lunes, 4 de febrero de 2019

Black Earth Rising

POR GUILLERMO BELCORE

Entre las cien alianzas que Netflix ha forjado en el mundo, acaso la que produce los mejores frutos es aquella que mantiene con la BBC. Black Earth Rising es otra prueba de ello. Sus ocho capítulos de una hora cada uno combinan, con un virtuosismo inusual para la producción industrial de series, actuaciones magníficas y una trama cautivante que revisa el peor genocidio de nuestro tiempo, el de la minoría tutsi en Ruanda y las consecuencias funestas que ha generado. 

 Como se recordará, el holocausto africano ocurrió en 1994. Fueron cien días infernales. Milicias de la mayoría hutu -azuzadas por el gobierno de entonces- asesinaron a unas 800.000 personas, casi todos a golpes de machete. Aun hoy se está persiguiendo y juzgando a los responsables.

  Actuaciones magníficas, dijimos. El de los protagonistas, sobre todo. Por un lado, el experimentado John Goldman como el abogado Michael Ennis, uno de los arietes de la Corte Penal Internacional, que juzga a los criminales de lesa humanidad. Su interpretación sólo puede ser calificada de majestuosa. No le va a la zaga, Michaela Coel como la irascible Kate Ashby. Su papel es conmovedor, siempre al filo del peligro mortal: una letrada de 28 años, sobreviviente de las matanzas (adoptada de niña por otra abogada prestigiosa de Gran Bretaña), que enfrenta -además de su propio pasado horroroso- a implacables juegos de poder y giros retorcidos. Con balas, armas blancas y veneno, inclusive. 

El talento, enorme, que mueve los hilos del conjunto es el inglés Hugo Blick, productor ejecutivo, autor del guión y director. También actúa. Es Blake Gaines, abogado tipo rottweiler que asume la defensa de Patrice Ganimana, uno de los ideólogos del exterminio tutsi. Algunos comentaristas han conjeturado que Black Earth Rising es la cima en la carrera del prestigioso Blick. 

DOS MITADES

El thriller se desarrolla en dos hemisferios interconectados. En el primero, se enjuicia, por fin, a la Operación Turquesa, es decir la polémica intervención de Francia en Ruanda, intentando tanto rescatar a sus ciudadanos del averno como borrar las huellas de su respaldo al gobierno genocida de Kigali. Esa sí, que no la esperábamos: la pérfida Marianne, escrutada con ojos ingleses. Pero nadie es inocente en el gran juego de poker de las potencias occidentales para acumular fichas de Africa: Tamara Tunie (¿recuerdan a la patóloga de Ley & Orden Víctimas Especiales?) es la apasionada Eunice Clayton, subsecretaria de Asuntos Africanos del Departamento de Estado, que tiene su propia agenda para gobernar el diminuto país de Africa oriental. Una de las preguntas fundamentales que plantea el drama es el siguiente: ¿Dónde están hoy los límites entre la intervención humanitaria y el colonialismo posmoderno?

 La segunda parte se concentra en el intento del gobierno ruandés para conseguir que Gran Bretaña le entregue al criminal Ganimana, que -como Augusto Pinochet en su momento- cometió el error de irse a tratar un cáncer a Londres. El telón de fondo es una suerte de tragedia shakespereana: una hermana de crianza de la presidenta de Ruanda intenta desplazarla. El caso Ganimana es la carta de triunfo que intentan conseguir los dos bandos. Viejos secretos salen a la luz. Todo el mundo tiene bajezas que ocultar, y se juega sucio. El regreso de Kate a su tierra natal, junto a un guardaespaldas que aporta la inevitable historia romántica, deja un nudo en la garganta. 

 Así llegamos al final, mientras el destino nacional se entremezcla con el de los personajes y la trama da un vuelco impresionante. Hay que destacar que la ironía perla los diálogos (muy literarios), lo cual siempre es un valor añadido en una novela o en una serie. Black Earth Rising obtuvo un 79 % de votos positivos en la página web Rotten Tomatoes. Resulta evidente que un argumento tan complejo, tan rico en matices, tan profundo en sus indagaciones geopolíticas, éticas y en sus relaciones interpersonales, puede que no sea para todos. Sólo para los consumidores de excelencia. Afortunadamente, trascendió que el coloso Netflix ha decidido hacer del thriller político británico una de sus especialidades.

FICHA TECNICA

Black Earth Rising (Reino Unido, 2018).

Dirección y guión: Hugo Blick.

Música: Martin Phipps.

Fotografía: Hubert Taczanowski.

Actores: Michaela Coel, John Goodman, Tamara Tunie, Jonathan Burteaux, Aure Atika, Abena Ayivor, Richard Dixon, Emmanuel Berthelot, Martin Bassindale, Corrinne Bougaard, Malou Coindreau, Norma Dumezweni.

Emitida por BBC, Netflix.

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