263 páginas. Grupo Nelson. Edición 2008. Ensayo.
Mike Wallace, esa institución del periodismo estadounidense, formuló una pregunta a científicos, empresarios, políticos, líderes sociales y personalidades en general. ¿Cómo imaginan el mundo en 2058? Con las respuestas, algunas fascinantes, se tejió este libro.
Cunde el optimismo en el volumen. Los apocalípticos se cuentan con los dedos de la mano. Hay predicciones, pero también visiones. Son constantes los llamados a la acción, sería suicida dejar que la naturaleza siga su curso. Algunos textos tienen la aridez del naturalista o la sosería del funcionario. Pero también hay páginas bellas, a la usanza de la ciencia ficción, en especial las que narran un día común y silvestre dentro de cincuenta años.
Medio siglo adelante, quizás, casi nadie tenga un gato o un canario como mascota pues nos contagian gérmenes terribles. Habrá menos enfermedades del estilo de vida (como la cardiovasculares) pero la hepatitis G causará estragos. En general, la vida de una persona superará los cien años. La existencia será diseñada, planificada y amoldada por toda clase de tecnologías. Los impulsos neuronales que permiten sentir, oler y saborear se transmitirán -como tantas maravillas- por el Terapod. Todas las maquinas evolucionarán a robot, pero no habrá aún humanoides, tipo señor Data. Se habrán inventado los viajes sin inercia. La población mundial se estabilizara, ¡uff!, en 8.500 millones de terrícolas. La gente tendrá ciudadanías triples o cuádruples. California se habrá independizado y las economías líderes serán China, Indonesia, India, Brasil y Sudáfrica o Nigeria. La migración al campo estará de moda. Todo se volverá a usar y se reciclará como en la propia naturaleza: los desechos de una persona serán recursos de otra. El mundo verde se convertirá en la responsabilidad primordial de los hombres de fe.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento de Cultura del diario La Prensa.
PD: En 2058, tendré 93 años y, si Dios lo permite, una novia de 25. La biblioteca de Asterión habrá ganado el Premio Nobel de Blog, edición 2026, y se editará en Troya VI, la más chic de las bases lunares. Tendrá un promedio de doscientas mil visitas diarias y contará con el auspicio de la Federación Unida de Planetas. Seguirá preguntándose porque la Argentina no pueden engendrar grandes novelas. Celebrará el rescate de César Aira por parte de un pequeño sello editorial de Madagascar. Contará con publicidad holográfica y un local de merchandising en el megaestadio José Luis Chilavert (con capacidad para cien mil espectadores sentados) de Vélez Sársfield, el equipo más popular del cono sur. Financiará la construcción de la biblio-audio-videoteca Carlos Indio Solari en las ruinas de lo que alguna vez fue el Palacio Municipal de Morón. Escandalizará a su época organizando el concurso de literatura erótica tridimensional Recobrando al Marques de Sade.
Muy buena la pd
ResponderEliminarBesos
Gran, pero gran posdata!
ResponderEliminarLlegué por un amigo en común, la página muy buena, te felicito.
ResponderEliminarEstuve pispeado un poco y la verdad de lo más interesante.
Saludos
Estimados ShopGirl y Atila, el Uno:
ResponderEliminarMuchas gracias. Les aseguro que me esfuerzo por editar un blog honesto y atractivo. El reconocimiento me anima a seguir avanzando.
Mis respetos
G.B.
SOS UN MAESTRO. SEGUI ASI.
ResponderEliminarAlejandro. (Argentino, pero viviendo en CHILE).