Alfaguara. Novela policial. Edición 2007. Precio: 45 pesos
Se ha dicho que los mejores escritores ingleses son irlandeses. Shaw, Burke, Wilde, Swift, Joyce y Beckett refulgen en la cantera celta. Agréguese a la lista a John Banville. Es el mejor estilista actual, dictaminó George Steiner, ese gran crítico a quien tanto nos gustaría parecernos. Con el seudónimo de Benjamin Black, Banville ha decidido imitar a Simenon.
La novela policial transcurre en la Dublín de mediados de los cincuenta. El patólogo Quirke, un hombre íntegro pero lastrado por el alcohol y un secreto familiar, encuentra a su hermanastro en la morgue adulterando el certificado de defunción de una pobre chica. Nuestro héroe se empecina en buscar la verdad y tropieza con una conjura que involucra a los pilares de la sociedad, a la Santa Iglesia y a sus parientes. Dos matones de pacotilla lo muelen a golpes. Asesinan a inocentes. Los tentáculos se extienden a la próspera Bostón. El rencoroso nacionalismo católico conspira entre las sombras.
Entre otras virtudes, el libro sorprende por la definición y el acabado de los personajes. Da la impresión de que Grahan Greene se ha apareado con Raymond Chandler. Quirke, un oso bonachón rodeado de lobos rabiosos, es todo lo contrario de un Sherlock Holmes. La excelencia de la técnica narrativa nunca rebaja la intensidad de la trama. Hay capítulos que causan escalofríos. Hay un delicado procedimiento para introducir el supenso y para hacer correr el tiempo
dejando caer una frase como quien no quiere la cosa.
Ha explicado Banville que la novela provino de un guion que la televisión le había encargado. El arte es misterioso. Aun la literatura por encargo en el desprestigiado subgénero del thriller puede generar una obra maestra.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa y La Capital de Mar del Plata.
CALIFICACIÓN: Muy bueno
PD: Uno de los mejores libros de 2007. Si lees inglés podes encontrar una buena reseña en
www.nytimes.com/2007/03/01/books/01masl.html?_r=1&ref=books
(acá también "Jonathan", jajaja)
ResponderEliminarel libro me resultó excelente. esas descripciones de los climas, los personajes. y el ritmo! un descubrimiento, Banville.
y pensaba en eso del "desprestigiado subgénero". pasa lo mismo con la ciencia ficción, no? pero cuando se escribe bien, se escribe bien, más allá de la excusa.
en fin, totalmente de acuerdo con su reseña
Estimadísima Gabrielaa:
ResponderEliminar¡Muchas Gracias! Le sugiero ahora disfrutar "El otro hombre de Laura", de Banville. Contiene un villano inolvidable.
¡Qué vergüenza! Publique mal el nombre de Black en dos diarios. Qué perspicacia la suya, señora. Los correctores, como generalmente pasa, no se dieron cuenta del persistente error.
Quién es Jonathan Black, me he estado preguntando. Internet me permitió recordar que es un autor de best seller olvidables, pero que he leído cuando adolescente. Eran libros de mi querida madre. Recuerdo entre brumas haber leído "Petroleo" y "La casa de la colina". Recuerdo la gran cantidad de escenas sexuales y las denuncias de corrupción. En fin, creo que me Jonathan Black me resultó entretenido. ¡Qué fuerza la de ese nombre que se me adhirió como un parásito a la memoria!
Un abrazo
G.B.