Stephen Dixon
Eterna Cadencia, 156 páginas. Edición 2015.
Ha definido Stephen Dixon (Nueva York, 1936) la originalidad como el hecho de plasmar algo de una manera que no se haya hecho antes y que esté tan bien hecho que no haya que volver a hacerlo. Hay una definición criolla más bonita. Para el padre Leonardo Castellani, la virtud de la innovación es la del escritor que machetea su picada brava, explorando lo oscuro, siguiendo pistas falsas, volviendo atrás numerosas veces. La originalidad es, por lo demás, una de las cinco variables que define la potencia estética de una obra, de acuerdo a la autorizada opinión de Harold Bloom. Si está presente en el texto, tanto mejor. Queda claro en la segunda recopilación de cuentos de Dixon que el sello Eterna Cadencia acaba de lanzar en la Argentina.
Nos informa Eduardo Berti en el prólogo que Dixon, escritor “falsamente simple”, ha publicado unos quinientos cuentos. Vaya creatividad. La selección de Ventanas es magnífica. El volumen incluye doce relatos que seducen tanto por la experimentación con la forma como por el contenido que puede resumirse en cinco palabras: la poética de los sentimientos. Puede que alguien piense que discurrir sobre la complejidad del amor filial o la amargura de la separación es andar sobre un sendero trillado. No es así. Es ir al fondo de la condición humana. La política es lo superficial, en todo caso.
Entre otras maravillas, Ventanas incluye un cuento hecho de meras posibilidades; otro de puros pensamientos. ‘Cuervos’ testimonia una característica singular de la producción dixoniana: el lector no puede estar seguro de nada. ‘El pintor’ deja en evidencia la ridiculez del mercado de las artes visuales. ‘Una historia pasada por agua’ tiene un dejo garciamarqueano, en el sentido de advertirnos sobre los inexorables bandazos del destino. ‘Dijo' es otros prodigio: prescinde de lo dicho en un diálogo pero no de la acción de dialogar. Es como una película sin sonido, ha notado Berti. La cordura y la felicidad son una pompa de jabón, nos alecciona ‘Luna’.
El prólogo obsequia al lector otra gema. ‘Wife in Reverse‘ narra una existencia hacia atrás. Es, por así decirlo, el hermanito menor de ‘Viaje a la semilla’, la sublime creatura de Alejo Carpentier.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario