La Argentina, ese país impredecible, ha forzado a exiliarse a miles de sus hijos. En los últimos cincuenta años, el terrorismo de Estado y las convulsiones económicas obligaron a mucha gente a buscar horizontes más seguros o promisorios. Algunos debieron partir casi con lo puesto. Un mal sueño (la recurrente pesadilla de tener que huir de algo siniestro) me ha llevado a reflexionar sobre ese mal trago. Y una duda espantosa me asaltó: Si sólo hubiese espacio en mi maleta para diez libros, ¿cuáles me llevaría al extranjero? ¡Vaya pregunta!
El canon personal
Todos tenemos un puñado de obras imprescindibles, que adoramos por extrañas o lógicas razones. Regresamos a sus páginas, una y otra vez. Todo bookalcoholic que se precie ha construido, a veces sin meditar sobre ello, un canon personal. Harold Bloom destaca que una antigua prueba para saber si una obra es canónica sigue vigente: ¿exige una relectura? La analogía erótica es evidente, añade ese gran crítico. Personalmente, creo que no se trata de Eros (que, ¡ay!, no dura más de dos o tres años), sino de Philia o Agape. Es decir, aunque tenazmente persigo la “erótica de una obra” como sugería Susan Sontag, sostengo que la lectura apasionada es, sobre todo, un acto de amor. Venero casi todos los mil libros que atesoro en mi biblioteca (los que no me gustan los regalo), pero si me apuran me llevaría estos diez:
a Tres, seguro, serían libros de Jorge Luis Borges. Leer al mejor escritor en castellano de todos los tiempos es para mí una suerte de necesidad física. Me decanto por los tres tomitos Prosa completa que imprimió Bruguera-Libro Amigo-Emecé en España, allá por el lejano 1985. Han envejecido, alguna hoja amenaza con desprenderse, están prolijamente subrayados y un plástico algo sucio protege su apariencia (tengo la manía de forrar los libros con un material trasparente). Pero estoy seguro que me acompañarán hasta el fin de mis (o sus) días.
a El cuarto y el quinto son los dos tomos de Los mitos griegos de Robert Graves. Compré la séptima edición de bolsillo que Alianza publicó en 1992. Y no me canso de revivir la epopeya de los Argonautas o las tareas de Heracles. Me resulta fascinante la interpretación que un sagaz racionalista inglés hace de esas fantasías inspiradoras. Graves me reveló, entre tantos datos simpáticos, el origen de mi signo. Hace miles de años existía un troyano hermoso como el Sol que se llamaba Ganímedes. Era tan bello que Zeus, ese pillo indecente, se enamoró de él. Lo convirtió en su amante y le encargó que sirviera el agua con una jarra dorada en los banquetes olímpicos. Pero Hera, la esposa de Zeus, tramó una venganza. Ocultó una serpiente en el lecho de Ganímedes; el animalito obró según su naturaleza y el muchacho murió sin un suspiro. Zeus lo convirtió entonces en una constelación de estrellas para recordarlo eternamente. El joven que escancia el agua en el Olimpo, es decir, el Acuario.
a ¡Ya gasté la mitad del espacio disponible! No puedo olvidarme de ese ideal que me he fijado en el arte del comentario artístico. Me refiero a George Steiner, un erudito clásico, un virtuoso de la cita, el gran señor de la crítica. Tengo prácticamente todo lo que ha publicado en español. Elijo Lenguaje y silencio (Gedisa, primera edición en México, 1990). Es lo primero que leí de Steiner, arrobado. Es una sublime colección de ensayos. Desde Homero hasta Trotsky son indagados por una pasmosa erudición. ¡Y que bien escrito que está, por Dios!
a Los próximos tres libros en la maleta deben ser grandes novelas, la reina de la literatura. Bloom tiene razón. La buena novela condensa una forma de sabiduría que ningún ensayo jamás podrá igualar. Voy por esas escrituras que me han deslumbrado con su fulgor estético. Pero es inhumano obligarme a optar por tres solamente, entre tantos textos maravillosos que tengo al alcance de la mano. Con el corazón hecho un puño, guardo La montaña mágica de Thomas Mann y Lolita de Vladimir Nabokov. Arrojo una moneda al aire: sale cara es El gatopardo de Giusseppe Tomasi de Lampedusa; sale ceca, Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar. La moneda cae parada. Hago trampa y me llevó uno en la valija y el otro en el bolsillo del saco. Gimo al pensar en lo que deberé dejar en casa: Onetti y Levrero, Rushdie y Conrad, Vargas Llosa y Di Benedetto, De Lillo y Salinger, Schwob y Svevo, Murakami y Chandler, Eco y Rulfo, Stapledon y Lem, Marías y Pérez Reverte.
a El último texto en la valija es una obra espumosa, bufa y sorprendente, pero con una inesperada profundidad. Es novela de tesis, de denuncia, psicológica, costumbrista y qué sé yo cuántas etiquetas más. Lo leí entre carcajadas por primera vez, poco después del nacimiento de mi hijo. Es un libro ideal para regalar a un amigo, sea lector voraz o no. Me llevo La conjura de los necios de John Kennedy Toole, en la colección Compactos de Anagrama. Tengo para mí que Ignatius Reilly es el Don Quijote de nuestra época degradada.
Guillermo Belcore
UNA INVITACION
Navegante. Tu que frecuentas este puerto miserable o bien lo atraviesas por culpa del azar, detente un instante y escribe, por favor. Cuéntanos cuáles son los diez (o los cinco, o los tres) libros que te llevarías en tus alforjas si la mala fortuna te obliga a partir de improviso. No hace falta que expliques nada. Si lo prefieres, sólo menciónalos. Lo que sea importante para ti -querido o querida cófrade- también lo será para nosotros.
Enumero los que primero me vienen a la mente...lo cual quiere decir que los llevo de alguna manera en mi valija.
ResponderEliminar-Crimen y Castigo, Dostoievski
-Cómo ser buenos, de Nick Hornby
-Una mujer difícil, de J. Irving
-La tía Julia y el Escribidor, V. Llosa
-Feliz año nuevo, de Rubem Fonseca (o cualquier otro de cuentos de Fonseca)
-Carne picada, del Turco Asís
-Cien años de soledad, G. Márquez
-La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza.
-Los cuentos de John Cheever
-Las aguafuertes porteñas de Arlt..
Saludos.
Querido Fito:
ResponderEliminarComparto tus gustos, estimadísmo cófrade. De Irving me llevaría "Hasta que te encuentre". ¡Son mil páginas de pura narratividad, desbordante de sucesos! Aunque me parece que es algo pesado para meterlo en una valija. De Eduardo Mendoza elijo "Mauricio o las elecciones primarias". Y de Vargas Llosa, "La fiesta del chivo". Creo que es su obra maestra. Pero qué divertida es la que tú mencionas. ¡Cómo nos satirizan a los argentinos!
No leí "Cómo ser buenos". ¿De qué trata?
Muchas gracias por tu aporte
G.B.
1. El arco iris de gravedad. Thomas Pynchon
ResponderEliminar2. Criptonomicón. Neal Stephenson
3. El péndulo de Foucault. Umberto Eco
4. Ficciones. J.L. Borges
5. Fundación. Isaac Asimov
7. Corazón tan blanco. Javier Marías
8. El largo adiós. Chandler
9. Cosmos. Carl Sagan
10. Historia del tiempo. Stephen Hawking
Estimado Angel:
ResponderEliminar¡Qué buen gusto tiene usted! Y además me ha enseñado algo nuevo. No conocía el Criptonomicon. Fui al Google y me deslumbre con estos rótulos: "la biblia del criptógrafo" y "El Señor de los Anillos del cyberpunk". Esta noche, con más tiempo, voy a explorar el tema. Y ya lo he apuntado en la lista de libros que debería comprarme, aunque sospecho que debe ser carísima la publicación de lujo de Ediciones B, con sus buenas 864 páginas.
Si algo justifica blog como éste, me parece, es que nos permite aprender (y aprehender) gracias a cófrades como usted que acceden a compartir sus experiencias de lectura. Le estoy agradecido.
Un abrazo
G.B.
Sin numeros y omitiendo miles y miles, pero por nombrar 10 libros que, de memoria, me llevaría en una valija
ResponderEliminarCrimen y castigo, del gran Fedor
Rojo y negro, de Stendhal
La novela luminosa, del gran Mario
Relatos de Cheever
Resurreccion, de Tolstoi
Robinson Crusoe, de Dafoe
El castillo, de Kafka
Cuentos completos, de Di Benedetto (lloro por Zama)
Odisea, Homero
Antologia de la literatura fantastica, de B, BC y O
Un abrazo
Querido P:
ResponderEliminarVeo que usted tiene predilección por los clásicos. Es decir, por esos libros que resisten el paso del tiempo, son capaces de infinitas interpretaciones y satisfacen casi todos los requisitos de la eficacia estética, según mi definición casera. ¡Cuánta felicidad encierran las obras que menciona!
