viernes, 18 de junio de 2010

Alquilando amigos

Moscardón imaginario XXXI

Oscar Wilde, si no me equivoco, estableció que la naturaleza suele copiar al arte. Y T. S. Elliot sentenció (y Mac Luhan repitió varias décadas después) que los artistas son las antenas de nuestra especie, es decir los únicos humanos capaces de captar no sólo la verdadera naturaleza de las cosas, sino también lo que trae el porvenir. Recuerdo mi pasión a los dieciocho años por Crónicas del Angel Gris, entusiasmo que lamentablemente se ha ido deshilachando. No es culpa del bueno de Alejandro Dolina; quizás yo haya crecido mal, creo que he perdido la inocencia, me he vuelto un cínico, que es el otro nombre del hombre con experiencia. Recuerdo haber leído un relato delicioso titulado “La decadencia de la amistad”. Quiero ahora rescatarlo, a raíz de una noticia increíble que publicamos hoy en el diario La Prensa, y Dolina, con gran perspicacia, anticipó hace casi treinta años. Titulé el artículo así: “Ofrecen en Internet amigos de ocasión”.

Copio un pasaje del cuento de Dolina:

“Algunos empecinados insisten en cultivar amistades nuevas. Los matrimonios maduros se visitan mutuamente y desarrollan pálidas parodias de la amistad verdadera: se cuentan una y otra vez episodios antiguos, vividos con los amigos viejos, los que ya no están. Cuando uno es joven no cuenta historia a sus amigos: las vive con ellos. A pesar de estas sabias reflexiones de Mandeb, existió en Flores una agencia destinada a ofrecer amistad a los solitarios. Fue la célebre Proveeduría de Amigos de Ocasión. Sus fines de lucro eran innegables. Todavía hoy se recuerda su eslogán publicitario: “Tenga un amigo desinteresado. Páguelo en cuotas”.

Con sólo acercarse al mostrador, el cliente ya notaba un clima amistoso y amplio. Los empleados sabían como atacar.
-Buenas tardes. No sabés lo que me hizo esta mañana la bruja de mi mujer.
Y a los treinta segundos uno se sentía entre amigos. Después entre palmadas, guiños, pellizcotes y confidencias, los comerciantes iban mostrando el amplio catálogo de la proveeduría.

Tenían amigos silenciosos, dispuestos a escuchar cincuenta veces la historia de una operación. Amigos complacientes, siempre amables y elogiosos. Amigos efusivos que saludaban con abrazos y se despedían a los gritos. Amigos divertidos, eruditos en cuentos picantes y expertos en bromas pesadas”.

Bien, parece que la Proveeduría de Flores ya existe en Internet. Se llama Rentafriend.com. Dice la agencia AP: “El sitio, inspirado en una idea desarrollada en Japón, tiene cien mil visitantes únicos por mes y cerca de dos mil afiliados que pagan 24,95 dólares mensuales o 69,95 anuales para poder ver los perfiles y fotos de unos 167 mil amigos potenciales”.

Las tarifas no son amigables. Treinta dólares por hora para conseguir una compañía con quien ir al cine, a pasear o a charlar un rato. ¡Qué triste, verdad! Alquilar amigos. Supongo que los clientes de Rentafriend deben lidiar con la misma crudeza que describía Dolina:

“Un asunto que molestaba a los clientes era el rigor de los Amigos de Ocasión en sus horarios. Cuando vencía el plazo estipulado, se terminaba la amistad. Sin saludar, los contratados daban media vuelta y se iban, muchas veces interrumpiendo una carcajada o librándose bruscamente de un abrazo fraternal”.

Qué bárbaro. ¿Todo puede comprarse? Me pregunto qué dirán de esto mis queridos amigos Alejandro y Javier.
G.B.

3 comentarios:

Javier dijo...

Desde ya, los verdaderos amigos se hacen, no se compran. Para muestra basta nuestra amistad.

Lo de este sitio es un mal uso de la palabra, es una prostitución. Sería como si un sitio de escorts dijera que ofrece pareja con amor incluido.

Un abrazo, Javier.

PD: Me permito disentir con tus citas del inicio, el arte es una maravillosa expresión humana, pero para captar la naturaleza de las cosas más maravillosa y adecuada es la ciencia.

Hadrian Bagration dijo...

Ruego se tome esta boutade sólo como un rasgo de endeble humor: nada malo sería, en términos estéticos, encontrar el amor en un sitio de prolijas acompañantes. Nada malo sería, del mismo modo, advertir a los contrayentes acerca de si el matrimonio que van a celebrar incluye al amor entre sus características más sobresalientes. No suele darse por añadidura.

Hadrian Bagration

Anónimo dijo...

QUERIDO ASTERION.
la verdad, SI TODO PUEDE COMPRARSE, es pues TODO ESTA A LA VENTA.
Creo que hacer filosofía de estas cosas es algo peligroso.
Además....debo confesar que NO ME GUSTA DOLINA.

Sobre la amistad. elegir a un amigo es un acto sublime.
Guillermo. sos mi amigo hace demasiado tiempo. yo te considero HERMANO.

ALEJANDRO