miércoles, 27 de mayo de 2009

El mejor mundo posible

Milena Agus
Edhasa. Novela de 125 páginas. Edición de 2009

¡Cómo han cambiado las cosas! Este libro postula que el hombre nuevo del siglo XXI es aquella persona que sabe distinguir la baratija de lo que en la vida es verdaderamente importante. Es la persona que se alza contra la depredación ambiental y la ordinariez, contra el amor al dinero y la maldad, contra la discriminación y la hipocresía. ¿Qué diría el Che Guevara de tal ideario? Seguramente, lo hubiera destripado pues repudia un flagelo que el revolucionario adoraba: la violencia.

El mejor mundo posible es un panfleto, disfrazado de delicioso diario infantil, con sensatas pinceladas filosóficas. Habla una niñita que vive en Cerdeña. Con su abuelo y la vecina Madama, una adorable mujerota, intentan salvar del cemento a un porción del paraíso terrenal, perfumado de sal y enebro. Su familia milita -a mucha honra- en la clase social de los nuevos pobres por culpa de las deudas de juego de un padre ausente. Empero, nadie pasa privaciones. Cada capítulo tiene un propósito edificante: se reivindica el anacronismo o la frugalidad o bien se destripa a los filisteos y a los frívolos. Hay una tía que estudia a Leibniz (de ahí el título), una madre enferma de pena y una hostería acogedora y artesanal, como las de antes. Son héroes los que se oponen al modelo familiar y encarnan la diversidad necesaria, porque el mundo se rige por el equilibrio. Si fuéramos todos iguales, el cosmos se desbarataría. La clave es la magia: la magia de saber vivir, de la sensualidad y el amor. La vida sin misterio -he aquí la moraleja- es un asunto desagradable.

Como el lector habrá adivinado se trata de un libro urdido con tópicos, pero debe advertirse que fueron bellamente expresados. Milena Agus -escritora nacida en Génova que vive en Cagliari- ha esculpido aquí una prosa delicada, elegante, tocada con una imaginación extraña. El estilo, una vez más, da alas a un libro, por lo demás, ideal para regalar a los jóvenes inquietos. Nunca nos cansaremos de repetirlo. Como escribió De Quincey, el estilo es la encarnación del espíritu.
Guillermo Belcore

Calificación: Bueno

PD: Las últimas tres novelas italianas que he leído (por obligación profesional) han explorado el mismo asunto: la reivindicación de lo auténtico. Con sus manos y sus menos, Stefano Benni, Milena Angus y Sussana Tamaro llaman a descubrir la "verdadera vida" en contraposición al filesteísmo contemporáneo. Reacción lógica en sociedades opulentas y fatigadas. Me gustaría pedirle a las editoriales argentinas -ese filtro entre los escritores y nosotros- que se animen a traer otras cosas de la bella Italia.

2 comentarios:

ericz dijo...

Desde que leí El asedio de a la modernidad, de Sebreli, en cada una de estas novelas reconozco con tanta claridad a los asediadores postulados por Sebreli que disfruto el doble la lectura. Que lindo es saber.

Guiasterion dijo...

Querido Ericz:
Sí. Son los quejidos lastimeros del sector desencantado de la ultramodernidad. Viven en la prosperidad y no saber qué hacer de su existencia. Nuestra vida tiene otras urgencias.
Mis respetos y felicitaciones por su blog. Me encanta su valentía.
G.B.