Destino. Novela. Edición 2003
George Steiner, ese sabio al que nos gustaría tanto parecernos, profetiza desde hace años el fin de la palabra. El estrépito de la música moderna, del videojuego y del aluvión on line sepultarían a la venerable novela. Sin embargo, hoy se editan más libros que nunca. Y resulta difícil secundar los argumentos del maestro cuando la narrativa muestra, como en este caso, semejante vitalidad.
Aquí, los hechos son extravagantes. Pi Patel, un chico indio e inofensivo de 16 años, ávido de lecturas y de Dios, sobrevivió 227 días en un bote salvavidas sobre las fauces del Océano Pacífico. Su compañero de desdichas fue un tigre real de Bengala de 250 kilogramos y dientes como el gladio de un legionario.
Yann Martel es canadiense, hijo de diplomáticos y por ende con infancia de trotamundos (Nació en Salamanca en 1963). Despliega uno de los estilos más elegantes y frescos de la ficción contemporánea. Gracias a un subsidio de la honesta y eficaz Canadá, invirtió cuatro años de su vida para novelar una historia tremenda. La obra, publicada en 2001, es rica en ideas, con sabrosas ramificaciones en torno a los secretos del zoológico, el comportamiento animal, el hinduismo, la vida en alta mar, la penurias del náufrago, la locura y la condición humana. Millares de lectores cautivados en todo el mundo y el Premio Booker 2002 (el más importante del mundo anglófono) homenajearon el esfuerzo. El escritor brasileño Moacyr Scliar, en cambio, lo acusó de plagio. Martel admitió sólo una leve influencia.
"Procuré estar siempre ocupado. Esa fue la clave de mi supervivencia", se explica el adorable Pi. Es un espléndido consejo. Sea flotando a la deriva con una bestia o bien en tierra firme junto a seres igual de ordinarios que nosotros.
Guillermo Belcore
PD: He visto esta espléndida novela en las mesas de saldo de Buenos Aires. Otra poderosa razón para comprarla.
1 comentario:
coincido, es una novela extraordinaria.
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