viernes, 27 de junio de 2008

Uno a uno


Autores varios­
Editorial Sudamericana. Colección de cuentos. 278 páginas. Precio aproximado: 45 pesos­

­

Una de las iniciativas más estimulantes de estos meses han sido las antologías de la nueva generación literaria. Permiten al crítico y el público en general descubrir los talentos que se abren paso, los casos perdidos, las modas y los prejuicios, la influencia deletérea de César Aira. Un lugar destacado ocupa en esa constelación los volúmenes de Reservoir Books de Editorial Sudamericana. Acaba de publicarse el tercero. El eje temático es la década del noventa. Es de lamentar que el prologuista y seleccionador, Diego Grillo Trubba, haya aherrojado con consignas la imaginación juvenil: de entrada no más define como “trágica” a la era de Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Domingo Cavallo. No es tan grave, porque al fin y al cabo no se trata de un ensayo, pero la afición al estereotipo se percibe en varios autores (y sobre todo en dos autoras).­

Como ocurre en estos casos, la calidad literaria es muy despareja, aunque quizás esto también forme parte del atractivo de la colección. El lector encontrará desde una vibrante sátira de la clase media perdida (Todo por dos pesos, Pablo Toledo) hasta un disparate intragable de Washington Cucurto. Merece elogios Sueño con medusas de Félix Bruzzone, una historia triste de un hijo de desaparecidos. ¿Cómo es posible que este chico Bruzzone, quien ya nos había cautivado en un tomo anterior, no haya publicado nada todavía?­

Otro texto excelente es Mujeres de María Fasce, quien desmenuza con encanto las razones del amor y el desamor. Nada tiene que ver, empero, con los años noventa. Julia Coria narra desde el sentir de la mujer de un maldito con uniforme; mientras que Leandro Oyola opta por cuatro vagos de Isidro Casanova que desafían una prohibición del gobernador Duhalde. Ya en el terreno de la crónica, refulgen Nicolás Mavrakis (el reviente menemista en Punta del Este) y algo menos Sonia Budassi (una pasantía en Telenoche) por sucumbir a la tan desagradable autoconmiseración. Muy desopilante resulta el relato sobre los pollódromos de Diego Materyn. Por déficit de inventiva o por abuso de egocentrismo, el resto de los cuentos no nos ha impresionado. ­

Fuera de los estrictamente artístico, digamos que la obra es útil aunque no como fresco de aquellos años tan polémicos. Más bien, permite vislumbrar cómo han digerido las heridas abiertas el imaginario intelectual de izquierdas.­

Guillermo Belcore­

­

Calificación: Bueno­

­

PD: Como aquí se juzga todo, diré que me gusto más que la colección de relatos sobre el sexo (En celo), pero menos que la dedicada a los casos policiales (In Fraganti).­ Me pregunto por qué las tapas son tan feas. La de Uno a uno es horripilante.

lunes, 23 de junio de 2008

Tsugumi

Banana Yoshimoto­
Tusquets. Novela de 186 páginas. Edición 2008. Precio aproximado: 40 pesos­

­

La prosperidad con libertad (política y en las costumbres) ha provocado por todos lados una paradoja. Las nuevas generaciones no son más sabias ni más fraternales que las anteriores, a las cuales les había tocado soportar guerras, revoluciones, miseria, entre otras desdichas. Ahora, los jóvenes suelen hacerse un drama por tonterías y se angustian por experimentar “una vida auténtica”. Aburrirse es fracasar. El árido espíritu de la época inspira y justifica novelitas light como ésta.­

Banana Yoshimoto (Tokio, 1964) ha vendido millones de libros y goza de la fama de una estrella del pop. Es hija de un influyente filósofo de izquierda y hermana de una reputada caricaturista. Se discute con pasión si sus escritos son ficción de calidad o literatura de supermercado. Por momentos, me ha parecido una copia degradada de Haruki Murakami. Lo cierto es que desde publicó Kitchen hace casi veinte años una verdadera bananamanía agita el planeta. Es una narradora excelente, de eso no cabe duda.­

