lunes, 28 de julio de 2008

Diálogo entre un sacerdote y un moribundo

Marqués de Sade­
Editora AC. Ensayo filosófico. 95 páginas. Precio aproximado: 15 pesos. Edición: diciembre de 2005
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­ La historia recuerda a Alphonse-Francois Donatien (1740-1814) por su depravación sexual. Pero hay otra arista fascinante del Marques de Sade. Fue el más inflexible de los ateos. Desarrolló su lógica -como explica el sublime prólogo de Maurice Heine- hasta las últimas consecuencias, desafiando escrúpulos, ideas adoptadas, convenciones sociales, leyes morales. Acuñó una premisa incendiaria: “Depura tu razón, rechaza tus prejuicios y no tendrás más necesidad de tu Dios”. La réplica de Francia fue implacable. El atormentado noble pasó veintisiete años y un mes en once prisiones bajo la monarquía, la Primera República, el Imperio y la Restauración.­

Editora AC reimprimió sus obras, en una esmerada edición bilingüe. Diálogo entre un sacerdote y un moribundo es lo que su nombre índica, una conversación de ideas al borde de la cama. Sade, en nombre de la razón, pulveriza los argumentos de su adversario. Dice que toda la moral humana puede contenerse en una frase: haz a los demás tan felices como tú quisieras serlo. Y sentencia que, si la comprensión es el primer elemento de la fe, todo lo que está por arriba de los límites del espíritu humano es quimera o inutilidad. Dado que la voluptuosidad es su bien más valioso, momentos antes de expirar se entrega a seis hermosas mujeres. Invita a su compañero al deleite. En brazos de la lujuria, el prelado se vuelve “un hombre corrompido por la naturaleza por no haber sabido explicar lo que era la naturaleza corrupta”.­

Heine postulaba que Sade debe ser tratado con idéntico respeto que un texto de Pascal. Obviamente, el lector con una delicada sensibilidad religiosa ni siquiera debe acercarse. Pero quedará encantado quien -como Borges- disfrute las ideas filosóficas por su originalidad y su potencia estética.

Guillermo Belcore­

Calificación: Bueno

PD: Dinamita pura.

viernes, 25 de julio de 2008

Vida de Pi

Yann Martel
Destino. Novela. Edición 2003

George Steiner, ese sabio al que nos gustaría tanto parecernos, profetiza desde hace años el fin de la palabra. El estrépito de la música moderna, del videojuego y del aluvión on line sepultarían a la venerable novela. Sin embargo, hoy se editan más libros que nunca. Y resulta difícil secundar los argumentos del maestro cuando la narrativa muestra, como en este caso, semejante vitalidad. ­

Aquí, los hechos son extravagantes. Pi Patel, un chico indio e inofensivo de 16 años, ávido de lecturas y de Dios, sobrevivió 227 días en un bote salvavidas sobre las fauces del Océano Pacífico. Su compañero de desdichas fue un tigre real de Bengala de 250 kilogramos y dientes como el gladio de un legionario.

Yann Martel es canadiense, hijo de diplomáticos y por ende con infancia de trotamundos (Nació en Salamanca en 1963). Despliega uno de los estilos más elegantes y frescos de la ficción contemporánea. Gracias a un subsidio de la honesta y eficaz Canadá, invirtió cuatro años de su vida para novelar una historia tremenda. La obra, publicada en 2001, es rica en ideas, con sabrosas ramificaciones en torno a los secretos del zoológico, el comportamiento animal, el hinduismo, la vida en alta mar, la penurias del náufrago, la locura y la condición humana. Millares de lectores cautivados en todo el mundo y el Premio Booker 2002 (el más importante del mundo anglófono) homenajearon el esfuerzo. El escritor brasileño Moacyr Scliar, en cambio, lo acusó de plagio. Martel admitió sólo una leve influencia.

