lunes, 28 de abril de 2008

No es país para los viejos

Corman McCarthy
Novela, 256 páginas. Sudamericana de bolsillo. Precio aproximado: 25 pesos.


Quien haya visto el film de los hermanos Coen (acaba de ganar el Oscar a la mejor película) no puede dejar de leer el libro en que se inspira y que, como generalmente ocurre, es mucho más profundo y cautivante. Quien desee conocer a Corman McCarthy (foto), uno de los más interesantes escritores norteamericanos de hoy, tampoco. Quien busque un thriller filosófico que medite sobre la degradación de la vida cotidiana, aquí lo habrá encontrado.
En efecto, McCarthy ha labrado una conmovedora reflexión sobre los cambios que, para mal, transcurren ante nuestros ojos azorados. El mundo se ha ido al infierno, y los estupefacientes tienen una buena parte de la responsabilidad. “Si uno fuera Satanás y estuviera buscando algo que hiciera doblegar a la humanidad, probablemente la respuesta sería las drogas”, cavila el sheriff Ed Tom Bell, un justo que no quiere perder el alma en la era del narcotráfico.
Típico espécimen del nuevo orden es Anton Chigurh, un asesino psicótico, insensible al dolor propio y ajeno. Mata a diestra y siniestra para establecer su autenticidad. Es un espectro que no tiene enemigos: no permite que sigan vivos. Chigurh intenta cazar a Lewelyn Moss, un buen hombre que encuentra en las desérticas planicies de Texas dos millones y medio de dólares, entre cadáveres de mafiosos. Bell, que en cuarenta años al frente del condado de Terrell nunca tuvo un crimen sin resolver, tropieza ahora con más de diez homicidios… y la lista continúa.
La novela es un prodigioso ejercicio de estilo. La definición y el acabado de los personajes son casi perfectos. Una prosa seca pero transparente nos agarra de las solapas hasta la última página. Todas las piezas encajan. No ocurre lo mismo en la película, aunque Bell tendrá para siempre el rostro de Tomy Lee Jones y el diabólico Chigurh, el de Javier Barden con el peinado de Carlitos Balá.

Guillermo Belcore

CALIFICACION: Excelente

PD: El precio es hospitalario. No te quedes sólo con la película. No te arrepentirás.
PDII: Quizás la mejor crítica que se ha escrito sobre la película sea ésta:

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