Madre Noche
Por Kurt Vonnegut
La Bestia Equilátera. Novela, 234 páginas.
Kurt Vonnegut (Indianápolis 1922-2007) es una especie de sabio. Ha escrito algunas de las novelas más inteligentes y más estrafalarias de nuestro tiempo. Si bien ha innovado en la forma, prefirió conservar esa tradición literaria que sostiene que una obra debe tener introducción, nudo y desenlace, y, sobre todo, debe ofrecer al público una moraleja.
En ésta brillante exhibición de estilo narrativo, con elevadísimos pasajes de dramaturgia, quiere establecer que, si bien hay muchas buenas razones para luchar, no existe ninguna para odiar sin reservas, para imaginarse que el mismísimo Todopoderoso odia igual que uno. "¿Donde está el mal? Es esa gran parte de cada hombre que quiere odiar sin límites, que quiere odiar con Dios a su lado. Es esa parte de cada hombre que encuentra atractiva toda clase de fealdades. Es esa parte de un imbécil que castiga y denigra y va a la guerra con gusto", sentencia al final del libro.
Entregada a la imprenta en 1961, el mensaje de Madre Noche no ha perdido un gramo de frescura porque si hay algo que es permanente, inmutable e indestructible no es el ser de Parménides sino la estupidez del humano.
"Toda la gente está loca. Hace cualquier cosa en cualquier momento, y que Dios ayude al que busque un motivo", se nos enrostra. La novela emplea uno de los procedimientos favoritos de Vonnegut: las falsas memorias. Leemos las confesiones de Howard W. Campbell Jr., un escritor estadounidense que se fue a vivir a Berlín y se puso al servicio del Tercer Reich, "un hombre que estuvo muy abiertamente al servicio del mal y muy secretamente al servicio del bien, el crimen de sus tiempos". En efecto, si bien Campbell se hizo famoso por secundar a la astuta hiena de Paul Joseph Goebbels, como responsable de la propaganda nazi destinada a los norteamericanos, en realidad había sido reclutado por la inteligencia del Pentágono. Un coronel estadounidense le salvará el pellejo a Howard (espléndida conciencia cínica) una y otra vez después de la Segunda Guerra Mundial.
Así pues, Vonnegut afronta con solvencia -e incluso con un sentido del humor que jamás resulta insolente- uno de los grandes temas del despiadado siglo XX: la depravación nazi y su consecuencia más terrible, el Holocausto. También desuella al militarismo estadounidense, y a los fascistas entusiastas y malignos que todas las sociedades albergan, agitadores que uno no puede sino preguntarse de qué agujero han salido.
El lector, además, se sentirá tentado a trazar parangones con la historia reciente de la Argentina, con su escalofriante furor militante y tantos hombres y mujeres que no saben distinguir entre lo que está bien y lo que está mal: "Es difícil ser irrisorio en un país donde tantos seres humanos son refractarios a la risa y a la reflexión, y están ansiosos de creer, rugir y odiar".
De la prosa, baste decir que ésta es uno de las novelas mejor escritas por el gran narrador estadounidense. Hay un hábil dominio de la metáfora, cáustica ironía, diálogos fascinantes, sentencias perspicaces por doquier. Internet suma una curiosidad. El libro inspiró un film en 1996. Nick Nolte protagonizó a Howard W. Campbell Jr.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura de La Prensa.
¡Que buena lectura! Cierto, Vonnegut alguna vez declaró que su participación en la Segunda Guerra fue justa, y que estuvo motivada por la necesidad de parar a un enemigo monstruoso. Pero muchas veces ha sido ferozmente crítico con la existencia de las guerras. Acá das con el trozo que nos ilumina: el problema de Vonnegut es con los que odian con Dios a su espalda. Los que están demasiado seguros de que deben despanzurrarnos por el bien de todos.
ResponderEliminarSi no te molesta, dejo mi reseña acerca de este magnífico libro: https://libreriadeurgencia.wordpress.com/2020/04/04/example-post-3/
¡Muchas gracias! La leeré con todo gusto.
ResponderEliminarG.B.