Tsugumi data de 1989. También se convirtió en best seller y Jun Ichikawa la adaptó al cine. Encierra la historia de dos jóvenes que descubren el amor. María Shirakawa, la narradora, mira con intensa y delicada nostalgia su pasado en un pueblito pesquero. Añora a su prima Tsugumi, mala, deslenguada, consentida y retorcida. La viva imagen del diablo, pero con una buena razón: una salud frágil la mantenía al borde de la muerte. Un verano conocen en el balneario a un chico adorable de quien Tsugumi se enamora. ­La novela integra fulgor poético, personajes muy vivos, tintes orientales, romance, prosa intimista, bellas descripciones, sensiblería. El caló madrileño de la traducción la estropea un poco. Y el tema en general no pasa de una tediosa tempestad en un tubo de ensayo. El ochenta por ciento del texto es intrascendencia pura. Como escribió el gran Paul Groussac, es uno de esos caldos de pollo que aunque no hacen bien, tampoco hacen mal si uno no abusa de ellos.­
Guillermo Belcore­
Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa.­

­Calificación: Regular

­

sábado, 21 de junio de 2008

La lógica oculta de la vida


Tim Harford­
Planeta.
Ensayo de Economía de 347 páginas

­

Días atrás, el titular de la Confederación Mundial de la Educación Privada, Edgardo Di Vicenzi, reclamó en Buenos Aires restablecer el sistema de las amonestaciones para frenar el desborde disciplinario en las escuelas secundarias. Es lógico. Los seres humanos actuamos según los estímulos. Cuando más costoso resulta hacer algo, la gente tenderá a hacerlo menos. Hasta un niño lo entiende, no así los políticos que prefieren la sencillez y la comodidad de una explicación ideológica, en lugar de la realidad. Así nos va. Deberían leer este ensayo, indispensable para las autoridades, instructivo para el hombre de la calle.­

Tim Harford integra el consejo de redacción del Financial Times. Su columna (The Undercover Economist) desmenuza las ideas económicas que se esconden tras las decisiones cotidianas. Ha publicado un libro que vendió seiscientos mil ejemplares en todo el mundo. Se convirtió en un personaje de moda. Era obvio que iba seguir explotando el filón y así llegamos a esta obra, en la que se rinde culto a la llamada teoría de la acción racional, engendrada por la Escuela de Chicago.

El lector hallará una explicación convincente de por qué el sexo oral está de moda entre los adolescentes. Luego verá cómo la teoría del juego se aplica al póker. Se sorprender al comprender que los asuntos del corazón no son otra cosa que cálculos racionales, generalmente inconscientes. Las adicciones, una suerte de guerra civil mental. “Suena inverosímil pero es cierto”, es una de las frases favoritas de Harford.

Muy provechosas son las conclusiones que se redondean sobre el barrio, la inseguridad y la democracia. Si los índices de delincuencia suben, es porque los delitos carecen de castigos. Un repentino brote de honestidad puede hacer milagros en una comunidad envilecida. Tu vecindario importa, pero no es tu destino, sentencia la obra.­

Guillermo Belcore­

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa

­Calificación: Bueno


jueves, 19 de junio de 2008

Sartre y Beauvoir

Hazel Rowley­

Editorial Lumen. Ensayo histórico de 616 páginas. Edición 2007­

­Es posible que Paul Johnson haya sido el primer ensayista contemporáneo que ventiló a destajo las miserias de los grandes pensadores. La idea prendió y hoy es moneda corriente en la industria editorial. Vivimos, por desgracia, en la era del nefasto Gran Hermano. Este libro atisba en los momentos más íntimos de una pareja legendaria. Durante 51 años, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir sostuvieron un pacto de transparencia que consistió en no privarse de nada y luego entregarse al placer voluptuoso de contarse el uno al otro todos los detalles de su vida sexual. La noción de privacidad –sostenían- es una reliquia de la vida burguesa. Hoy no es más que un obstáculo para hacer dinero. A eso hemos llegado.

