Moscardón imaginario XXI
"Hoy día, en un mundo de mentes contaminadas por la televisión o Internet, no es raro leer que algún crítico declare, con aparente orgullo, que él, ella, es incapaz de leer Guerra y paz porque es largo o Ulises porque es complicado"
Doris Lessing (Persia, 1919, extractado de Alfred y Emily, editorial Lumen)
PD: La alianza entre perezosos (lectores, escritores, periodistas y editores) nos condena al bombardeo de textos hiperbreves, novelitas ligeras, desaparición de la story, escrituras regidas por la ley del mínimo esfuerzo. Junto a la extraordinaria y sensata Lessing, quisiera fundar un movimiento de resistencia. Al rescate de la espléndida novela oceánica, la emperatriz de la Gran Literatura.
3 comentarios:
Me sumo.
Y acabo de terminar 400 páginas de Lessig con gran placer.
Eso de "un mundo de mentes contaminadas por la televisión o Internet" es demasiado apocalíptico. La mente también se puede contaminar con el exceso de algunos autores que escriben grandes libracos, incapaces de dar con la frase o palabra justa que define a los grandes escritores.
El perezoso también es aquél que no se toma el tiempo de releer, sacar, editar y reescribir.
Rescatemos a la elogiable "novela oceánica", pero usemos otros argumentos. Y, de paso, hagamos empatía y dejemos de lado los prejuicios frente a los nuevos géneros literarios.
Haciendo elogio de lo breve, ¿qué tal alguna reseña sobre los geniales textos que está publicando Página 12 de la editorial Anagrama?
Saludos!
Estimado Joaquín:
Sí, estoy de acuerdo. Además, yo estoy convencido de que Internet es un invento maravilloso que ensancha la mente, no la empobrece. Pero nuestra querida Doris Lessing tiene ¡noventa años! y añora las viejas y austeras virtudes clásicas, como el trabajo duro y la búsqueda de la excelencia. Me parece que su sentencia iba por ahí. Es una gran escritora, sin duda. En este blog también comenté "La buena terrorista", por si te interesa.
Tomo nota de tu sugerencia, pero (felizmente) ¡tengo tantos libros pendientes! Quizás en enero, que afloja la edición pueda reecontrarme con esas gemas. Me temo que por ahora debo concentrarme en los que me da La Prensa, que, naturalmente, no son todos los que me gustaría leer y reseñar. Tengo un limite de hierro: dos obras por semana. No me da el tiempo y la cabeza para leer más.
Saludos y gracias por escribir
G.B.
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