Mondadori. Novela policial. Segunda edición en la Argentina 2011.
“Hay muy poco de la novela que realmente no haya sucedido”
D.W.
En América latina, por debajo de los fenómenos cotidianos, del trabajo honesto, de las bienintencionadas acciones de los dirigentes políticos y de los guardianes de la ley, de la pesada rutina de la mayoría de los hombres y mujeres, existe un universo infernal poblado por ángeles caídos o demonios incorregibles que compran miles de almas (“plomo o plata“), viven en la opulencia y el desenfreno, y que cuando se enfadan vomitan ríos de sangre y devastación sobre nuestra gris cotidianidad. Dios nos proteja de ellos. No me refiero, claro, a licántropos, vampiros u otras criaturas improbables de la ciencia ficción. El inframundo es pedestre. Ejercen allí su señorío brutal los barones de feudales de las drogas.
He aquí la sustancia tremenda con que fue elaborada esta novela torrencial, extraordinaria en su ambición (¡719 páginas!), aunque limitada por una prosa cualunque que le impide saltar del género policial al empíreo de la Alta Literatura. Rodrigo Fresán, un crítico notable aunque proclive a la expresión rimbombante, la define en el prólogo como la gran novela estadounidense del narcotráfico de todos los tiempos. Sea. Un thriller necesario, pues. Y atrapante de la primera a la última letra. Se lee con una mano en la boca y el estómago revuelto.
Mediante el minucioso relato de la eclosión y auge y de un cartel de las drogas y del trampolín mexicano (treinta años de historia palpitante), el estadounidense Don Winslow establece cinco puntos:
a) que el PRI vendió México a los narcotraficantes. Y como consecuencia el querido país hermano transformó buena parte de su territorio en lo que los politólogos llaman “un Estado fallido”.
b) que si una mafia trabaja activamente en favor de los intereses geopolíticos de Estados Unidos (financiando la guerra contra el izquierdismo latinoamericano, por ejemplo) tiene la prosperidad asegurada.
c) que la guerra contra las drogas del Estado moderno ha fracasado miserablemente. Es “una idiotez obscena o una obscenidad idiota”; una farsa trágica, en todo caso. Uno casi se convence de la necesidad de legalizar el consumo y comercio de estupefacientes.
d) que sólo los lobos solitarios (la ética del vaquero), con una pasión y honestidad rayana en lo psicótico, logran algún resultado en la guerra contra el narco.
e) que los crímenes más abyectos y bestiales (incluso la aplicación de tormentos medievales) son moneda corriente en el inframundo. Y todo porque los norteamericanos no pueden refrenar un apetito suicida.
El procedimiento narrativo de Winslow es simple. Explicar al público corriente cómo se hace un zar de las drogas, un sicario, un cowboy de la DEA, un reyezuelo de la mafia irlandesa, una espléndida cortesana del burdel más lujoso de California, un funcionario corrupto, una criminal política exterior (la de Washington, of course). Mezcla con suma eficacia ficción y realidad. O mejor dicho, ficcionaliza tremebundos titulares de la sección Internacionales de los diarios, como los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y el arzobispo de Guadalajara, Juan Posadas Ocampo; el exterminio de la Unión Patriótica en Colombia; la asistencia de la CIA a los contras nicaragüenses; el Efecto Tequila que tanto dañó causó a la Argentina de Menem y Cavallo (sí, los narcos también estuvieron detrás del desplome financiero). Los personajes son verosímiles; la trama, creíble. Winslow, explica el prólogo, se documentó durante seis años para redondear su obra magna. La novela fue publicada en inglés en 2005.
A pesar de su escritura plana sin ninguna pretensión estética, El poder del perro es, para un servidor, La Novela Policial de 2011. Lectura imprescindible, diría.
Guillermo Belcore
Calificación: Muy buena
PD: No es la primera vez que se elogia con toda convicción una novela del señor Winslow en este blog. Pinche aquí.
Tengo muchísimas ganas de leer este libro, el tema que trata me parece interesante y he visto opiniones muy buenas, así que a ver si lo consigo
ResponderEliminarsaludos!
¿Qué opinión tendría el Chapo Guzmán si le dejaran leer este libro en su celda?
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