Hazel Rowley es una periodista e investigadora que en su momento fue una acólita de Beauvoir, es decir, una feminista obstinada. Cultiva el arte de narrar historia con amenidad y soltura, aunque en un estilo plano que recuerda a los documentales de la televisión por cable. Basa esta obra en la correspondencia publicada e inédita entre Sartre y Beauvior. Los rasgos más trascendentales de ambos (sus ideas, su influencia intelectual y política) se retratan de manera más bien lateral, subordinados a la premisa central del libro: desenmascarar los sentimientos y la líbido del filósofo, de su brillante compañera y de cada una de las mujeres frágiles que se fueron sumando al clan. Puro vouyerismo intelectual.

El 20 de abril de 1980 un diario parisino escribió en el obituario de Sartre que “habitó el siglo XX como Voltaire y Víctor Hugo habían habitado los suyos”. Conviene pues buscar al coloso en otro lado. Se merece mucho más que la revelación de sus costumbres en la cama o la discusión interminable si, en el fondo, era un buen hombre o una gárgola malévola.­
Guillermo Belcore­

­Calificación: Regular­

­PD: El destino inexorable de este libro es la mesa de saldos. Buscalo por la calle Corrientes. Sólo lo recomiendo para el conocedor de Sartre que busca detalles curiosos de su personalidad.

­

martes, 17 de junio de 2008

El tiempo en ruinas


Marc Augé
Gedisa.
Ensayo de filosofía de 158 páginas. Edición 2004.­

­Las ideas formidables atrapan la imaginación. Marc Augé acuñó el concepto de los no lugares. Quién no se ha sentido interpelado por esos sitios de exclusivo tránsito o consumo, como los shopping o los aeropuertos. El puro tiempo es su nueva pieza de orfebrería. Surge de la contemplación conmovida de las ruinas. Augé es un antropólogo, es decir alguien que coloca las conductas humanas y las culturas en la mesa de la vivisección. Es un pensador típico de Francia, es decir desafía al lector con un conceptismo bellamente expresado. En este repertorio de breves reflexiones y añoranzas declara una intención: “romper la ideología del presente perpetuo”, esa serie de procesos actuales que “difunden la universalidad y la conversión de las cosas en espectáculos”. De ahí, la importancia de la Acrópolis, Angkor o la isla de Pascua, para recuperar la conciencia de la historia, la política, el arte. No se trata de una obra capital de Augé; pero es una excelente aproximación a sus ideas decisivas. Los no lugares (“espacios sin nostalgia ni esperanza, ciudades gen‚ricas tan parecidas a sus aeropuertos”), la sobremodernidad, las tres formas de olvido, la omnipotencia de la imagen se hilvanan en once ensayos arduos que obligan a detenerse, releer y pensar. Hay un despiadado análisis del turismo y de la ciudad moderna que ya no produce ruinas y cambia, ¡ay!, más rápido que nosotros. Hay una revisión de Viaje al Congo de Gide. Roma, Berlín y París se colocan también bajo el frío microscopio de este gran viajero y profesor de la afamada Ecole des Hautes Etudes en Sciencies Sociales. A pesar de la melancolía y de la condena a la globalización que baila al compás del dólar, Augé es optimista. “La humanidad no está en ruinas, está en obras. Pertenece aún a la historia”, sentencia.

­ Guillermo Belcore­

­Calificación: Bueno­

­PD: No es fácil. Para el amante de lo arduo.

sábado, 14 de junio de 2008

Chiquita


Antonio Orlando Rodríguez­
Alfaguara. Novela, 550 pág
inas. Edición 2008.­

­ Marcel Schwob lamentaba que los escritores supusieran que sólo la vida de los grandes estadistas fuera susceptible de interesarnos. Postuló que el arte del biógrafo consiste en dar a la existencia de un mísero farandulero igual valor que a la del mismo Shakespeare. Esta novela -divertida, inteligente y por momentos rocambolesca- complacería su exquisito paladar.

