miércoles, 23 de enero de 2008

El aliento negro de los romaníes

Jorge Nedich­
Planeta. Novela de 215 páginas­
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Este libro comenzó a escribirse hace un milenio, cuando el pueblo rom abandonó el Punjab. Se asentaron en Egipto, pero siglos después tuvieron que marcharse. La diáspora inundó Europa. Los llamaron egiptanos, luego giptanos, finalmente gitanos. El camerlengo de Inocencio VI, Felipe V de España y Adolf Hitler no lograron exterminarlos. Perón los persiguió con fuego, porque no había lugar en la Patria para las carpas. Nómades y analfabetos por convicción, fueron (¿son?) la estirpe más despreciada de Occidente.­
Jorge Nedich (Sarandí, 1959) es una voz insoslayable para quien le interese esa peculiar filosofía de vida. Su trayectoria abrió surcos. A los 17 años alarmó a la familia cuando anunció que quería ser escritor. Sin siquiera estudios primarios, ingresó a la carrera de Letras en la Universidad de Lomas de Zamora. El talento doblegó la burocracia y la discriminación. Va por la quinta novela y no sólo se ha dedicado a retratar a su gente. También se animó a historiar a Mario Firmenich.­
El aliento negro transcurre a fines de los cuarenta en un pueblo del interior. Petre es un hábil calderero que sueña con amaestrar un oso. Su esposa Maida se enamora de un granuja. Hay una tensión obvia entre tradición romaní y modernidad. Los gitanos estafan y roban a los sedentarios para resarcirse por diez siglos de despojo. Los poderosos los usan, los reprimen o los esquilman según pinte la ocasión. ¿Cuándo la Iglesia será benevolente con los diversos?­
Nedich tiene un pie sobre la picaresca y el otro encima del realismo mágico. Hilvana la novela como si estuviera engarzando cuentos independientes. El artificio funciona casi siempre bien. La destreza narrativa y el detalle costumbrista permiten que la obra sea, más que leída, devorada.
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Guillermo Belcore

CALIFICACIÓN: Bueno

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa.

PD: Ya está en las mesas de saldos. Ideal para llevarlo de vacaciones.

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