martes, 9 de agosto de 2011

El fideo más largo del mundo

Proyecto Diez Mil Cuentos

Argumento número siete

El fideo más largo del mundo
Bernardo Jobson. El fideo más largo del mundo. Capital Intelectual (127 páginas, edición 2008).

Un señor contrata en la pensión de Doña María una habitación que no la aceptaría ni siquiera como cuartel provisorio el más perseguido de los asesinos enrolado en la Legión Extranjera. En el comedor, traba conversación con Julio López Serrano, jubilado, ocho años en la inmunda pocilga. Siguen la afable charla en el cuartucho de Don Julio. El vejete le da en una hora una lección magistral de sociología de pensión y finalmente, cuidándose de que nadie lo oiga, deja caer una revelación explosiva: la tana tiene escondido en el sótano el fideo más largo del mundo, un artilugio maldito de su invención con que alimenta día y noche a los pensionistas, para gastar menos. Don Julio se propone desenmascararla. Corren los días, la pesquisa avanza, el novato trata de evitar al decano. Pero una noche le anuncia que mañana es día de gloria. A la tarde siguiente, le avisan al señor en el trabajo que hay un llamado para él. Doña María, en total estado de histeria, le ruega que vaya de inmediato. Ya en la pensión, se anoticia que Don Julio fue encontrado muerto en la cocina, un síncope cardíaco. La emoción debe haber sido muy violenta, establece el médico. Las manos crispadas y entre los dedos, unos trocitos de algo blancuzco, completamente desmenuzados.

PD: Uno de las iniciativas editoriales más felices de los últimos años ha sido la colección ’Los recobrados’ que Abelardo Castillo elaboró para el sello Capital Editorial. Los grandes medios, siempre tan obsesionados con el último rizoma francés o el postrero disparate neoyorquino, le han prestado muy poca atención. Una rotunda injusticia. Yo he tratado de repararlo dejando constancia de que hay allí algunos de los mejores textos que prohijó la Argentina. Como esta sabrosa parodia de Jobson, una fina condena de la proverbial tacañería de las dueñas de las pensiones argentinas.

2 comentarios:

  1. Guillermo, adhiero a este comentario. Pocos libros me hicieron reir tanto! Sólo comparable con la risa que me provocaron "La conjura de los Necios", "Pantaleón y las visitaroras", "El misterio de la Cripta embrujada", algúnos cuentos de Copi, Bolaño, Borges, A. Jarry. Cada uno con su humor pero el mismo resultado. No quiero distraerte de tu proyecto (faltan unos nueve mil y pico .. jaja), pero una consigna interesante es los libros que más nos hicieron reir, no?. Llegué a Jobson, como a muchos otros, gracias a tu blog.
    Un abrazo
    Pepe

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  2. Querido Pepe:

    Es verdad, los cuentos que nos hicieron reir no deben caer en el olvido. En eso estoy. Me hace muy feliz que este blog haya cumplido su misión.

    Un abrazo

    G.B.

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