Antonio Orlando Rodríguez (Ciego de Avila, 1956, foto) ganó el Premio Alfaguara 2008 con una biografía imaginaria de una mujercita real. Espiridiona Cenda -Chiquita para más señas- sesenta y seis centímetros de estatura, nacida en Cuba, artista de variedades que puso a sus diminutos pies a Estados Unidos, un país ávido de prodigios. Nunca se resignó a entretener como curiosidad humana. Tenía la sangre ardiente y el don de conmover.

La obra va desde el nacimiento de Chiquita en Matanzas en 1869 hasta los años de vejez en un balneario de Nueva York bien entrado el siglo XX. El tono es de folletín. La prosa, sabrosa en sus expresiones caribeñas, lo dice todo. Se abusa del realismo mágico y lo real maravilloso. Se urde un fresco social y político interesante, primero en la isla bajo dominación española luego en una gran potencia en ascenso y en el París lujurioso. Como en los clásicos, la vida individual se confunde con el devenir de los pueblos, en este caso la tumultuosa lucha de los cubanos para independizarse, gesta que azuzó la rapiña del Tío Sam. Hay ciertas ayudas que es mejor no tener que agradecer.

Pero lo más encantador del libro es el vigor y la viveza para alcanzar el triunfo de Su Alteza de Liliput. Explotó la fascinación de la época con la gente minúscula. Nunca le fue fácil. Nueve de cada diez humanos se arrogan el derecho de vapulear a los pequeños.­
Guillermo Belcore­

Publicada en suplemento cultural del diario La Prensa.­

Calificación: Buena.­

­PD: El interés no flaquea casi nunca, a pesar de las más de quinientas páginas. Un agradable pasatiempo.­

jueves, 12 de junio de 2008

Partes de guerra, Malvinas 1982

Graciela Speranza y Fernando Cittadini­
Edhasa, 237 páginas. Edición 2005. Precio: 40
pesos.

­

Juan José Gómez Centurión, brillante subteniente en 1982, tiene razón: los argentinos somos -para bien y para mal- un pueblo reñido con lo épico. Por ello, agoniza en el olvido la gesta de un puñado de compatriotas que entre mil desdichas mantuvo a raya al mejor ejército del mundo. Por ello, escaparon libres del apropiado castigo los responsables del hambre, las amputaciones y la locura de miles de combatientes.
Este libro fue escrito en 1997; hilvana testimonios de veteranos de la Guerra de Malvinas. Es magnifica la tarea de montaje; la mano invisible de los autores produjo una suerte de novela de no ficción, con elevado dramatismo. Voces, sólo voces, como ecos, como atroces chistes sin gracia, parafraseando a la canción callejera.
Los relatos van desde la movilización hasta el reencuentro de los leones de la batalla de Ganso Verde. Sorprende su incómoda sensación de apoderarse, no de una tierra irredenta, sino de un trocito de Escocia. Vemos las peores miserias humanas, pero también a oficiales que protegían como hermanos a las tropas bisoñas. Meditamos sobre las razones sensatas del teniente coronel Italo Piaggi (se lo pretendió convertir en chivo expiatorio) para rendir la plaza. Cómo no conmoverse con recuerdos así: "El canto de guerra de la provincia de Corrientes nos hacía hervir la sangre". O con la carta que el teniente Estévez, un verdadero místico, le dejó al padre.
Queda claro que -excepto la recuperación de las islas- todo lo demas fue la más pavorosa improvisación. Chicos obligados a malvivir setenta y cinco días a la intemperie, a montar una línea de defensa con palitas, a alimentarse con lo que pudieran cazar. Es indignante. Pero uno, desde la más injusta comodidad (por un par de años no fui llamado a armas), no puede sino admirar a los otros, a los héroes de Malvinas.
Guillermo Belcore­

­Calificación: Muy bueno

­PD: Voy a arriesgar una opinión fuerte. Lo mejor que se ha escrito sobre la Guerra de las Malvinas. Te lo recomiendo.

