Mondadori. Edición 2009, Novela 174 páginas. Precio aproximado: 45 pesos.
Occidente, la mejor invención humana para gobernar y generar riqueza, tiene un costado siniestro: el colonialismo. John Maxwell Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) edificó su carrera literaria denunciando de manera inteligente la llamada enfermedad del alma del amo. Recibió con toda justicia el Premio Nobel en 2003. He aquí su ópera prima, que data de 1974. La excelencia no falta cita. Es una buena novela de tesis.
El libro narra dos historias, que se unen en el asalto enloquecido del hombre rubio de ojos azules a la Madre Tierra y a sus hijos. En la primera, asistimos a la degradación de un erudito. Debe escribir un informe sobre la eficacia de la guerra psicológica en Vietnam. Tiene un hogar infeliz, una mujer que lo traiciona y un superior (su apellido es Coetzee) que lo presiona. Paso a paso, se desliza hacia la locura y la aberración. La segunda parte es el relato del colono holandés Jacobus Coetzee. En 1760, irrumpe en la tierra de los namaquas grandes, allí donde aún el europeo no había pisado. Llega como orgulloso cazador de elefantes, pero regresa como un bosquimano de piel blanco, desnudo, medio muerto de hambre y humillación. Exterminio es el nombre de la venganza. Ya se sabe como reacciona el varón occidental cuando sufre el ultraje del débil.
Coetzee escribe para lectores exigentes. Sus ingredientes son el monólogo del psicótico, la desintegración de un carácter y el estudio de la filosofía de la Historia, el único estudio importante, según Flaubert. El lector disfrutará un breve tratado sobre la teoría occidental y la práctica vietnamita, una descripción de la cultura hotentote, y una justificación paródica del racismo afrikaner. “El verdadero salvajismo -sentencia- es una forma de vida basada en el desprecio por el valor de la vida humana y en la obtención del placer sensual mediante el dolor ajeno”.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento de Cultura del diario La Prensa.
Calificación: Bueno
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