martes, 20 de marzo de 2012

La sugestión

Sebastián Díaz
Malas Palabras Buks. Novela, edición 2011, 282 páginas. Precio aproximado: 80 pesos.

Hay algo c
urioso en la producción de novelas en Argentina. La patética falta de ambición y la urgencia por publicar, más el celo en fatigar los caminos trillados de la mayoría lleva al lector exigente a concluir que el conjunto se encuentra en un punto más allá de la cura y la esperanza; sin embargo, cada tanto aparece una obra que rompe el molde y nos reconcilia con la literatura nacional. He aquí un caso. La sugestión es un libro extraordinario que admite más de una interpretación e, incluso, puede ser leído como alegoría.

Santiago Díaz (Nueve de Julio, 1974) narra las peripecias de un joven fracasado que asciende a una realidad superior (aquí se nota la influencia de Marechal en el autor). Como el Dante en el Averno, cuenta con la ayuda de un cicerone, Mano Cruel, el peluquero mugriento que le ayuda a descubrir los secretos del ser y a superar las trampas del Yo. Entramos en La Sugestión, un palacio de maravillas oníricas y conceptuales. Personajes fantásticos nos salen al paso. La trama utiliza dos procedimientos excelentes. Hay, en primer lugar, un loable esfuerzo por atrapar el chamuyo de los argentinos. Hay, además, un bien logrado vaivén entre la alta filosofía y el psicoanálisis, por un lado; y los placebos orientales y las fruslerías de los manuales de autoayuda, por el otro. Es decir, entre Berkeley y Jung; y de ahí el péndulo oscila hasta Carlos María Domínguez y el budismo light.

Algo bueno hay que decir del objeto libro. El sello Malas Palabras Buks parece querer especializarse en gemas raras y las presenta en un hermoso y original envase, con imágenes del autor en distintos momentos de su vida. De esta primera edición, se imprimieron doscientos ejemplares. Que se hagan más; a la novela no le costará encontrar sus muchos lectores.

Guillermo Belcore

Publicado el domingo pasado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa

Calificación: Muy bueno

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