martes, 12 de mayo de 2009

La mujer del mediodía

Julia Franck­
Tusquets. Novela, 432 páginas. Edición 2009.­
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En 2007, la asociación de editores y libreros de Alemania llegó a la conclusión de que esta novela fue la mejor del año. Sin duda, méritos no le faltan. Es una obra ambiciosa e intensa que combina -graciosamente- el destino individual con las convulsiones de un pueblo. Los personajes no sólo sufren el peso abrumador de la Historia, también van encarnando filosofías de vida. Es inevitable, provienen de la tierra que engendró a Hegel y Kant.

Julia Franck (Berlin Este, 1970) ha sido calificada como la heredera de Günther Grass. El tiempo lo dirá. De la obra se infiere que es una buena narradora, con una prosa minuciosa y clara, aunque no bella. La novela bascula entre la tragedia y la farsa. Hay escenas con tremenda fuerza dramática. No se le ahorran al lector espantos ni inmundicias. Puede que por momentos se torne morosa, pero el argumento siempre resulta interesante.

El libro arranca con una salvajada: ocho semanas después de la rendición del hitlerismo, una mujer escarnecida abandona a su hijo de ocho años en una caótica estación de ferrocarril. Casi cuatrocientas páginas nos explicarán la razón. Seguiremos -a menudo conmovidos- la vida de Helene Wursich. La infancia en un pueblucho de Sajonia; los padres, ‚el maestro impresor, mutilado por la Primera Guerra Mundial; ella malévola, medio loca, de olvidada religión judía. La hermana, aficionada al lesbianismo, al incesto y a las drogas. Veremos la fuga de ambas chicas al Berlin alocado, decadente y empobrecido de entreguerras. Nos enternecerán los sinsabores de Helene. Perdió al amor de su vida y se casó -resistirse le supuso demasiado esfuerzo- con un ingeniero grandote y estúpido. Y como si fuese una tromba demoníaca, el nacionalsocialismo irrumpió en su vida y en la vida de su Patria. El silencio fue su armadura, bálsamo y maldición.­
Guillermo Belcore­
­Publicado en los suplementos de Cultura de los diarios La Prensa y La Capital de Mar del Plata, el domingo 10 de mayo.

Calificación: Bueno

4 comentarios:

  1. compré el libro por esta reseña suya. estoy leyéndolo, con concomitante agitación.

    (dicho en geolecto porteño: me está quemando el cerebro.)

    gracias

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  2. Estimada Gabriela:
    Es un buen libro, estoy seguro que una persona de una sensibilidad como la suya lo leerá con mucho placer y provecho. ¿Podría pedirle una apreciación cuando lo concluya? Será de utilidad para los amigos y amigas que frecuentan este puerto y, como todos nosotros, están deseosos de saber qué leer y por qué. Pero sólo si tiene ganas, no quiero abusar de su paciencia.
    Un abrazo

    G.B.

    PD: ¡Qué cosa lo del geolecto! ¡Como me he reído! En fin, ya es una maravilloso código de amistad entre quienes frencuentamos la LP.

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  3. bueno, terminé el libro. costó:
    esta novela es opresiva y conmovedora, o sea excelente. particularmente difícil (y volviendo al chiste interno) me resultó el geolecto de la traducción, que supongo madrileño. pero las complejidades sintácticas vienen ya en el original, por lo poco que encontré en internet.

    en fin: lectura altamente recomendada. gracias.

    (encargué la novela anterior de Franck, Zona de tránsito, después le cuento.)

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  4. Estimada Gabriela:

    Como buena discípula de Gûnther Grass, Franck debía incorporar complejidades sintácticas. Sí, coincido con usted en que los geolectos ajan la novela, pero bueno, a pesar de todo el libro sale adelante y llegamos al final con un nudo en la garganta. ¡Qué historia! ¡Qué tremendo es leer que alguien abandona a su hijo! Empero, me parece que no es correcto juzgar a Helene desde la comodidad de 2009.

    Muchas gracias por su aporte. Aquí promocionamos la lectura de las buenas escritoras, así que confío en que volverá a visitarnos.

    Mis respetos
    G.B.

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