sábado, 22 de enero de 2011

El invierno de Frankie Machine

Don Winslow
Planeta. Novela policial, 415 páginas. Edición 2010.

¡Ojo!: Mejor novela policial 2010, según La biblioteca de Asterión

Frank Machianno es un legendario asesino a sueldo, ya retirado, que vive como un sibarita en la ciudad de San Diego, gracias a sus cuatro empleos, absolutamente legales. Se desloma trabajando para mantener a una ex esposa, a una querida despampanante y a una hija que estudia medicina. Se lo considera el sheriff del muelle de Ocean Beach, el más grande de California. Ama el surf y la opera. En su defensa puede decirse que nunca se cargó a nadie que no estuviera en el ajo, sólo liquidó a unos cuantos mafiosos. Hoy es un buen samaritano. Pero una noche, dos hampones de cuarta categoría le tienden una celada. Frankie sobrevive por los pelos. Se convierte en fugitivo; la ley y una de las más poderosas familias del hampa persiguen a un hueso duro de roer. Al más duro de todos.

He aquí el argumento de esta novela negra, extraordinariamente buena. El comienzo es algo moroso, pero de pronto -allá por la página setenta- el ritmo se acelera y la acción se torna vertiginosa. El frenesí mantiene al lector agarrado de las solapas hasta la última página. Se tiene la sensación -siempre- de que los personajes son de carne y hueso; incluso se intercalan figuras históricas. La escritura no es gran cosa, pero se lee con facilidad y agrado. El recurso del flashbacks es excelente. Mensaje al sello Planeta: una traducción al gusto de los argentinos habría mejorado el producto.

El libro, cuyos derechos cinematográficos compró Robert De Niro, demuestra que Don Winslow (Nueva York, 1953) es un nombre para tener en cuenta. Al menos para los amantes del género policial. El señor Winslow tiene publicadas doce novelas; eso sí, calle no le falta: trabajó durante quince años como investigador privado. Plantea las preguntas correctas y muy esclarecedoras resultan sus pinceladas de la decadente mafia italiana; de sus normas, protocolos y tradiciones, de sus oportunidades de negocios, sus procedimientos e, incluso, su utilidad social. Hasta se ha tomado el trabajo de revelar los vínculos entre Nixon, el sindicato de camioneros y el crimen organizado.

Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa.

Calificación: Muy bueno

PD: Leo en Internet que Winslow ha publicado un novelón policial de 700 páginas que atraviesa treinta años de lucha entre la DEA y los carteles de la droga de México. La estructura -según el autor- es shakespereana. ¡Vaya! Otro libro que deberé comprar.

PD II: Obsérvese este símil bocasucia: “tiene el culo más apretado que un contador en las duchas el primer día de cárcel".

5 comentarios:

gabrielaa. dijo...

upa! "Mejor novela policial 2010, según La biblioteca de Asterión"!
a los batitubos!

Micaela Mastropasqua dijo...

lo dice G.B

Guiasterion dijo...

Queridas amigas:

Sí, una afirmación de semejante calibre suena ostentosa. Quizás lo más sensato hubiera sido expresarlo así: "La mejor novela policial que leí el año pasado". Y leí unas cuantas, ¡eh! La literatura de género sigue generándome satisfacciones. No creo que sea un entretenimiento menor.

Gracias por escribir
G.B.

Marcos Buchin dijo...

Estimado Guillermo: si bien la calificación de "mejor" es relativa y no absoluta, esta novela me pareció mediocre, del montón. La trama en general es previsible, está llena de clichés sobre la mafia, el protagonista, como es de rigor en estos relatos,es veterano de Vietnam, está separdo, tiene una hija y le gusta la ópera. Todos los personajes son tan desagradables que es difícil sentir alguna empatía por alguno, amén de que el autor destila en toda la trama un rancio olor al más reaccionario conservadurismo yanqui, desde la reivindicación de la tortura hasta la clásica diatriba contra los políticos y el estado, entre otras lindezas. En definitiva, una historia muy parecida a la de cualquier película de Steven Segal, de prosa básica y traducción 100% castiza, y para más INRI con la ortografía propuesta por la RAE: "estríperes", "baipás", etc, lo cual no ayuda, por supuesto, a disfrutarla.

Omar dijo...

El poder del perro del mismo autor salta por encima del género, y es una maravilla, después se la paso.
Abrazo.