martes, 4 de marzo de 2008

La vida con mi viuda

José Agustín­

Joaquín Mortiz. Novela de 261 páginas.­

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Onesio de la Sierra se demoró con una amante en los estudios de edición. Al filo de la medianoche, fue a buscar su automóvil. Una espléndida camioneta frenó en seco y un hombre, congestionado de dolor, salió en busca de auxilio. Murió en brazos del cineasta. El estupor de Onesio reverberó al descubrir que el parecido entre ambos era extraordinario. Lo asaltó una idea: ¿por qué no cambiar identidades? No pudo resistir el impulso y así cumplió la fantasía de todos: concurrir al propio entierro, convenientemente disfrazado, para ponderar el dolor o la indiferencia de esposa, hijos, amigos y compañeros.­

Así arranca esta divertida trama de unos los más prolíficos intelectuales mexicanos de la nueva horneada. José Agustín Ramírez (Acapulco, 1944) publicó su primera novela a los 20 años. Desde entonces exploró la narrativa en todas sus variantes, el guión de cine, el teatro, el ensayo y hasta condujo programas de televisión. Se convirtió en un objeto de culto para los jóvenes.­

Vida con mi viuda es un caldero burbujeante que cuece la misteriosa tradición zapateca, el thriller, el neomestizaje cultural en América del Norte, la crítica punzante, y la parodia-homenaje al cine y a la gran literatura. El potaje es sabroso aunque puede indigestar el lector que no tolera el erotismo franco y sin eufemismos y ciertas digresiones repugnantes. La trama, al fin y al cabo, se articula en torno a dos ejes tremebundos: el sexo y la muerte. Está ambientada en un futuro cercano, pero aquí no hay ciencia ficción, sino el viejo y querido realismo mágico.­

Agustín sazona su prosa con mexicanismos deliciosos. Saben bien, no son desabridos como el crudo calé español que nos infligen algunas traducciones deleznables.­

Guillermo Belcore­

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CALIFICACION: Bueno­

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