sábado, 21 de abril de 2012

China

Henry Kissinger

Debate. Ensayo de historia, 621 páginas. Edición 2012


"China tiene un rasgo característico: no parece tener principio".
H.K.

Hay algo siniestro en la admiración que el señor Henry Kissinger profesa por los grandes estrategas, esos hombres de Estado que han demostrado una eficacia extraordinaria (y pocos escrúpulos) para ampliar el poder nacional. Como Mao Zedong. Desde cualquier perspectiva moral, fue un monstruo; sus decisiones causaron la muerte de millones de personas. Pero el apóstol de la revolución permanente sentó las bases para el resurgimiento de China, lo cual es motivo para que el ex secretario de Estado de Richard Nixon justifique, incluso, la infame Revolución Cultural.

El relativismo moral y la condescendencia son, justamente, las únicas lacras que se perciben en este monumental ensayo que narra el auge, la decadencia y el resurgimiento de una Nación-continente que en dieciocho de los últimos veinte siglos fue la más rica del globo. Es muy posible que la obra se convierta en un clásico. Se forjó con una impresionante bibliografía, documentos hasta ayer secretos y la experiencia personal de un estadista que, como jefe de la diplomacia de Estados Unidos, piloteó algunos de los acontecimientos más trascendentes de los últimos cuarenta años, en particular la sorprendente reconciliación (y alianza flexible y duradera) entre el paraíso del capitalismo y el país con el comunismo más virulento. El colosal caudal de información sobre China es tamizado por una visión ideológica que -guste o no- da el conjunto una sólida coherencia. Presenta Kissinger como verdad manifiesta que para el Príncipe no debe existir nada más importante que el interés nacional. La geopolítica manda sobre cualquier otra consideración, es suel sombrío mensaje.


Confucio hha vuelto, es la segunda tesis del libro. Pekín es de nuevo el centro del universo y la civilización china despierta, una vez más, respeto y admiración. Hoy, gran parte de la salud económica del mundo depende de los resultados del milenario Reino Medio, un lugar donde el tiempo tiene un significado distinto al de Occidente. Libros como éste, sin duda, ayudan a esclarecer el presente. Dicho a la manera china, el volumen tiene shi, el arte de comprender la materia en estado de cambio.

Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa
Calificación: Muy bueno

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