viernes, 14 de marzo de 2008

Permiso para sentir

Alfredo Bryce Echenique­
Editorial Planeta. Autobiografía. Edición 2005.

Las antimemorias de Alfredo Bryce Echenique miden en total más de mil cien páginas, insumieron quince años de trabajo, e incluyen algo así como un millar de anécdotas sabrosas. Este es el segundo tomo. Desemboca en el regreso después de treinta y cuatro años del afamado escritor a Perú -una vez más, quemando las naves- que no pudo ser definitivo por culpa del desengaño y los esbirros de Fujimori.
Bryce Echenique es un maestro del realismo cómico, en estilo oral y entrañable. Es de esos autores que uno lo lee y de inmediato se hace amigo. Antepone sus afectos privados a cualquier cosa y concibe la tarea literaria como una feliz reunión de compinches. Julio Ramón Ribeyro -otra gran pluma peruana- definió su prosa torrencial como una extraña mezcla de humor judío, británico, picaresco y limeño.
Permiso para sentir se ufana de estar ensamblado en estricto orden de azar; la memoria va y viene. La mirada es cáustica, porque sabe ver el lado cómicamente grave de la realidad. ¿Quién se anima como Bryce a ridiculizar la seriedad militante de Vargas Llosa o García Márquez? ¿Quién satiriza la estupidez de la propia familia o repudia la sordidez de la Patria? Desfilan personajes novelescos y apellidos eminentes pero también una legión de ignotos que nada trasmiten al lector. Esta bien, el narrador lo había anticipado en el título. A pesar del ripio sentimental y de la insoportable jactancia por la pobreza autoinfligida, el libro es muy entretenido.
También puede ser leído como desacartonado manual de historia, donde corren ríos de alcohol y las ilusiones se marchitan. París en los sesenta, el fin de la Lima señorial, la degradación sin límite de lo cotidiano, fragmentos evocados con ironía exquisita y filosa por el último caballero trashumante.­
Guillermo Belcore­

Calificación: Bueno
PD: Ya está en la mesa de saldos de la calle Corrientes. A quince pesos es una ganga.

1 comentario:

  1. Buenos dias, le queria preguntar, si este libro puede entenderse sin necesidad de leer Permiso para vivir, que por lo que lei, seria la primera parte. Muchas gracias

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