viernes, 6 de enero de 2012

Los cuentos siniestros

Kobo Abe
Eterna Cadencia. Cuentos, 156 páginas. Edición 2011

Es difícil imaginar a un hombre sin un perro a su lado. Pero los amantes de los animales deberían asomarse al segundo cuento de este volumen. Uno queda casi persuadido de que los perros reflejan nuestra vulgaridad como ninguna otra criatura; y de que esas personas pretenciosas que los tienen sólo para amarrarlos en el patio de su casa no son sino un síntoma de degeneración humana. Claro, el que narra la historia es nada menos que el amigo del pintor S. que resultó devorado por su propia mascota. Siniestro, ¿verdad? Siniestro es el nombre del juego que anima esta extraordinaria recopilación de relatos breves.
Tres hurras para la decisión de un sello nacional de ampliar la cartografía literaria de los argentinos. Eterna Cadencia, con el apoyo de la Universidad Ferris de Yokohama, nos presenta a un japonés raro, oscuro y fascinante como el mejor producto del Manga. Kobo Abe (1924-1993) escribe sin ningún artificio encantador, no hace concesión alguna al Oriente pintoresco y plantea que la vida es, en el mejor de los casos, una farsa irritante. Somete a los personajes a situaciones desesperadas. Despliega un sugestivo desdén hacia la autoridad y hacia lo que alguna vez se llamó clases ociosas.
Entre los siete relatos, hay un señor que, al regresar del trabajo, encuentra un cadáver de identidad desconocida en su departamento. ¿Usted cómo saldría del trance? Hay un viaje a ochocientos mil años en el futuro donde viven los hombres plantas, los cuales, a pesar de sus exasperantes costumbres, arribaron a la salubérrima conclusión de que un ciudadano sólo puede ser diputado o mandamás por un par de días. Todo es desolador, como el desempleado que cae en garras de una empresa dedicada formalmente al latrocinio, o el boxeador maduro en decadencia, o el fantasma que bebe raticida con una sonrisa en los labios. Pero quizás la situación más escalofriante sea la que se suscita cuando un representante del pueblo suplica a tres señores de "la casta comedora" que pongan fin al canibalismo.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del Diario La Prensa

Calificación: Bueno

1 comentario:

Anónimo dijo...

La literatura japonesa tiene esos autores que cultivan una rareza siniestra y enigmática, también poética, que realmente cautiva. Buscaré este libro! Muy bueno el blog! Lástima que los recomendados de 2011 hayan sido un libro de memorias, una reedición y sólo un libro actual!