domingo, 29 de marzo de 2015

Cuervos

John Connolly

Tusquets. Novela policial, 380 páginas. Edición de bolsillo, 2013


Pete Cambell. Arlo Givens. Paulie Gualtieri. ¿Qué tienen en común? El encanto de los buenos personajes secundarios. En esta novela, tenemos a Joseph Anthony Toomey (o Joey Atún), añoso militante del hampa de los barrios bajos de Boston, una “presencia gélida e implacable, en los puestos de su mercado había pescados que despedían más calor que él“. Joey es, probablemente, el carácter más inquietante de Cuervos pero su aparición es fugaz. Qué lastima. Un buen personaje desaprovechado -suele pasar-, pero sirve como corroboración de la habilidad del autor para retratar la mafia irlandesa de Estados Unidos, y a la escoria de la tierra en general. Puede que esa destreza para pintar la tribu sea lo mejor del libro, además de la dosis exacta de suspenso y crítica social.

La novela que aquí sugerimos data de cuatro años atrás y pertenece a la saga del investigador privado Charlie Parker, creatura dilecta de John Connolly, escritor de novelas policiales y cuentos de terror, nacido en Irlanda pero estadounidense (artísticamente hablando) por adopción. En este blog ya se lo ha elogiado dos veces (pincha aquí y aquí). Lo que hace sobresalir a Connolly en la manada es la delicada intromisión de un elemento fantástico en un escenario clásico de novela negra. Es decir, su producto es un híbrido. Y no a todos les gustan las combinaciones rebuscadas. A mí, sí.

No obstante, en esta ocasión, la ruptura del realismo es leve; el detective y un villano son interpelados por emisarios de un mundo más corrompido y frío que éste. Que nadie se alarme, se trata sólo de un par de pinceladas extravagantes en el lienzo. En la remota costa de Maine, la trama une asuntos más vulgares: la desaparición de una niña, un crimen horripilante de varias décadas atrás, la lucha por el poder en la mafia irlandesa de Massachussetts. Como es tradición, la pesquisa de Parker en Pastor’s Bay irrita al sheriff del condado, a la policía estatal y al FBI. Pájaros ominosos lo acechan desde árboles desnudos. Los ha mandado a vigilar el depredador más abominable de todos.

Cuervos, naturalmente, no es Alta Literatura, pero como fiel exponente de su género no desentona, se sobrepone incluso a algunas torpezas sentimentales (aisladas, por fortuna). Nada cuesta llegar a la última página. La lectura de un policial competente es siempre un acto placentero.
Guillermo Belcore

Calificación: Bueno

2 comentarios:

  1. Y como la lectura de una novela policial competente es un acto placentero, y a veces más que eso, me permito recomendarle "Pista negra", del italiano Antonio Manzini. Seguramente, usted se dará cuenta cuando se permita seguir mi consejo de leer esta novela, "Pista negra" no será más que la primera novela de una larga saga, similar, por caso, al de nuestro amigo sueco Henning Mankell. El personaje creado por Manzini tiene el aplomo, la sabiduría y esa cierta inclinación a los vicios de los mejores antihéroes de la novela negra clásico. Recomendado.

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  2. ¡Gracias Roberto por la sugerencia! Tomo nota y me pongo en campaña para conseguirlo.

    G.B.

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