PD II: Hay un buen reportaje a los autores en http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2166-2005-04-17.html


martes, 10 de junio de 2008

El coleccionista de mundos

Ilija Trojanow­

Tusquets Editores. Novela histórica, 393 páginas. Edición 2008

Fiel a la premisa de Nietzsche, Sir Richard Francis Burton (1821-1890) convirtió su vida en una obra de arte. Fue militar, hombre de letras, orientalista, explorador, diplomático, hipnotista y antropólogo. Tradujo Las mil y una noches y el Kamasutra. Habló ventinueve lenguas y fue capaz de cambiar de religión como de conducta o vestimenta. Indagó también la Guerra del Paraguay. Impetuoso como el búfalo, quiso experimentarlo todo. Escandalizó a la era victoriana, tenía una mente demasiado independiente. Desarrolló una mirada aguda para captar las injusticias del mundo. Creyó que el destino supremo del ser humano es llegar m s lejos que sus antepasados. Este libro se inspira en su existencia y su obra.

Ilija Trojanow, nacido en Bulgaria en 1965, es una de las estrellas de la literatura alemana. También es un trotamundos (acaba de visitar la Feria del Libro de Buenos Aires). Empleó siete años para forjar una espléndida ficción biográfica. Noveló tres fragmentos relevantes en la carrera de Burton: su servicio como espía en el Indostán, el peregrinaje (disfrazado de derviche) a los lugares santos del Islam y la exploración del Africa oriental en busca de las nacientes del Nilo.

El coleccionista de mundos, publicado en 2006, encontró miles de lectores y cautivó a la crítica. La trama se articula con un artificio muy agradable: la narración omnisciente se alterna con el relato de testigos hindúes, turcos, árabes y africanos. La prosa es densa, concreta y bella. El libro exhala magia y exotismo. Desborda de aventuras y escenarios fascinantes del siglo XIX. No obstante, creemos que su mayor riqueza surge de su condición de novela de ideas. “El demonio radica en las diferencias que las personas construyen entre sí”, postula Trojanow en una estimulante aproximación personal al encuentro entre civilizaciones.­
Guillermo Belcore­

Publicado en el Suplemento cultural del diario La Prensa.

Calificación: Muy bueno


lunes, 9 de junio de 2008

77

Guillermo Saccomanno­
Editorial Planeta. Novela de 273 páginas­

­A la estirpe de los intelectuales nac & pop, pertenece el autor de esta novela. Son gente que concibe la literatura como una tribuna, o bien como un atril, que ahora está de moda. El escritor se entromete una y otra vez en la trama para recalcar un mensaje. Se trabaja en blanco y negro, no hay matices. ¡Todo es tan previsible en el universo del peronismo de izquierda! Alguien debe afirmar que Sarmiento fue un cipayo; el Che Guevara, un héroe idealista; el comunismo criollo traicionó a los descamisados, y la Sociedad Rural es una gran calamidad.


El lector encontrará acá una denuncia airada y un poco rocambolesca del año más sangriento de la dictadura. El protagonista se llama Gómez. Es profesor de literatura, cabecita negra (sic) y gay promiscuo. También es -como el autor- nacional y popular. Saccomanno buscó, según ha explicado, darle la voz de Briante o de Viñas, es decir, la de un ser culto y plebeyo al mismo tiempo. Honesto a su manera, el cincuentón vive aterrado: los militares obran con el salvajismo de la Santa Inquisición. Presencia como secuestran a jóvenes; los Falcon verdes son legión y lo acosan. Piel y hueso va quedando por la pavura, pero las apetencias -notaba Nietszche- son monstruos espléndidos. Gómez se vuelve amante de un policía homicida y traba relación íntima con una parejita de guerrilleros. Qué nadie demonice a esos chicos apasionados, nos advierte Guillermo Saccomanno.

