Mondadori. 223 páginas. Novela. Edición 2009
El genial lexicógrafo inglés Samuel Johnson definió la sátira como “un poema en el que la maldad o la estupidez es censurada”. No se inventó una descripción más acertada -sentencia la Enciclopedia Británica- para una especie literaria que ha urdido una fecunda carrera desde que Semónides de Amorgos se mofó del matrimonio. Un escritor argentino actualiza ahora el subgénero con una novela ingeniosa, cáustica y divertida.
Sergio Bizzio (Villa Ramallo, 1956) imagina que terroristas islámicos irrumpen a sangre y fuego en un canal de televisión de la República Argentina. Masacran a inocentes, toman rehenes, entablan negociaciones con las autoridades y en eso tropiezan con la casa de Gran Hermano, donde aún conviven cinco descerebrados, tres mujeres y dos varones. Los extremistas se percatan de que el programa no sólo concentra todos los males y estupideces de Occidente sino que puede convertirse en una formidable arma de propaganda. Un tal Ommar se entrega a la tarea de manipular a los jóvenes ante el espanto y la fascinación del mundo entero. El resultado es desopilante. En un caldero burbujeante se entrechocan el rating y el Corán; la razón de Estado y la superficialidad de las masas.
El libro fue hilvanado con inteligencia, sentido del humor y una prosa rápida y amena que causa adicción: se lee de un tirón, es imposible no cabalgar hasta el final. Desentonan sólo ciertas hebras de semiología de pacotilla que parecen clavadas a mazazos en la trama. Pero eso es lo de menos. Hay decenas de personajes interesantes, buenos diálogos y una noble intención: desollar sin piedad la idiotez contemporánea, al tiempo que se reconoce que en todo ese amasijo de naderías hay algo encantador. La sátira, en una palabra, funciona a la perfección.
Guillermo Belcore
Esta reseña se publicará en el diario La Prensa el domingo 5 de abril.
Calificación: Muy bueno
PD: Recuerdo haber leído en el diario Perfil un reportaje a Bizzio donde afirmaba, muy suelto de cuerpo, que "la literatura de calidad es una idea nefasta". Me bastó esa definición tan necia para prometerme que jamás pondría un dedo en algún libro de este caballero. Pero bueno, mi vida es una larga sucesión de promesas incumplidas. La Prensa me encargó la lectura de Realidad y, ¡oh sopresa!, descubro que Bizzio escribe francamente bien, es capaz de forjar una historia entretenida y tiene el don de ser sugerente. Características típicas de la ficción de calidad. ¿Era una pose entonces?
2 comentarios:
Bueno, yo tengo el libro en la mesa de luz para empezarlo en cuanto pueda.
Ya que superaste el prejuicio, te recomiendo que leas "Rabia" de Bizzio, una muy buena novela.
Yo leí las dos y son grandiosas, Rabia y Realidad.
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