo de morondanga, como diría él.
Guillermo Belcore
Este comentario aparece en el suplemento de Cultura del diario La Prensa.
Calificación: Muy bueno
PD: La espléndida imagen de la tapa del libro es del artista Eduardo Iglesias Brickles
Querido Asterión:
ResponderEliminarHace un mes leí este libro, que devoré en un par de semanas. Escribí algunas reflexiones y tardé en hacer algo con ellas. Este es el resultado.
Me gustaría saber su opinión, más considerando que coincidimos en encuentrar el estilo de Arlt bastante pobre, aunque discentimos en que resulta "encantador".
Disculpe el abuso de este espacio.
Saludos,
Joaquín