Moscardón imaginario XXII
Diciembre. ¿Qué rápido paso el año, no? Los suplementos culturales ya publican los consabidos balances. Indican los mejores libros del año. Voy a ir contra la corriente una vez más y -en mi carácter de amante fiel de las listas- enumeraré los libros que me hubiera gustado leer en 2009. Quizás inspire a algún escritor o editorial de la Patria. Quién sabe.
1) Una novela realista de César Aira.
2) Una novela oceánica de un escritor argentino.
3) Una antología de cuentos de ciencia ficción publicados en la última década. ¿Por qué a nuestros sellos editoriales no les interesa la ciencia ficción? ¿Es un prejuicio?
4) El auge y la decadencia del conurbano bonaerense (mi fatherland) novelados, digamos ochenta años en Lanús o San Martín. Me imagino la historia de cuatro generaciones. Abuelo inmigrante llega en los años treinta de Italia, el padre vive y próspera con el primer, segundo y tercer peronismo, el nieto sufre con la feroz dictadura, el bisnieto padece la degradación económica y moral del suburbio. Podría haber una fábrica familiar involucrada. Podría tomarse a Joyce Carol Oates como modelo narrativo. ¿Podría escribirla Pablo Ramos o Félix Bruzzone? No acepto menos de setecientas páginas.
5) Las últimas dos novelas de Thomas Pynchon. ¿Qué esperan para traducirlas y enviarlas a La Biblioteca de Asterión?
6) Una buena novela histórica sobre los primeros años de esa calamidad histórica conocida como Argentina. Podría ser la epopeya sanguinaria de Ulrico Schmidt en el Río de la Plata. Un escritor argentino (¿Terranova o Enriquez?) toma las crónicas del conquistador germano y las rellena con su imaginación. Exijo un trabajo minucioso y paciente, con muy buena documentación sobre las costumbres de la época y sin rastro alguno de maniqueísmo. El mundo como es. No menos de seiscientas páginas.
7) Un ensayo sobre la híper delincuencia en la Argentina. Con toneladas de cifras e historias de vida. Que no desdeñe la influencia del medio ambiente, pero tampoco nos empache con clichés progresistas. Desde Sarmiento a Feinmann -pasado por Martínez Estrada y Murena- el pensamiento nacional ha despreciado la investigación científica, el trabajo de campo. ¿Qué clase de sociología de pacotilla es esa que no aporta ni un dato?
8) Cuentos de vampiros, demonios, muertos vivientes, lobizones, mundos paralelos en las barriadas de Buenos Aires. Podría compilarlo Grillo Trubba. No vale imitar a Aira. Deberá respetarse el verosímil literario. Stephen King es el punto de partida.
9) Una edición comentada y no tan onerosa de la Naturalis Historia de Plinio el Viejo. Los precios de Gredos son imposibles para mi flaco bolsillo.
10) Las cincuenta batallas decisivas de la historia narradas por los mejores historiadores de la actualidad (Beevor, Keegan, Norman Davis). Dos o tres tomos, con muchos mapas.
Guillermo Belcore
Yo creo que la novela bonaerense del punto 4 debería ser escrita, como bien dice, por Pablo Ramos o por Juan Diego Incardona.
ResponderEliminarTambién espero ansioso las traducciones de Pynchon, pero no creo que salgan hasta el 2013.
Saludos
Querido Maguila:
ResponderEliminarSí, Incardona podría ser, siempre que abandone la veta fantástica. Propongo, en este caso, una novela crudamente realista, aunque me gustaría que la política irrumpa de soslayo en la trama. Tengo la convicción de que los procedimientos indirectos siempre son más eficaces.
Estimado amigo, camino al trabajo se me ocurrió otro libro que me encantaría leer. Una novela de Fogwill que involucre a los muchachos kirchneristas. Drogas y corrupción en el Ministerio de Planeamiento. Sexo perverso en La Campora.
Los libros que nos gustaría leer. Qué hermoso tema de conversación, ¿verdad?
Valoro mucho su interés. Gracias
G.B.
Lo acompaño en el pedido 1, 4, y 5.
ResponderEliminarBuena idea este post!
suena a carta para Papá Noel!
ResponderEliminary? ya leyó La Virgen Cabeza?
Against the day saldría en estos meses. Pero teniendo en cuenta el título "contraluz", no sé que pensar de la traducción.
ResponderEliminarFeliz año estimado Roberto, seguiremos sus consejos como de costumbre...