Emecé. Ensayo de filosofía, 283 páginas. Precio aproximado: 45 pesos.
Santiago Kovadloff (Buenos Aires, 1942) nos persuade en las primeras treinta páginas que para sufrir hemos nacido. Mas aun, el dolor -al que designa como El Intruso- es el que nos vuelve plenamente humanos. Cuando la razón lo transforma en sufrimiento cumple una doble misión: desbarata la altivez del Ego y permite que el destino sea tomado en las manos de quien no deja nunca de estar a su merced. En el resto de la obra, el autor eslabona escenarios y protagonistas históricos que le permiten desarrollar la tesis. Transita de la Torre de Babel a las Madres de la Plaza de Mayo, sin ningún oportunismo. Indaga a Caín, Abelardo y Eloísa, Descartes y Montaigne. Se demora en una estación inevitable: desentrañar al bíblico Job. Hay un excelente elogio de la tristeza y una reivindicación de cierta erótica de la vejez. ¡Las huellas del tiempo son la lepra de nuestra época!, denuncia Kovadloff indignado.
La obra es densa, redundante, con relámpagos de lucidez y magníficas digresiones. Es lo que se espera, pues, de un aceptable ensayo de filosofía. A quien le fatigue navegar por la ética, la ontología y la metafísica no debería acercarse. Kovadloff es un buen glosador de textos sublimes y un pensador con fe, lo que da a su palabra un valor trascendente. Creer es amar, nos ilumina.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento Cultural del diario La Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario