sábado, 27 de octubre de 2018

Harry Bosch, la serie

Hay dos mastines en permanente disputa en tu interior. Uno es el que te conduce a hacer a lo correcto. Serás aquél a quien alimentes.

 H.B.







Hollywood y los fabricantes de series nos han mal acostumbrado. Cuesta deslumbrarse con el héroe sin atributos especiales. Como Harry Bosch, implacable investigador en la comisaría Hollywood de Los Angeles. Pura prepotencia de trabajo, con un toque de intuición, pero nada del otro mundo.

En su afán por competir con Netflix y HBO con buenas artes, Amazon Studios ha llevado a la pantalla chica al protagonista de las novelas de Michell Connelly, para algunos críticos destacados -como Sergio Crivelli, de La Prensa- uno de los mejores escritores de novela negra de la actualidad, a la altura de Ross MacDonald. La serie Bosch fue desarrollada para la televisión por Eric Overmyer, factotum de The Wire.

Hieronymus Harry Bosch (bautizado así por el pintor Hieronymus Bosch) es un veterano de guerra (de la primera del Golfo y de Afganistán en la serie), aficionado al jazz y adicto al trabajo policial pero propenso a romper los reglamentos para castigar a los malvados. Es esa clase de lobo solitario que actúa según sus propias leyes. Es un detective de 47 años sufrido, parco y taciturno -como obliga el canon- que vive en una casa con vistas espectaculares (la compró por sus tareas como consultor con los derechos de El eco negro, la mejor novela de Connelly, dicen) que tiene, además del orgullo de los firmes de espíritu, una debilidad: su hija Maddie, fruto de un matrimonio trunco con una especialista en comportamiento criminal del FBI que ahora se dedica a ganar fortunas con el póker.

Encarna a Bosch (pronúnciese vaash) Titus Welliver (New Haven, 1961), un competente actor secundario que al fin ha encontrado un papel protagónico que le viene como anillo al dedo. Tiene la mirada de acero justa. La prensa ha destacado la actuación de dos secundarios que brillaron en la mítica The Wire: Lance Reddick (aquí el intrigante subjefe Irvin Irving) y Jamie Héctor, compañero de Bosch. Hay que destacar que el propio Connelly oficia como productor ejecutivo de la serie y, según ha declarado, está satisfecho por la creatura televisiva.

LA PRIMERA

Ofrece Amazon en su servicio de streaming las cuatro temporadas. Describiremos la primera, que amalgama tres libros de Connelly: City of Bones, Echo Park y The Concrete Blonde. Fue estrenada en 2015 y recibió muy buenas críticas.

La trama une dos casos espeluznantes que terminan convergiendo por razones fraudulentas:

a) Un doctor retirado encuentra entre la maleza de Laurel Canyon el esqueleto de un niño asesinado veinte años atrás. Los forenses descubren que antes del homicidio la criatura sufrió maltrato físico sistemático.
b) David, un asesino en serie, se ensaña con prostitutos.

Investiga, como dijimos, el as del Departamento de Homicidios de Hollywood, el duro Harry Bosch. La tarea no es fácil, el sabueso está jaqueado por una serie de conflictos hábilmente superpuestos por los guionistas. Tensión con un periodista. Tensión con la justicia por un supuesto caso de gatillo fácil. Tensión con su ex mujer, y con su hija. Tensión con una amante, una policía novata. Tensión con poderosos (se ha situado, sin quererlo, en el centro de una lucha de poder entre el fiscal del distrito, aspirante a ganar la alcaldía, y el vicejefe de policía). Tensión con sus superiores (como dijimos, es un francotirador que no respeta los usos y costumbres) y con compañeros, que lo envidian. Para peor, el asesino en serie conoció al detective en el horrible reformatorio, donde Bosch había recalado después de que asesinaran a su madre prostituta.

El cóctel, pues, es muy interesante, pero sin estridencias ni ambiciones desaforadas. Simplemente, se trata de una serie sólida de crímenes, con impecable factura técnica, historia y subhistorias estupendas, policías de entrecasa (las bromas de oficina son muy divertidas) y villanos convincentes. Y como si eso fuera poco, el insuperable telón de fondo para la novela policial: Los Angeles, la única, el territorio mítico de Chandler, Ellroy y Connelly.
Guillermo Belcore

Calificación: Buena


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