Coincido, especialmente, con la elección de ‘La novela luminosa’. Tiene todas las virtudes para convertirse en un clásico y debemos proclamarlo a los cuatro vientos. Seguramente, el siglo XXII leerá el libro con la misma fruición que algunos de nosotros. Yo le debo esa espléndida lectura a un nuevo amigo que me trajo el blog, una de las personas que más sabe sobre Levrero en la Argentina. Aún no le agradecí lo suficiente.
Gracias por su aporte
G.B.
Mhhm está difícil.
ResponderEliminarMe juego por estos:
Confesiones de un inglés comedor de opio, de De Quincey
Ficciones, de Borges
Los detectives salvajes, de Bolaño
El amor, de Stendhal
Ensayos, de Montaigne
El diablo en el cuerpo, de Radiguet
Las amistades peligrosas, de Laclos
Lolita, de Nabokov
Conejo es rico, de John Updike
Las subasta del lote 49, de Pynchon
Pero, en realidad, creo que no podría partir. Moriría con mi libros.
Un saludo, buen(y preciso) blog
Javier
¡Ah Guillermo, el placer de las listas! (que deviene culposo por su estrechez y el sacrificio electivo que conllevan). Al menos, acá la excusa no es la isla desierta (un retiro que parece definitivo e irreversible si lo comparamos con el propuesto por vos en este caso). Del exilio, quiero pensar, siempre puedo creer que volveré, que las condiciones de mi país me permitirán reencontrarme con mi biblioteca y esos libros amados que no pudieron viajar conmigo. Ante estas circunstancias, elijo 10 libros que aún no he leído y que hacen cola en los estantes. Ahí voy:
ResponderEliminar1) La fiesta del Chivo (Vargas Llosa)
2) La muerte de Artemio Cruz (Carlos Fuentes)
3) Tristram Shandy (Laurence Sterne)
4) y 5) Los tomos 3 y 4 de En busca del tiempo perdido (Marcel Proust)
6) Anna Karenina (Tolstoi)
7) El día de la Independencia (Richard Ford)
8) Balthazar (Lawrence Durrell)
9) La montaña mágica (Thomas Mann)
10) El fantasma de Harlot (Norman Mailer)
En los casos 4, 5, 7 y 8 asumo que a mi regreso podré leer el resto de las sagas, es decir los tres libros restantes de En busca..., Acción de Gracias y el resto del "Cuarteto de Alejandría".
Llevo libros gordos por si la espera es larga, confiando en que la lectura acortará los tiempos y dulcificará las amarguras que devienen de alejarse de esos afectos que jamás te fallan (aunque suene un tanto apocalíptico, me refiero exclusivamente a los libros. Sabrás entender).
Un abrazo. Muy buen blog.
Patricio
1 - Watchmen completo, de Moore y Gibbons.
ResponderEliminar2 - Los diez primeros años de Micromanía (1985-1995, anillados, claro), autores varios.
3 - La primera etapa de Fierro (1984-1992, anillados también), autores varios.
4 - Pedro Páramo, de Rulfo.
5 - Son más los que mueren de angustia, de Bellow.
6 - El silenciero, de Di Benedetto.
7 - Contra la interpretación, de la Sontag.
8 - Recortes de La Popular 1 en los que escribe César Martín, por lo menos desde el 84 hasta el 90, pegados en cartulina negra, anilladas también.
9 - Algún dispositivo con la obra completa de Faulkner, en inglés.
10 - Y un diccionario grueso de inglés.
Exelente idea, Guillermo, acà van los mios:
ResponderEliminarDos clasicos
- Teatro completo, Sofocles
- Hamlet, Shakespeare
Cuatro novelas
- Ficciones de Borges
- Todas las almas, Marias
- Respiracion artificial, Piglia
- El largo adiós, Chandler
Dos de poesia
- Poesia completa, Pizarnik
- Entre nosotros, R. Carver
Y, para terminar, dos novelas que habria que leer sin prejuicios argentinos:
- La hora sin sombra, Soriano
- La astucia de la razón, Feinmann
Un abrazo
Queridos amigos:
ResponderEliminar¡Muchas gracias Javier, Patricio y Roberto! Aquí siempre habrá listas y ranking caseros. Es una de mis manías me temo.
He anotado los libros de Pychon y Bellow que apuntan Javier y Roberto. Y estoy elaborando lo que propuso Patricio: un listado de esos libros que deberé leer tarde o temprano.
Un abrazo a todos
G.B.
