sábado, 12 de octubre de 2019

Dos series de la República Checa

En el norte de Moravia se encuentra la ciudad de Olomouc. Tiene la misma cantidad de habitantes que Pergamino, unas cien mil almas más o menos. Es una urbe reconocida en Europa Central por la universidad y por la columna de la Santísima Trinidad, una de las glorias de la arquitectura barroca. Ahora es la locación de una de las mejores miniseries exóticas de la Galaxia Streaming: Anatomía de un asesinato, libre traducción al español de Detektivové od nejsvetejsí trojice (Detectives de la Santísima Trinidad).

  ¿Un policial de la República Checa? Precisamente, esto venimos a recomendar. Puede encontrarlo en Amazon Prime Video. Hasta ayer habían subido las dos primeras temporadas; siete capítulos en total.Es una joya rara que combina magníficas actuaciones, un guion cautivante, realismo sucio, y ese virtuoso manejo de la cámara que sólo puede encontrar en el gran cine, especialmente europeo.

  La miniserie se basa en los libros de Michal Sykora. Los personajes principales son la capitana Marie Vyrová (Klára Melísková) y su equipo de detectives de Olomouc. El jefe de la unidad, Viktor Vitos (Miroslav Krobot), fue obligado a jubilarse al descubrirse que de joven perteneció a la odiada Seguridad del Estado (StB) durante el infierno comunista.

  Aquí no hay alarde de nuevas tecnologías; la comisaría es más bien pobretona, como las nuestras de provincia. Se emprende una investigación a la vieja usanza, con interrogatorios, trabajo de campo, mucho esfuerzo artesanal. Los policías son personas comunes y silvestres que deben lidiar con las bajezas de la política (se afirma que Chequia es uno de esos países donde un tunante puede llegar a ministro); con su salud (la jefa Vyrová sufrió un infarto durante un operativo); y con sus afectos: el detective Pavel Mráz (Stanislav Majer) debe hacerse cargo en soledad de su hija adolescente; y la novata Kristyna Horová (Tereza Vorísková) se enamora de un profesor casado, un verdadero hipócrita, y eso podría arruinar definitivamente su carrera.

EL EXORCISTA

  La primera temporada (tres capítulos) se titula El caso para el exorcista. El cadáver de una joven, desnuda y con el número 666 marcado en su vientre con hierros candentes, es hallado en el altar de la iglesia del poblado de Stepanovice. Enseguida se descubre que era la novia del padre Karas, un hombre bueno que se preparaba para dejar los hábitos religiosos por haber quebrantado los votos de celibato. El sacerdote es el primer sospechoso.

  Sombras azules es el nombre de la espléndida segunda temporada (cuatro capítulos), cuyos planos extravagantes y la cámara flotante del director Viktor Taus son un valor añadido que encantará al cinéfilo.

  Ha aparecido muerto en su despacho de la Universidad Jesuítica de Olomouc un profesor de literatura -experto en estructuralismo, para más señas-. Recibió tres balazos a quemarropa. Días después asesinan a un periodista de investigación. ¿Qué los une? Ambos habían denunciado sobreprecios en las obras edilicias de la alta casa de estudios. Apuntaron con el dedo al elegante tesorero. También está involucrado un pez gordo de Praga, que en su momento lucró con las tierras que dejaron los rusos después de la Revolución de Terciopelo. Hay policías corruptos en el medio, obstruyendo la investigación del equipo de Vyrová. Casi todos saldrán lastimados. ¡Qué buena película de cuatro horas!

LIQUIDO DE LA MUERTE
 
Como usted sabe, Amazon Prime, división televisiva de la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo, compite con Netflix con una ínfima -aunque muy valiosa- producción propia, por eso viene apostando a completar la grilla con calidad. Así aparecen (hay que buscar con paciencia) esas delicatessen que se encuentran fuera de la corriente principal de la anglósfera. Anatomía de un asesinato es un ejemplo cabal.

  Otra espléndida producción de la República Checa es Metanol, el líquido de la muerte, basada en una tragedia real. Los dos capítulos de hora y media cada uno narran la pavorosa cadena de envenenamientos que provocó la adulteración de bebidas espirituosas (ganaban algunas coronas de más con la evasión impositiva), más la investigación que encabezó el capitán Halek (Vasil Frilich). Trabajando contrarreloj, la Policía atrapó rápidamente a los maleantes (una suerte de 
Armada Brancaleone) y confiscó los licores adulterados.

  Como en los dos casos anterior, no hay glamour. De ambos lados de la arena nos encontramos con personajes de carne y hueso; hasta los mafiosos resultan patéticos. Aquí también hay muy buenas actuaciones, pero el tratamiento de la imagen es convencional. Lo que atrapa es la tremenda historia, la peor crisis de seguridad en el país eslavo desde 1989.

  Para los que no conocen el asunto: en el verano boreal de 2012, diez mil litros de alcohol destilado en el mercado negro de la Chequia rural -a partir de una mezcla de etanol y metanol altamente venenoso-mataron a 38 personas y dejaron a otras 80 gravemente lesionadas. Muchas quedaron ciegas para siempre. Si sigue nuestras sugerencias, verá usted consternado que la codicia cuece habas en todas partes.

Calificación: Muy bueno

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