martes, 21 de enero de 2014

Gallinas de madera

Mario Bellatin
Narrativa Sexto Piso. 147 páginas. Edición 2013

"Un escritor debe ir tan lejos como su locura le permita".
M. Bellatin

Salvo honrosas excepciones (como César Aira), la literatura argentina del siglo XXI se ha degradado hasta el punto de prescindir de esa impronta universalista que caracterizó a los mejores narradores de los últimos cien años y que Borges había elevado al Parnaso. Una lástima. Las influencias ahora son mucho más modestas. Por fortuna, los mexicanos parece que han tomado la posta. Mario Bellatin, por ejemplo.
 

Gallinas de madera se organiza en dos partes que rinden tributo, en forma y fondo, a eminentes escritores europeos. Se trata de autobiografía ficticia, o parcial al menos. En el primer texto, el alter ego de Bellatin se sienta en una banca de la berlinesa Alexanderplatz con una dosis de LSD en la lengua y se entrega a reflexionar sobre vida y obra del checo Bohumil Hrabal, la nueva relación que debemos establecer con los animales, la relación hegeliana entre el amo y el esclavo, su propia locura. Es un flujo de conciencia circular, maniático, divertido. El segundo texto narra una relación de amistad entre un Bellatin improbable y Alain Robbe-Grillete (aunque ambos se frecuentaron en la vida real). Lúcidas reflexiones sobre el arte de escribir enriquecen un relato que no tiene ni un solo punto y aparte, en contraste con el primero donde cada párrafo consiste en una única oración.

La experimentación es, en rigor, la virtud primordial de una obra que podría definirse como novela si es que se entiende a ésta como el supremo espíritu de cambio. La lectura nunca deja de ser placentera e inspiradora, tanto por la inteligencia que rige el conjunto como por la música que se desprende de una prosa, tan pulcra como original. Mario Bellatin, por cierto, no hace ninguna concesión al volkisch de moda. Incluso, usando palabras de Robbe-Grillet, denuncia un rasgo suicida de los jóvenes artistas: pretenden ganarse el sustento con la literatura. ¡Ah!, y se trata siempre de escribir en contra de los padres.

Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa.

Calificación: Muy bueno


PD: Este sello me encanta. Sólo le he leído obras magníficas.

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