La construcción de personajes es, quizás, lo mejor logrado de una novela que cierra la trilogía con la que Saccomanno enjuicia la historia reciente de la Patria. Tiene el encanto de lo kitsch y de las cosas imperfectas. Combina cliché, melodrama, absurdo y compulsión por pontificar. Se ha deslizado, ¡ay!, un error propio de un chambón o de un elitista. Se escribió que el Ferrocarril Urquiza sale de Retiro y lleva a Villa Ballester.­
Guillermo Belcore­

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa.

Calificación: Regular

PD: Si pensás como Kirchner, te va a encantar.

PS: El 17 de julio de 2009 esta novela recibió en Gijón el Premio Dashiell Hammett a la mejor novela policial publicada en lengua española, según el fallo del jurado integrado por Juan Bas, Paco Ignacio Taibo II, Carlos Salem, Bruno Arpaia y Ricardo Menéndez Salmón. El veredicto destaca la "extraordinaria fuerza narrativa" y "el profundo calado histórico" de 77

sábado, 7 de junio de 2008

Cortos

Alberto Fuguet­
Alfaguara. Cuentos, 319 páginas. Edición 2006­.

­En la nueva narrativa latinoamericana, brilla una estrella chilena. Alberto Fuguet es el alquimista que transmuta en literatura el kitch, la cultura pop, el esquematismo ideológico, el melodrama, la frivolidad y las técnicas provenientes de otras expresiones artísticas, en especial del cine. El cóctel es delicioso. Cortos incluye ocho relatos que se entrelazan con elegancia. Las páginas bullen con personalidades fallidas, perdedores en potencia o en acto, sobrevivientes buscando un lugar en el mundo con recuerdos que arden. Hay jóvenes que fracasan en ingresar a la universidad, funcionarios del FMI corroídos por la soledad, víctimas de sus padres, estafadores estafados que se lanzan a la carretera. Tolstoi tenía razón, sólo nos atrapan los infelices.
Debe elogiarse el propósito de Fuguet de fusionar cine, literatura y periodismo. No se trata sólo de una depurada capacidad para recrear escenas visuales, sino que se amalgama el cuento tradicional con el guión basado en diálogos y con el reportaje. Hay una road movie, tomas y escenas, flash backs. No es casualidad que el libro viera la luz en 2004, poco antes de que el autor presentara Se arrienda su primer largometraje.
Más allá de la vía experimental que incluye íconos y distintas tipografías, el libro seduce por sus virtudes clásicas: está muy bien escrito y las historias son entretenidas. Empero, el estilo merece dos reparos. La profusión de menudo color local delata que el autor, que en su momento abominó del realismo mágico, se empeña en cautivar a los extranjeros. En segundo lugar, hay cierta propensión a amonedar aforismos, esa sabiduría de pacotilla. Pero al fin de cuentas se trata de dos ripios que no estropean el valor de la obra.­

Guillermo Belcore­

­CALIFICACION: Bueno

PD: Alberto Fuguet tiene un blog muy bueno:

http://www.albertofuguet.blogspot.com
­

viernes, 6 de junio de 2008

Diario de la rabia

Héctor Libertella­
Beatriz Viterbo. Novela, 92 páginas. Edición 2006

­ El 7 de octubre de 2006 falleció el señor Héctor Libertella. Tenía 61 años, era habitué del bar Varela Varelita y había amonedado fama como novelista, editor, docente y crítico. En algún obituario se lo llamó “gran escritor de culto”, es decir, fue el dios de una feligresía tan diminuta como apasionada. Ha legado a la posteridad este librito con sabor a inclasificable.­

El sello Beatriz Viterbo nos informa que la obra tiene una curiosa historia. Nació como cuento para una prestigiosa editorial de Londres, pero el primer intento de los traductores concluyó en rotundo fracaso. Libertella lo convirtió en novela corta y trató de enjuagarlo, pero mientras tanto un tal Jeremy Munday había logrado volcarlo al idioma inglés. Quedaron pues dos versiones. Esta es la más extensa.­

A pesar de las correcciones, la trama es cristalina como un jeroglífico. Tras un par de breves parábolas, escuchamos a Rassam, un turco que sirvió a Sir Rawlinson “con tanta precisión como un corte en la garganta”. Se dedicaba a desenterrar tablillas de los asirios, pero pervertía los hallazgos. Viaja luego a Londres donde práctica el arte lapidario de la falsificación. Finalmente se gana la vida fabricando antigüedades repugnantes.­

Al parecer, el narrador ha jugado a parodiar, simbolizar, hilvanar oscuras alegorías -un subgénero más bien irrelevante- y también quiso mofarse de los académicos. El estilo, de exquisita sintaxis, recuerda a César Aira, a quien, justamente, le dedica un libro repleto de alusiones y guiños. La nouvelle, redondeando, sólo es aconsejable para el lector que ame las extravagancias. Más allá de su valor literario (o su falta de), circunstancias ajenas e inesperadas lo consagrarán, sin duda, en el panteón de la grey libertellana.­

Guillermo Belcore­

­Calificación: Regular­

­PD: ¡Ah!, amigos, ese furor argentino por el disparate.

miércoles, 4 de junio de 2008

Sauce ciego, mujer dormida

Haruki Murakami­
Tusquets Editores. Cuentos, 386 páginas

Si alguna duda quedaba, este volumen confirma que Haruki Murakami (Kioto 1949) es uno de los mejores escritores vivos. Su obra pide a gritos el Nobel de Literatura. Llega ahora a las librerías argentinas una recopilación de sus textos breves. Son 24 relatos en total, escritos entre 1979 y 2005, gemas muy valiosas casi todas, de la más variada naturaleza.

Murakami, esencialmente un novelista, explica en el prólogo que entiende el cuento como la improvisación en el jazz: el argumento lo lleva donde le plazca. Esa trama invertebrada se percibe aquí y allá, pero nunca rebaja la eficacia narrativa. Cierto aire de ensueño es lo que unifica las historias. Hay rarezas, una suave nostalgia, jóvenes a la deriva, inconformismo, rituales, grandes decepciones, amores imposibles, soñadores que tratan de descifrar el misterio de la vida, infortunios. Tienen las páginas de Murakami un tinte muy singular, igual que cuando se mira a través de un filtro de colores. “Todo lo que escribo es, más o menos, un cuento extraño”, ha reconocido el escritor japonés más famoso en Occidente.
El lector encontrará aquí de todo, incluso descripciones detalladas como en una miniatura. Somorgujo es un perfecto relato kafkiano, con un pasillo infinito, una contraseña, un jefe que jamás se ha dejado ver. La tía pobre cultiva el realismo mágico. Conitos, la alegoría: los seres humanos somos como cuervos que se disputan a picotazos una fruslería cualquiera. La chica del cumpleaños es un típico cuento de hadas. La lectura de Los gatos antropófagos suscita una reflexión inquietante: no es el enamoramiento o la pasión desaforada lo decisivo en una pareja, sino un estado de entendimiento mutuo cercano a la empatía. Hablar, hablar mucho es lo que cuenta, muchachos.

­Guillermo Belcore

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa

Calificación: Muy bueno


­

lunes, 2 de junio de 2008

Los profetas de la felicidad

Alain Minc­
Editorial Paidós
- Ensayo de Economía. 207 páginas. Edición 2004. Precio aproximado: 30 pesos.