"Procuré estar siempre ocupado. Esa fue la clave de mi supervivencia", se explica el adorable Pi. Es un espléndido consejo. Sea flotando a la deriva con una bestia o bien en tierra firme junto a seres igual de ordinarios que nosotros.

Guillermo Belcore­

­Calificación: Muy Bueno

­PD: He visto esta espléndida novela en las mesas de saldo de Buenos Aires. Otra poderosa razón para comprarla.

miércoles, 23 de julio de 2008

El enigma del sufrimiento

Santiago Kovadloff­
Emecé. Ensayo de filosofía, 283 páginas. Precio aproximado: 45 pesos.

Fernando Savater comparó la literatura con una gran farmacia: ambas ofrecen remedios para todos los males. Como su título lo índica, este libro aborda un misterio humano por excelencia con el fin de destilar ideas para tratar el dolor sin dejarse consumir por el padecimiento. Hacer de lo perdido, un patrimonio. Convertir el fango del infortunio en el oro de la sabiduría vital. No todos pueden lograrlo, se aclara.

Santiago Kovadloff (Buenos Aires, 1942) nos persuade en las primeras treinta páginas que para sufrir hemos nacido. Mas aun, el dolor -al que designa como El Intruso- es el que nos vuelve plenamente humanos. Cuando la razón lo transforma en sufrimiento cumple una doble misión: desbarata la altivez del Ego y permite que el destino sea tomado en las manos de quien no deja nunca de estar a su merced. En el resto de la obra, el autor eslabona escenarios y protagonistas históricos que le permiten desarrollar la tesis. Transita de la Torre de Babel a las Madres de la Plaza de Mayo, sin ningún oportunismo. Indaga a Caín, Abelardo y Eloísa, Descartes y Montaigne. Se demora en una estación inevitable: desentrañar al bíblico Job. Hay un excelente elogio de la tristeza y una reivindicación de cierta erótica de la vejez. ¡Las huellas del tiempo son la lepra de nuestra época!, denuncia Kovadloff indignado.

La obra es densa, redundante, con relámpagos de lucidez y magníficas digresiones. Es lo que se espera, pues, de un aceptable ensayo de filosofía. A quien le fatigue navegar por la ética, la ontología y la metafísica no debería acercarse. Kovadloff es un buen glosador de textos sublimes y un pensador con fe, lo que da a su palabra un valor trascendente. Creer es amar, nos ilumina.­

Guillermo Belcore­

Publicado en el Suplemento Cultural del diario La Prensa

Calificación: Bueno

lunes, 21 de julio de 2008

Balas de plata

Elmer Mendoza
Tusquets Editores. Novela policial, 254 páginas­

­ En el noroeste de México se encuentra Sinaloa. Tiene, dicen, el puerto más bello del Pacífico (Mazatlán) y un prestigio bien ganado como granero del país azteca. La proximidad con Estados Unidos ha determinado que el cáncer de las drogas también allí haya hecho metástasis. De ese pequeño estado llegó a la Argentina pues una excelente novela policial. Su autor ha sido definido como "el primer narrador mexicano en registrar la cultura del narcotráfico".

El Marlowe subtropical se llama Edgar Mendieta; El Zurdo, para más señas. Es un detective que se psicoanaliza, toma notas en una Palm, viste todo de negro y va por la vida con el corazón remendado por un amor imposible. Trabaja en la división Homicidios de, acaso, la policía más corrupta del continente. Pero él, órale, es un tipo bastante íntegro, aunque bebe más de la cuenta. Su temeridad con los poderosos pide a gritos un escarmiento.

Mendieta debe investigar el crimen de Bruno Canizales, un abogado bien relacionado a quien le gustaba la vida exaltada. Lo liquidaron con una bala de plata calibre nueve milímetros. Una de sus amantes y sospechosa número uno (el pinche cuate era bisexual) se voló la tapa de los sesos veinticuatro horas después. ¿Crimen pasional, venganza, chanchullos políticos o el largo brazo del hampa? Un guiso muy espeso se cuece bajo el sol de Culiacán.

La trama atrapa desde la primera página. Hay decenas de personajes interesantes, todos de carne y hueso. Elmer Mendoza es un estilista notable, muy talentoso para registrar el habla de su pueblo. También es un tradicionalista, que entiende que la novela negra debe ser, de manera inexorable, novela social. Pinta un estremecedor fresco de una sociedad mexicana que se pudre hundida hasta el cuello en el dinero sucio.­

Guillermo Belcore­

­Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa.­

­Calificación: Buena

PD: Una gratísima sorpresa. Muy recomendable para el amante del género. Y para los que aman, como yo, al gran país azteca.
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sábado, 19 de julio de 2008

Una tormenta sutil

Giles Blunt­

RBA Serie Negra. Novela policial, 319 páginas. Edición 2007.­

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Esta novela policial transcurre en un ambiente tan diferente a la degradada Argentina como las montañas de Neptuno. En el libro se honran los derechos individuales, la autoridad es correcta y respetuosa, un asesinato es un suceso extravagante y algunos policías cultivan ideas de izquierda. El caso se desarrolla, pues, en Canadá, un nación hipercivilizada

El detective John Cardinal es el héroe. Un policía con problemas de conciencia, padre moribundo y esposa maníaco-depresiva. Secundado por una apetitosa compañera, sirve en la pequeña urbe de Algonquin Bay (North Bay, en la vida real), trescientos kilómetros al norte de Toronto, un enclave boscoso donde la naturaleza es todavía una fuerza temible. Las temperaturas son tan bajas en invierno que sólo de imaginarlo da miedo.­

La pareja debe descubrir esta vez al sujeto diabólico que proporcionó un cadáver foráneo al festín de los osos y luego asesinó a una médica destacada de la comunidad. El primer muerto es un ex agente de la CIA vinculado con el terrorismo separatista que incendió Quebec a principios de los años setenta. Intervienen la Real Policía Montada y el servicio de inteligencia de Canadá (¿el más incompetente del mundo?). Perturban la pesquisa la más feroz tormenta de hielo de los últimos cien años y oscuras conexiones políticas.­

El libro fue escrito en 2002. Es la segunda novela de Giles Blunt (1952, Ontario) en la saga del investigador Cardinal, que ya tiene cuatro tomos. La escritura es agradable, aunque sin grandes ambiciones. Se cumple el mandato editorial de enseñarle algo al lector. Esmaltan las páginas el fervor patriótico y el desdén hacia el vecino yanqui. Los personajes son vívidos. No hay escenas sangrientas ni super acción. Se va de manera metódica, sosegada y prolija hacia la verdad. Así son los canadienses.­
Guillermo Belcore­

­Calificación: Bueno­

­Publicado en el Suplemento Cultural del diario La Prensa.­

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PD: Margaret Atwood, ese prodigio, dijo en una entrevista reciente con La Nación que ``a los canadienses les encantan los crímenes misteriosos en ambientes salvajes''. Este libro lo confirma.­

jueves, 17 de julio de 2008

El misterio de las Tanias

Sebastián Edwards
Alfaguara. Novela de 371 páginas. Precio aproximado: 45 pesos.

Sebastián Edwards
nació en Santiago de Chile, se educó en la Chicago de Friedman y hoy es catedrático en la Universidad de California. Es uno de los economistas destacados de América. Pertenece también a esa cosmocracia que pulula en organismos como el Fondo Monetario. Este caballero tropezó un día con una buena historia. Le dio formato de novela de espías. El tema es cautivante: la infiltración de las elites latinoamericanas por parte de los servicios de inteligencia de Fidel Castro. La ejecución, no obstante, es defectuosa. La prosa es plana, aunque fácil, y hay un déficit de imaginación que se manifiesta en la inverosimilitud de algunas escenas y en darle encarnadura de actor a los personajes: éste parece William Hurt, ése Dany De Vito, aquélla Ali McGraw. Cunde la cursilería, pero el suspenso es agradable, por momentos.

La tesis es que la guerrillera Tania no fue un caso aislado. Se recordará que el Che Guevara, en la demencial aventura en Bolivia, tuvo a su lado a una muchacha argentino-alemana que se había infiltrado en el establishment del altiplano. La Habana le ordenó perseverar como espía, pero la chica se impacientó y saltó al monte. La liquidaron enseguida. Bien, Edwards sostiene que la Cuba roja reclutó y entrenó a varias Tanias que alcanzaron lugares privilegiados del poder burgués del cono sur.

El narrador-protagonista es un alter ego de Edwards: un profesor universitario que juega al detective privado. Investiga la muerte brutal de un amigo de toda la vida, quien, justamente, investigaba a las Tanias. Rastrea a oscuros personajes cubanos, lo muelen a golpes en Moscú y Buenos Aires, hasta que confirma que a fines de los años noventa se reactivaron las agentes dormidas de la Revolución. El misterio involucra al mítico botín de los Montoneros.­

Guillermo Belcore

Publicado en el Suplemento Cultural del diario La Prensa.

Calificación: Regular­

PD: No confundir con Jorge Edwards, un gran narrador.


lunes, 14 de julio de 2008

Un año con Schopenhauer

Irvin Yalom
Emecé. Novela de 303 páginas. Edición 2004.

Schopenhauer, escribió Borges, ha descifrado el universo. Wagner lo consideró un don del Cielo. Tolstoi sentenció que era el genio por excelencia. Nietzsche declaró que su vida jamás volvió a ser la misma después de haberlo conocido. Thomas Mann le rindió tributo. Freud, Wittgenstein y Conrad le deben bastante. Se lo recuerda como un misógino desdeñoso y sarcástico, un pesimista existencial. Esta novela comete la audacia de incluirlo en la trama y sale airosa.

Irvin Yalom es una eminencia de la psiquiatría norteamericana. También es un fabricante de best sellers. Aquí formula una hipótesis agradable: el saber filosófico enriquece tanto la psicoterapia como la vida cotidiana. Citas eruditas enaltecen su texto, pero consejillos tipo autoayuda, lo denigran. Plantea una interesante antinomia: atesorar cada momento vs. desapego; afectos vs lúcida soledad.

Una vida despreocupada ante la certeza de la muerte es el eje de la trama. Julius Hertzfeld, exitoso psicólogo de 65 años, descubre que un insidioso melanoma le concede un año más de vida saludable. Rememora y rastrea a uno de los pocos pacientes a quien no logró sanar. Pasaron 15 años. Philip Slater ya no es una bestia enloquecida a la caza de presas sexuales. Es una suerte de Señor Spock que vive según las premisas de Schopenhauer. Philip se suma a la terapia grupal que conduce Julius. Hay humor, chispazos, sentimentalismo y una defensa corporativa del psicoanálisis.­

Este libro encantará a los terapeutas y a quienes los consultan. Los capítulos son breves y se intercala la biografía de Schopenhauer. El estilo es ágil y con la única pretensión de ser entendido por todos. Una obra entretenida que anima a leer, pero sin intermediarios, a un pensador magnífico.­

Guillermo Belcore­

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Calificación: Bueno.­

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PD: Se escribió aquí: “puedo amar a alguien que no lee? Sí, siempre que sea inteligente'”.­

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PD II: Escribio Schopenhauer:­

* “siempre hay algo de placer en saber que otros sufren más que uno”­

* “quiero desear lo menos posible y saber tanto como se pueda”.­

* “una vida feliz es imposible; lo máximo que puede obtener el hombre es una vida heroica”.­

* “La mayor sabiduría es hacer que el objeto supremo de la vida sea disfrutar el presente, pues ésa es la única realidad; todo lo demás es un juego del pensamiento. Pero también podríamos llamarlo nuestra mayor locura, porque nunca vale la pena dedicar un esfuerzo serio a lo que existe sólo un momento y luego se desvanece como un sueño”.­

* “El matrimonio es una deuda que se contrae en la juventud y se paga en la vejez”.­

* “Jamás debes manifestar ira ni odio, salvo en tus actos... sólo los animales de sangre fría son venenosos”.­

* “Somos como ovejas que brincan en el campo mientras el carnicero las observa y elige una y luego otra; pues en los días venturosos ignoramos las calamidades que el destino guarda para nosotros: enfermedades, persecución, pobreza, mutilación, ceguera, locura y muerte”.­

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PD III: Tambien he visto por las librerías una edición de bolsillo.

sábado, 12 de julio de 2008

Pagaría por no verte

Juan Sasturain
Sudamericana. Novela policial. Edición 2008. Precio aproximado: 40 pesos.

En un back central, un parrillero o un escritor de novela negra el oficio resulta una virtud fundamental. El agrado está en el tópico. El relato policial debe incluir un detective íntegro y proclive a ser apaleado, vampiresas, un suspenso agradable, algunos cadáveres misteriosos, poderes corrompidos. Juan Sasturain (González Chávez, 1945) combina con gran solvencia estos ingredientes. Al igual que su detective veterano, Juan Argentino Etchenique, lo suyo es no buscar novedades. Hace repertorio como Edmundo Rivero.

Pagaría por no verte se ambienta a principios de los ochenta. Tres brujas urden el telón de fondo: paranoia, arbitrariedad y demencia homicida. Etchenique se reencuentra con el pasado, con El Pájaro Saldívar, una vieja y sórdida relación. El tipo es hoy un próspero empresario bien conectado con la Curia y las Fuerzas Armadas. Un cáncer lo está matando. Su yerno, un pelafustán con diploma universitario, contrata al investigador privado para confirmar que el socio de Saldívar maquina vaciar la fábrica de pinturas. Asesinatos no tardan en aparecer. Algo oscuro, excesivo y penoso corroe el sentido de los hechos, la lógica de las relaciones. Por fortuna, Etchenique tiene un amigo fiel en la Policía Federal. Por fortuna, el curso principal de la trama no se aparta del ámbito privado.

En lo que al estilo se refiere, el autor abreva en fuentes arltianas. Emplea palabras sencillas y claras; el tono es coloquial, el habla porteñísima. Se trata de realismo atorrante y boquisucia. La prosa es funcional y su lectura, adictiva. El enigma policial está bien forjado, por ende satisfará a los amantes del género. Sasturain es uno de esos escritores que nunca apartan su cuerpo de la historia. Uno oye a sus personajes, a sus ideas y a sus modismos y está escuchando al conductor del programa televisivo Ver para leer, que acaba de ganar un Martín Fierro.
Guillermo Belcore­

­Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa.

Calificación: Bueno

Post Scriptum: Podés encontrar más información sobre el libro en http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-3122-2008-07-27.html

viernes, 11 de julio de 2008

Desgarradura

E.M. Cioran
Ensayo filosófico. Edición 2005.­
Tusquets. 170 páginas
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Resulta imposible catalogar a Emil Cioran (1911-1995). Se ha escrito que su individualidad -como la de algunos ángeles- agotó la especie a la que pertenecía. La moda hoy es denigrarlo por dandy metafísico y por haber sucumbido a un pecado habitual: coquetear con el error durante la juventud. Pero sus páginas refulgen en la cumbre de la literatura universal. Siempre será un placer descubrir o releer el pesimismo desaforado y el fino sentido del humor de un estilista maldito que nació en Rumania, pero vivió en París, porque “es el único lugar donde la desesperación resulta agradable”.

Tusquets reimprimió una retahila de reflexiones, paradojas, sarcasmos, anatemas, comentarios cínicos y otras trepidantes expresiones que datan de 1979 y recorren las mismas perplejidades que interpelaron a Pascal, Buda y Zenón de Chipre.

La primera parte refiere a la historia, paraíso de los sonámbulos, obnubilación andante, odisea inútil sin excusa. Desmenuza, además, la decadencia de Occidente, Francia, el hombre curado de la tentación de lo titánico. En el capitulo Esbozos de vértigo se hilvanan decenas de aforismos, la especialidad de Cioran. Cumplen las tres condiciones que exigía Samuel Johnson: esplendor estético, fuerza intelectual y sabiduría. Pero es una sabiduría como la de Nietzsche, al borde del abismo.

Entre otros dardos envenenados, Cioran postula que la vejez, en definitiva, es el castigo por haber vivido. Más allá del nihilismo recalcitrante, éste es uno de esos textos febriles que el lector debe llevar en el morral mientras transita por la vida. Opera -postuló Savater- como un antídoto contra la superstición de decir cosas nuevas.

Guillermo Belcore­

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Calificación: Muy bueno

miércoles, 9 de julio de 2008

La casa de Dostoiesvky

Jorge Edwards­
Planeta.
Novela de 329 páginas. Edición 2008­

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En pleno centro de Santiago de Chile, se alzaba a fines de los años cuarenta un caserón misterioso de dos pisos, en estado de avanzada ruina. Hogar de escritores, pintores y otros locos talentosos también ofrecía refugio a locos desprovistos de cualquier talento. La mansión da título a esta espléndida novela y es el punto de partida de una trama que navega por más de dos décadas de historia latinoamericana.

Jorge Edwards ganó el Premio Planeta-Casamérica 2008 con una obra que, si bien se inspira en hechos reales e integra figuras históricas, confirma la plenitud novelesca de un narrador que ha engendrado, al menos, una obra indispensable de nuestra Sudamérica. Hablamos, como se sabe, de Persona non grata, denuncia formidable del estalinismo del trópico.­

Ahora, Edwards ha logrado desmenuzar una generación artística y política, mediante la biografía de un plumífero de tres al cuatro, un venido a menos, anarquista de izquierda, bueno para la fiesta, peleado con la vida y con sí mismo, ostentosamente ajeno a todo. El Poeta (con P mayúscula) se vuelve, al fin de la travesía, un personaje conmovedor. Lo seguimos por tugurios de la capital chilena, financiado por una bellísima latifundista, malviviendo en París, al servicio del castrismo hasta su desencanto con el policial-socialismo, sobreviviendo en la tempestad que desató Salvador Allende, arruinado y agonizante bajo la bota de Pinochet. El autor se ha inspirado en su amigo Enrique Lihn (1929-1988).

Atento al modismo popular pero trasparente por su esmerada sencillez, el estilo de Edwards cautiva hasta la última página. Es el fruto de un espíritu sensitivo, moderado y fino. Una dulce nostalgia envuelve el conjunto. Se trata, en síntesis, de una obra magnífica que nos reconcilia con los premios literarios, tan poco estimulantes en los últimos tiempos.­

Guillermo Belcore­

Publicado en el suplemento cultural de La Prensa.­

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Calificación: Muy bueno.­

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PD: Podés leer el primer capítulo en www.casaamerica.es­

II: El caso Padilla, deleznable persecución castrista de un poeta inofensivo, está muy bien documentado.

lunes, 7 de julio de 2008

La noche quedó atrás

Jan Valtín
Seix Barral. Autobiografía, 782 páginas. Edición 2008.

El bolchevismo conquistó Rusia mediante la revolución y estableció una dictadura bajo la férula del Partido Comunista. Edificó un imperio mayor al de los zares y orquestó una gran conjura global para desestabilizar a países enteros. Propició el asalto del nazismo al poder y fue indiferente ante el sufrimiento humano. Generó fanatismo, miseria y una pavorosa incompetencia. Traicionó ideales y esperanzas; asesinó a millones de personas. De todo ello da cuenta esta magistral autobiografía. Un revolucionario profesional, un hombre que sólo vivía para la causa, relata paso a paso sus proezas en una era turbulenta e irresponsable. Las memorias retratan el período de entreguerras, van de Lenin a Adolf Hitler

­ Jan Valtin es el pseudónimo de Richard Krebs (1904-1951), militante leal del Partido Comunista alemán y eficaz esbirro de Moscú que en la década del treinta fue capturado por la Gestapo. Lo torturaron hasta la locura, pero los timó: se convirtió en agente doble. Stalin lo recompensó, como a tantos, sentenciándolo a muerte. Empero, logró huir a Estados Unidos, país al que sirvió en el Pacífico con un fusil en las manos. Publicó La noche quedó atrás en 1941 y fue un éxito de ventas. Hoy es un clásico de la literatura política del siglo XX, con un valor testimonial análogo a las obras de Arthur Koestler.­

El texto puede disfrutarse como novela de aventuras, con pasajes que cortan el aliento. Krebs se empeñó en una obra conspirativa. Desde Buenos Aires a la China trajinó para que el Komintern se asegurara el control de los siete mares, creara la Alemania soviética, sobreviviera al exterminio en un ambiente hostil. La decepción lo aguardaba al final del camino. Su testimonio vindica la teoría de los dos demonios. Deja claro que nazis y comunistas son la misma calamidad histórica.
Guillermo Belcore­

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa.­

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Calificación: Bueno

PD: Que no intimiden las setecientas páginas. Esto es historia viva, con misiones peligrosísimas de espías. La verdad es que nunca me fatigó. Te lo recomiendo si se interesan las turbulencias del siglo XX.

sábado, 5 de julio de 2008

agua, perro, caballo, cabeza

Gonçalo Tavares­

Letranomada. Relatos breves, 117 páginas. Edición 2008. Precio: 33 pesos.­

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Un nuevo sello editorial trajo a la Argentina una estrella en ascenso de la literatura portuguesa. El lector que se precie de tal no debería perderle el rastro a Gonçalo Tavares. Saramago ha dicho que se siente tentado de darle un puñetazo por pura envidia. Cómo hace este muchacho para escribir tan bien, se preguntó.

Los relatos breves, brevísimos, aquí reunidos provocan una suerte de adicción. Uno no puede dejar de leer, aun cuando nos oprima el corazón, nos induzca al desaliento o nos revuelva el estómago. “La vida es vulgar, es banalidad, es asco y sangre”, parece ser la premisa. Quien esté familiarizado con Cioran disfrutará ciertas atmósferas.

La prosa de Tavares brilla por su originalidad. Digita historias paralelas como si fueran hebras de colores. Las combina y así va urdiendo un cuento. Nunca sobran palabras; se ciñe a lo imprescindible. “Estos textos, que fueron escritos de noche, quisiera que fueran leídos como si fuesen canciones, por ejemplo de Leonard Cohen: tienen un sentido y sensaciones no muy explicables. Son historias urbanas, rápidas”, ha explicado en una entrevista con su editora argentina (la encontrás en www.letranomada.com).­

El mal, la muerte, la enfermedad, el destino y la guerra agitan las páginas. Un hombre ofuscado anuncia la intención de rebanarle la garganta, con una radiografía, a una ramera detestable. A una niña de seis años le espera el porvenir de las feas y las bobas. Vagabundos actúan como chimpances mezquinos. Negros y ancianos son apaleados. Hay adulterio, locura, monedas malditas, perdedores en el colmo de su degradación. Tavares, que nunca se va del libro, pide cuentas a Dios por los terremotos, qué es eso de manipular lo creado sin distinciones. Si te tumban combate de rodillas, nos sugiere este escritor tan excitante.­

Guillermo Belcore­

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa­

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­Calificación: Bueno­

jueves, 3 de julio de 2008

El terror nazi

Eric Johnson­
Paidós. Ensayo de historia. Precio aproximado: 45 pesos
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En un poema sublime, Borges conjeturó que el nombre puede ser arquetipo de la cosa. En la palabra Gestapo, sin duda, está encerrado lo peor del siglo XX. La policía secreta de Hitler fue el cerbero que exterminó a la oposición izquierdista, a los clérigos inclaudicables y a los enemigos inocentes de aquella satánica voluntad de pureza. ¿Quiénes eran esos hombres-bestia que ejecutaban órdenes inauditas? ¿Por qué pudieron hacer lo impensado? Este libro minucioso ofrece respuestas precisas.­

Eric Johnson dedicó a la investigación y redacción una década de su vida. Leyó miles de expedientes de los años infernales. Entrevistó a centenares de octogenarios que abrieron su alma y su memoria. El resultado es excelente, una pintura detallada de la contribución de los individuos (los oficiales de la Gestapo y los ciudadanos corrientes) y de la sociedad en su conjunto a la política de terror de una ideología depravada.

Acorde al espíritu de la época (se adora la microhistoria), el autor parte de lo particular para luego trazar conclusiones generales. Pone bajo el microscopio, con generosa documentación, tres municipios de la Renania (Colonia, Krefeld y Bergheim). Y relata decenas de casos conmovedores, como la del jesuita Josef Spieker, un santo, perseguido por los nazis y luego marginado por la madre Iglesia. También recuerda el caso que inspiró la excelente película Sophie Scholl (no te la pierdas).

El honesto historiador estadounidense esboza un puñado de conclusiones: La barbarie nazi no fue indiscriminada. Millones de alemanes sabían que se estaba perpetrando el Holocausto. El silencio no se debió al antisemitismo, sino a una mezcla de cobardía, despreocupación moral por quienes eran vislumbrados como extraños y sometimiento servil a la autoridad. Hanna Arendt se equivocó: los esbirros de Satán nunca fueron banales.­

Guillermo Belcore­

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Calificación: Bueno

martes, 1 de julio de 2008

Luisito

Susanna Tamaro­

Seix Barral. Novela 102 páginas. Precio aproximado: 30 pesos.­

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Susanna Tamaro (Trieste 1957) escribió en 1994 el libro italiano más exitoso del siglo XX. Donde el corazón te lleve ha vendido, en efecto, más de 14 millones de ejemplares. Desde entonces, esta narradora, que se define como antimoderna y católica practicante, vive en el campo practicando artes marciales y rodeada de sus queridísimos animales. Sus obras, muy desparejas, se caracterizan por una santa trinidad: austeridad, intimismo y melancolía. Hablan de espiritualidad y reinvidican a la Santa Sede, por eso el establishment cultural de izquierdas las aborrece. La crítica italiana, no obstante, recibió con agrado su última nouvelle, una bella fábula de amor, compuesta “en contra de un mundo inhumano que desprecia a los ancianos”.­

El libro narra a una maestra jubilada que descubre en un papagayo una luz que ilumina su monótona soledad. Anselma Scattolin, que nunca había sido realmente feliz con un marido ruin, recibe al final de la vida sólo gestos rituales de sus dos hijos, empeñados en internarla en un geriátrico para arrebatarle la casa. De los nietos mejor no hablar. ¿Qué ha hecho la prosperidad con los niños? Los tornó cómodos, arrogantes, ingratos. La trama se sostiene en una certeza difícil de rebatir: el mundo ha empeorado y la educación reblandecida tiene gran parte de la culpa. Anselma, justamente, había sido obligada a renunciar a la docencia por darle un bofetón a un canalla de pantalón corto.

La novelita, algo cursi sin duda, se inspiró en el célebre cuento de Flaubert Un corazón simple. Fácil de leer, se devora en un par de horas pero con el corazón estrujado. En el fondo es una historia triste. El lorito mágico (¿es la encarnación de una amiga muerta?) tiene un alma más sensible que la mayoría de los semejantes de Anselma. Quien tenga una mascota en casa sabrá de qué hablamos.­

Guillermo Belcore­

Publicado en el suplemento cultural de La Prensa­

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Calificación: Bueno­

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PD: Se me ocurre que es el regalo ideal para tu mamá, tu tía o tu madrina.­