jueves, 27 de marzo de 2008

El rey de los centauros

Inés Garland­
Alfaguara. Novela de 223 páginas. Edición 2006. Precio aproximado: 32 pesos.­
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Una bella estrofa de Borges declara lo siguiente: "Cuentan que Ulises, harto de prodigios,/ lloró de amor al divisar su Itaca /verde y humilde. El arte es esa Itaca /de verde eternidad, no de prodigios''. La literatura argentina está enviciada con prodigios airanos, saerenses o viñásicos; necesita que libros simples y directos como éste abran las ventanas para ventilar.­
La primera novela de la señora Inés Garland (Buenos Aires, 1960) es una excelente historia de amor, relatada de manera prolija, previsible y minuciosa. Se lee de una sentada o casi.­
La periodista Julia Báez acaba de separarse. Se siente insegura y confusa, pero obtiene un empleo que le ordena la existencia. Una editorial la contrata para escribirle una autobiografía a Teo Filippis, jugador de polo de los sesenta, a quien un accidente dejó postrado hace 20 años. Don Juan Tenorio abrirá su corazón sólo a una mujer mona. Se supone que revelará secretos picantes de la haute societe. El dandy es un maldito resentido que maltrata a todo el mundo. Julia soñará con enseñarle cómo se curan las heridas.­
Garland no atisba por el ojo de la cerradura. Hay una elogiable intención de bosquejar a conciencia una porción del universo. Retrata de manera impecable tesoros y miserias de la aristocracia de cotillón, así como las tribulaciones de un cuadripléjico, al que el mover una mano le exige un esfuerzo titánico. ¿En qué se convierte el placer cuando sólo depende de la cabeza?, nos induce a meditar.­
Siete ramos de rosas y una piba en minifalda (una rana rubia tibia y haragana), delatan cierta propensión al estereotipo. Garland proclama que Liliana Heker es su maestra. Su prosa no tiene un brillo extraordinario pero se disfruta, fue cincelada con esmero y seriedad.­

Guillermo Belcore­
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CALIFICACION: Bueno­
­PD: Una muy grata sorpresa.­

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