Antonio Orlando Rodríguez
Alfaguara. Novela, 550 páginas. Edición 2008.
Antonio Orlando Rodríguez (Ciego de Avila, 1956, foto) ganó el Premio Alfaguara 2008 con una biografía imaginaria de una mujercita real. Espiridiona Cenda -Chiquita para más señas- sesenta y seis centímetros de estatura, nacida en Cuba, artista de variedades que puso a sus diminutos pies a Estados Unidos, un país ávido de prodigios. Nunca se resignó a entretener como curiosidad humana. Tenía la sangre ardiente y el don de conmover.
La obra va desde el nacimiento de Chiquita en Matanzas en 1869 hasta los años de vejez en un balneario de Nueva York bien entrado el siglo XX. El tono es de folletín. La prosa, sabrosa en sus expresiones caribeñas, lo dice todo. Se abusa del realismo mágico y lo real maravilloso. Se urde un fresco social y político interesante, primero en la isla bajo dominación española luego en una gran potencia en ascenso y en el París lujurioso. Como en los clásicos, la vida individual se confunde con el devenir de los pueblos, en este caso la tumultuosa lucha de los cubanos para independizarse, gesta que azuzó la rapiña del Tío Sam. Hay ciertas ayudas que es mejor no tener que agradecer.
Pero lo más encantador del libro es el vigor y la viveza para alcanzar el triunfo de Su Alteza de Liliput. Explotó la fascinación de la época con la gente minúscula. Nunca le fue fácil. Nueve de cada diez humanos se arrogan el derecho de vapulear a los pequeños.
Guillermo Belcore
Publicada en suplemento cultural del diario La Prensa.
Calificación: Buena.
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