miércoles, 25 de agosto de 2010

Sherlock (la serie)

Moscardón imaginario XXXIII

Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes -estableció Borges- es una de las pocas buenas costumbres que nos van quedando. Ese caballero, flaco como una excusa pero con una mente filosa como cimitarra, sigue atrapando la imaginación de las generaciones. La industria del entretenimiento, obviamente, nunca renunciará a explotar el filón. Yo no soy inmune, confieso. Hace unos meses me atreví a esbozar en el blog de Eterna Cadencia algunas apreciaciones sobre la decepcionante versión del detective que interpretó Robert Downey Jr para Hollywood. Pero eso ya es noticia vieja. La BBC ha revivido a nuestro héroe -y a su imprescindible compañero- con una fidelidad asombrosa en los detalles y un enorme ingenio para traer el método deductivo al siglo XXI.

De eso se trata este post, amigos. Quisiera recomendar Sherlock, una miniserie excelente en todo sentido que me ha cautivado hasta el borde del fanatismo. Se la debo al querido Ezequiel, mi compañero de inglés. Por ahora se hicieron sólo tres capítulos, pero leo que el entusiasmo del público y la crítica obliga a prolongarla en 2011. Los episodios duran cerca de noventa minutos y pueden verse en Internet. El protagonista es un tal Benedict Cumberbach, y como en el caso de Hugh Laurie en House (qué tanto le debe a Conan Doyle), el personaje parece un traje hecho a su medida, circunstancia que siempre delata al gran actor.

El Holmes postmoderno es un consultor ad honorem de la policía londinense, adora las nuevas tecnologías y se confiesa asexuado. Se aplica parches de nicotina (no es tan fácil fumar pipa en público) y consume drogas recreativas. Lo secunda un doctor desempleado, que el Ejército se quitó de encima tras ser herido en Afganistán. No es un bobalicón. Es un hueso duro de pelar. Mr. Watson, como cualquier militar, tiene un desaforado sentido del honor y no titubea en meterle una bala al enemigo si la ocasión lo demanda. El Doctor Moriarty y una oscura organización conspiran entre las sombras. Fascinante, ¿verdad?
Guillermo Belcore

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ASTERION.
muy bueno este comentario.
Voy a verla.....ya que ni la conocía.
No miro mucho la TV, Debo reconocer, que casi el 100% de ese tiempo lo paso frente a los canales culturales, especialmente en cosas de CIENCIAS.

La recomiento algo divertido...LA TIERRA SIN HUMANOS.

Alejandro
desde Chile.

Ezequiel Pérez dijo...

Guillermo: qué bueno que te haya gustado la serie. Coincido con el comentario acerca de la versión yanqui: Holmes tiene un tufo inglés que no se le puede quitar con nada (ese tufillo que tiene Laurie, pese a sus esfuerzos por perder el acento). Acá me quedo con los fantasmas, muchas gracias por ellos. Abrazo.

Anónimo dijo...

Guillermo, lo mío es pedirle un favor si es que puede; me gustaría saber sileyó EL SUEÑO DEL CELTA el nuevo libro de Vargas Llosa y que opina. Desde ya muchas gracias.
María del Carmen Castro.

Guiasterion dijo...

Estimada Marìa del Carmen:

No, aún no le he leído. Pero soy un apasionado de las novelas de Vargas Llosa, incluso de las muy malas, que las tiene, como todos.

Mis respetos
G.B.

Anónimo dijo...

Gracias por responderme. Lo compraré y despues le cuento.
María del Carmen Castro