Tusquets. Ensayo de 532 páginas. Precio aproximado: 75 pesos. Edición 2004
Cegados por la ideología o la ignorancia, algunos ven en el 11-S un mero castigo a gran escala a Estados Unidos por su maldad y su torpeza imperial. Esta obra minuciosa propone -desde la más exquisita erudición- una explicación alternativa: la devastación del World Trade Center y el Pentagono ha sido el contraataque más devastador que se recuerde contra la modernidad laica. Que nadie se confunda. No se trata de un choque de civilizaciones. El fundamentalismo ha sido desde hace mucho tiempo una disputa interna entre miembros de una misma sociedad, ya sean cristianos (Estados Unidos), judíos (Israel) o musulmanes (Irán y Egipto). Una reacción desaforada, aunque entendible, para devolver prominencia a Dios y a la religión.
Karen Amstrong estudió en Oxford, vistió hábitos sagrados, y es ahora una ensayista respetada y maestra de rabinos. A los 50 años hilvanó varios best seller. Los orígenes del fundamentalismo es un libro profético, había entrado a la imprenta en 2000. El prólogo de la edición en español lo actualizó en 2004. Allí se nos advierte que Bin Laden no representa nada nuevo: es la respuesta paranoica de siempre a los trastornos de la modernización.
Este denso y excelente trabajo abarca desde 1492 hasta fines del siglo XX. El hilo de oro es la disputa eterna entre logos y mythos en la conciencia y en la tribuna política. La autora intenta iluminar, ayudar a conocer y a entender al otro.
Armstrong advierte al estratega de Occidente: esa forma de religiosidad militante que denominamos fundamentalismo perdurará, nos guste o no. El racionalismo laico, es decir la cultura dominante, nunca podrá saciar todos nuestros anhelos. Pero que la pulsión espiritual sea intensa y eterna no absuelve a los fanáticos de su perversidad: ninguna doctrina religiosa es auténtica si no conduce a la compasión.
Guillermo Belcore
CALIFICACION: Bueno
Buscar ideas en "la razón" para enternder cualquier cosa del FUNDAMENTALISMO, incluso su relación con los demas....es tan INUTIL Y UTOPICO como querer meter al MAR DENTRO de un pequeño balde de plástico.
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