Miguel Wiñazki
El Ateneo. Novela, 198 páginas. Edición 2010. Precio aproximado: 50 pesos
Como si de una tragedia griega se tratase, en la Avellaneda brava un padre ordenó liquidar a su hijo simbólico porque había comenzado a hacerle sombra. El caudillo Barcelo se deshizo de su matón indispensable, Ruggierito, un asesino bienhechor, un tipo que pensaba todo el tiempo, según Miguel Wiñazki (1956). En la provincia de Buenos Aires de Manuel Fresco las prostitutas generaban pingües negocios en las colonias deportivas de los chicos. Se organizaban partuzas en el cine Royal.
El tema de la novela, como se ve, es fascinante, pero el autor incurrió en ese vicio que casi ha destruido la novelística argentina contemporánea: la falta de ambición. Ya Ortega y Gasset notaba que los argentinos desean ser escritores, pero no quieren sentarse a escribir libros. Es decir, cunde la ley del mínimo esfuerzo. En este caso, en lugar de, por ejemplo, sorprender a los lectores con un mural impresionante de una época infame, se cosieron unos pocos retazos de los cuatro personajes principales de los años treinta, todo salpimentado con un erotismo que hace hincapié en la masturbación adolescente. Incluso se han empleado trucos tipográficos para engordar el volumen, como el doble espacio entre los párrafos.
El procedimiento axial es el pastiche, otra dudosa moda. Los veintiocho capitulitos yuxtaponen materiales diversos como el relato erótico o policial, el manual de historia, el documento público, la declamación o los poemas (lamentables). Hay una saludable intención de atesorar el habla popular, pero el goteo de frases y las metáforas defectuosas (“el Riachuelo serpentea como una anaconda podrida“; “voy hacia la oscuridad Argentina en este camioncito chirriante”) le juegan en contra. En cuanto al estilo, pues, no hay nada memorable. No obstante, en tren de encontrar virtudes, podría decirse que el libro resultará instructivo para los lectores interesados en aquél pasado. Una novela pedagógica, entonces.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura de La Prensa.
Calificación: Regular
"La Sangre y la Infamia" de Wiñazki es una novela para devorar, violentamente emotiva, compleja, coral, histórica, excelente.
ResponderEliminarEstoy impactado por ésta novela obsesiva y tremenda. Es un tunel tenebroso a la erótica más violenta. Es una novela de terror, pero sin terror.
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