Una pregunta formidable abre el libro: ¿acaso la ciencia económica vive por encima de sus medios? Sí, la economía es la gran matriz de la sociedad moderna. Más aún, en la era de la globalización se asume como una suerte de religión con un clero multiforme y pretensiones de dominar la realidad. Pero, ¡ay!, sólo estamos oyendo mil balbuceos minúsculos, encuadrados en dos campos: el cromosoma liberal o el keynesiano. Revise la estatura descomunal de los clásicos y verá lo endeble y superfluo de las teorías de los últimos años.­ De eso se trata este ensayo. Alain Minc, sofisticado y elegante pensador francés, desmenuza la vida y obra de quince prohombres de la economía. Y se interroga por su actualidad. Desde Adam Smith, el padre fundador, hasta Alain Peyrefitte, el pionero de la femenología de la confianza. La travesía intelectual por más de doscientos años resulta fascinante. Sirve incluso para reflexionar en torno a la decadencia sin parangones de la Argentina. Marx profetiza sobre los efectos de una revolución tecnológica o la liberalización de los intercambios. Schumpeter ilustra sobre la destrucción creativa y la necesidad de emprendedores. Pareto bosqueja la circulación de las elites y Rawls, en nombre de la equidad, obliga a repensar lo que llamamos eficacia. Siguiendo los pasos de Keynes, entendemos una pizca mejor a Kirchner y Lavagna. Con Hayek y algún otro demiurgo del mercado desentrañamos los (¿felices?) noventa. La prosa de Minc es hospitalaria con el hombre de la calle. Y esboza una hipótesis que interpelará al lector erudito: la ciencia económica será amplia, ambiciosa, artesanal y multidisciplinaria o será irrelevante, es decir, no tendrá papel social alguno. Guillermo Belcore­

­Calificación: Bueno­

­PD: Muy ameno e instructivo. Ideal para quien desee aprender o revisar fundamentos de economía.

PD II: Transcribo un perfil de Minc publicado en el diario El Mundo de Madrid:

“Liberal es una palabra que en Francia siempre despierta recelos, y Alain Minc lo es hasta la médula, entendido el liberalismo sencillamente como 'una filosofía fundada en los derechos individuales'.A este hombre menudo y afable, de maneras exquisitas, le encanta ir a contracorriente”.
“Nacido en París en 1949, pasó por algunas de las instituciones más prestigiosas donde se forman las élites francesas (Escuela de Minas, Instituto de Estudios Políticos, Escuela Nacional de Administración) y fue inspector de finanzas. Ha estado en los consejos de administración de varias grandes empresas, fue brazo derecho del italiano Carlo de Benedetti y hoy asesora a los príncipes de las finanzas y la industria desde su consultoría AM Conseil, además de presidir el consejo de vigilancia de Le Monde”.

“En los 24 libros que lleva publicados -la mayoría dedicados a la economía y la política- Minc se ha adelantado a menudo a su tiempo. La informatización de la sociedad, se titulaba el primero, escrito en 1977 con Simon Nora, antes de que la expresión sociedad de la información se incorporara al lenguaje cotidiano. Pero nunca está donde se le espera. A principios de los 90, cuando Francia pasaba del tabú al culto al dinero, él, que cree en la economía de mercado y tiene escrito su amor al capitalismo y a «su infinita capacidad de movimiento y renovación», no dudaba en reclamar la regulación y la rehabilitación de la ética en La locura del dinero.
Siempre agitador de ideas, en La borrachera democrática, denunciaba la «nueva santísima trinidad» compuesta por el poder judicial, la opinión pública y los medios, un fenómeno capaz de generar el «peronismo mediático» del que consideraba principal exponente a Silvio Berlusconi. Partidario de La mundialización feliz en pleno auge del fenómeno José Bové, Minc es un intelectual políticamente incorrecto.
«Cuando hayamos comprendido que el Estado no tiene el monopolio del interés general y que el mercado no aporta una respuesta satisfactoria a ciertas cuestiones, habremos dado un gran paso hacia la madurez ideológica», asegura.