PD: Caramba. Se han fijado que nadie mencionó a escritores argentinos en actividad.
Querido César:
ResponderEliminarRectificó la posdata del mensaje anterior. Tú nos propones escritores argentinos en actividad: Piglia y Feinmann. Y sí, no llevarse "El largo adiós" en la maleta es un crimen. ¡Qué libro el de Chandler!
Saludos
G.B.
Los libros que siempre me acompañarían son los siguientes:
ResponderEliminar1- La Biblia
2- El Corán
3- "Las virtudes fundamentales" de J. Piper
4- "El Príncipe" de Maquiavelo
5- "Moral a Nicómaco" de Aristóteles
6- "El puesto del hombre en el cosmos" de Max Scheler
7- "Cartas del Diablo a su sobrino" de C.S. Lewis
8- "De la brevedad de la vida" de Séneca
9- "Del tener al ser" de Erich Fromm
10- "Antes que los demonios vuelvan" de Oscar González Quevedo.
Un abrazo
Pablo O.
Acorto la lista a cinco, para dejar libres otras posibilidades: los míos,sin orden de preferencia, y siendo injusto, son estos:
ResponderEliminar1)Ficciones, de Borges.
2)Glosa - Nadie nada nunca, de Saer.
3)Respiración artificial, de Piglia.
4)El evangelio según Jesucristo, de Saramago.
5)La divina comedia, de Dante.
Llevaria estos libros pero sin dudas sería injusto con otros
ResponderEliminar-El oficio de vivir - Cesare Pavese
-La letra e - Augusto Monterroso
-Paris no se acaba nunca - E. Vila Matas
- Los detective salvajes - R. Bolaño
- Poemas Humanos - Cesar Vallejo
- Aguasfuertes Porteñas - R. Arlt
- Revelación de un mundo - C. Lispector
- 9 cuentos - J. D. Salinger
- Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta - Charles Bukowski
Querido Textos de Carton:
ResponderEliminarSé de tu amor por la poesía. Haces muy bien en recordanos que Cesar Vallejo es otro de esos autores que debemos llevar siempre en las alforjas.
Veo que también has elegido a Roberto Arlt. Justamente, acabo de concluir un volumen que recopila 246 escritos de Arlt publicados en "El Mundo" entre 1937 y 1942. Sus "comentarios al margen del cable" son espléndidos hasta en los errores. Su descripción de las hambrunas en Santiago del Estero, te aseguro, que me conmovieron hasta el tuétano. Voy a recomendar con toda pasión la compra de ese libro.
Muchas gracias por tu aporte
G.B.
En una rápida mirada a la biblioteca destaco a estos, en este desorden:
ResponderEliminar* La canción del verdugo, N. Mailer
* Expiación, I. Mc Ewan
* Pastoral americana, P. Roth
* Relatos I y II, J. Cheever
* Sostiene Pereira, A. Tabucchi
* Once tipos de soledad, R. Yates
* Crónicas palestinas, Edward Said
* Vida y destino, V. Grossman
* Madame Bovary, G. Flaubert
* Poder y desaparición, Pilar Calveiro
Saludos y de tanto en tanto me doy una verdadera panzada con tus críticas.
Gracias por tu generosidad,
Abrazo
Hola, Guillermo.
ResponderEliminarAnte todo, felicitaciones por el scudetto.
Luego de mi comentario a tu crítica sobre De Gaulle y Churchill me sugerías que te envíe una selección de obras para salvar del incendio. Hoy estuve pensando en eso. Te la envío y hago una aclaración: no pretende ser un canon (a la H. Bloom) sino algo muy personal. Este listado es de obras que influyeron fuertemente en mi manera de comprender lo político en su sentido más conceptual. No son obras literarias sino políticas (una distinción absurda, pero comprensible)
Abrazo grande. Aquí van:
1-Nicolás Maquiavelo: Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio. Obra fundante de la tradición republicana.
2-Max Weber: La política como vocación. Pocas letras pueden decir tanto sobre el poder de tocar la rueda de la Historia y el de hundirse en el terreno de la hostilidad y el frío polar.
3-Aristóteles: Política. El libro IV y el V los escribió hace 15 minutos.
4-Antonio Gramsci. Un breve ensayo que es una biblia sobre cómo debe hacerse un análisis político. Se llama "Análisis de situaciones. Relaciones de fuerza" y está en Notas sobre Maquiavelo.
5-Jean Jacques Rousseau: Discurso sobre la economía política. Originalmente integraba la enciclopedia de Diderot. Brillante.
6-Edmund Burke: Discurso a los electores de Bristol. Toda una teoría sobre el papel del representante (si todos los conservadores fuesen igual de consistentes...)
7-Karl Marx: el capítulo 24 de El Capital es lo mejor que se consigue sobre el origen violento de la acumulación capitalista en la explotación de la tierra.
8-Jacques Ranciere. Los ensayos que componen El desacuerdo. No es un clásico como los demás pero vale la pena leer cómo la democracia se liga indefectible (y saludablemente) con las tensiones entre partes.
Los últimos los elegí porque representan el valor de dar testimonio en momentos difíciles:
-Rodolfo Walsh: Carta Abierta a la Junta Militar y Operación Masacre (no se puede hacer periodismo y no conocer estos trabajos);
-Miguel de Unamuno. Su gran discurso en el paraninfo de la Universidad de Salamanca contestando a Millán Astray y el grito de "Mueran los intelectuales! Viva la muerte (sic)", ya desatada la guerra civil.
-La proclama a la Francia Libre de Charles de Gaulle, por la radio de la BBC.
-El último discurso de Salvador Allende.
-el eco eterno del Preámbulo en boca de Alfonsín allá por 1983.
-Albert Camus: "El tiempo del desprecio", artículo de agosto de 1944 publicado en Combat, periódico de la resistencia francesa.
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estoy pensando en llevarme otros 10, porque a los de ésta lista me los aprendí como en el final de Fahrenheit 451.
JMG
Querido Juan Martín:
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Y por partida doble. ¿Debo pervertir el blog para hablar de fútbol? Sí, sin duda. Porque lo del domingo fue más que fútbol. Fueron seis horas dramáticas en la cancha junto a mi hijo de dieciseis años. Improvisando con plásticos mugrientos unas capas para cubrirnos de la lluvia, corriendo en desbandada por el granizo, volviendo a las corridas a la platea sur del José Amalfitani para encontrar una butaca libre, llorando abrazados cuando todo había terminado, muy felices. Esas cosas no se olvidan jamás.
Me encantó la lista. Es una magnífica guía de lectura que -estoy seguro- todos los lectores del blog sabrán aprovechar. Yo ya la hice mía.
Estuve pensando sobre los discursos. No sé si te pasa lo mismo, pero uno no puede leer por ejemplo la despedida de Salvador Allende sin que al mismo tiempo resuenen en nuestros oídos aquellas palabras legendarias. Es lectura con audio incluido.
Muy amable de tu parte
Abrazos
G.B.
libros que releo cada dos o tres años, así que supongo que califican:
ResponderEliminar* Faulkner, Absalom, Absalom
* K LeGuin, La mano izquierda de la oscuridad
* Borges, El Aleph
* Yourcenar, Mémoires d'Hadrien
* Ginzburg, Lessico famigliare
* Salinger, Raise high the roofbeam, carpenters
salut!
Hola Guille:
ResponderEliminarMe tomé un buen tiempo pero aún así no logro establecer un ranking. Tiro algunos títulos en orden aleatorio y siempre dentro de lo que he leído, debe haber otros muchísimos buenos libros. Seguramente pondría en la valija (bue... maleta)casi toda la obra de Borges y Eco pero elegiré uno de cada uno.
Ficción:
- Ficciones (Borges)
- La Isla del Día Antes (Eco)
- Cien Años de Soledad (G. Marquez)
- El Corazón de las Tinieblas (Conrad)
- Madame Bovary (Flaubert)
No ficción:
- El Origen de las Especies (Darwin)
- Cosmos (Sagan) (Nota: Nadie con una pizca de curiosidad por el universo debería dejar de leerlo).
- El Gen Egoista (Dawkins)
- La Teoría de la Relatividad (Einstein)
Llegué a los 9 y me queda un lugar, lo decidiré al momento de cerrar la valija, puede ser La Ciudad y los Perros (Varga Llosa) ó La Octava Maravilla (V. Kociancich)... es un problema, me quedan afuera Joyce, O. Wilde, Cortazar, algo de mitología griega ...
Saludos! Harry
Guillermo, dos años después, mi lista:
ResponderEliminar.Ficciones (Borges)
.El barón rampante (Calvino)
.Crónica del pájaro... (Murakami)
.Los detectives salvajes (Bolaño)
.Pasen y vean. La vida de L. Favio (Schettini)
.Boquita (Caparrós)
.El sonido y la furia (Faulkner)
.Cuentos de hadas en NY (Donleavy)
.Relatos (Chever)
.El limonero real (Saer)
Abrazo. Santi