miércoles, 17 de diciembre de 2008

La novela luminosa


Mario Levrero
Mondadori. Novela, 567 páginas. Edición 2008. Precio aproximado: 65 pesos.

La Wikipedia define a Mario Levrero (Montevideo, 1940-2004) como el último de los autores de culto del siglo XX. En nuestro país cuenta con una feligresía apasionada. Hay quien lo equipara en el ranking de afectos con la madre. Esta novela –inusitada, entretenida y jovial- permite entender semejante fervor. Estamos ante un escritor de verdad; vale decir, ante un artista capaz de construir un universo personalísimo que no sólo cautiva, también contribuye al crecimiento de nuestro yo interior.
La novela luminosa es una obra póstuma, que se resiste al encasillamiento fácil. Consta de dos partes: El diario de la beca y un puñado de capítulos de la novela propiamente dicha. En el fondo, es la transmisión de una serie de experiencias espirituales. Quizás, la más trascendente sea la desintegración del vínculo amoroso del escritor con una joven bella y lista. El pesar lo hunde en manías y obsesiones seniles, a lo Zeno Cosini o Woody Allen, o incluso Bukowski. Vive de estrés en estrés. Debe concluir un libro que le ha encomendado la Fundación Guggenheim. Un Montevideo de pesadilla es el telón de fondo.
En ningún momento, el libro se hunde en el narcisimo inane que caracteriza a tantos plumíferos argentinos. El estilo narrativo de Levrero tiene fuerza hipnótica, resulta difícil de explicar cómo hace para convertir cualquier trivialidad en un asunto de sumo interés. La trama –si es ésta la palabra correcta- viene esmaltada con lúcidas reflexiones, como flores que estallan en la espesura. Son joyas de observación o bien especulaciones excelentes. Como si lo dicho fuera poco, el narrador uruguayo también refulge como maestro de las técnicas de complicidad y como crítico literario.
La publicación de este volumen, pues, es un espléndido regalo de Navidad.

Guillermo Belcore

Calificación: Excelente

PD: Acabo de leer este libro en mis apretadas vacaciones. Lo disfrute, entre otros magnificos escenarios, en la confitería del cerro San Javier y en los jardines de un hotel de Tafí del Valle. Fui inmensamente feliz. Por otro lado, qué linda es la provincia de Tucumán. Allí nació la Argentina.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena reseña, tengo que conseguir este libro, que ya me recomendaron. Sólo leí de este autor La ciudad, años atrás, y me encantó.

Guiasterion dijo...

Estimado Roberto:

Creo que una persona de tu sensibilidad no puede prescindir del último aliento artístico de Levrero. Es una obra muy pero muy recomendable para los lectores con cierta formación.
Felicidades
G.B.

Gabriela dijo...

No soy muy amiga de regalar cosas....Sólo en contadas ocasiones, y son libros.
Ya lo estoy buscando.
Este libro amerita!
Gracias.

Que alegría que hayas disfrutado de las vacaciones y de Tucumán.

Guiasterion dijo...

Estimada Gabriela:

¡Muchas gracias! Felicidades. Espero seguir contando con tu aporte el año próximo.
G.B.