lunes, 16 de marzo de 2009

¿Dónde andará Dulce Veiga?

Caio Fernando Abreu­
Adriana Hidalgo Editora. Novela, 313 páginas. Edición 2009.­
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La lectura de esta novela espumosa obliga a reflexionar sobre cierta necedad argentina. Durante décadas estuvimos pendientes del último rizoma del pseudopensamiento europeo, mientras le dábamos la espalda a una literatura fresca y cautivante como la brasileña. Felizmente, algo se ha remediado. Este blog ya disfrutó a Tabajara Ruas, Joao Gilberto Noll, Rubem Fonseca, Luis Fernando Veríssimo y la sublime colección de cuentos Sagarana de Guimaraes Rosa, cuya primera traducción al español data de 2007 (es un pecado mortal que haya tardado tanto). Ahora, descubrimos con deleite a Caio Fernando Abreu (Río Grande do Sul, 1948-1996).­
Harold Bloom diría desdeñoso que el libro es “una pieza de época”. Sí, es verdad, pero pocas veces las hacen tan encantadoras. El trazo corrosivo de Abreu retrata, no sin humor, un clima de degradación urbana. Los hechos ocurren durante la era del sida en una San Pablo fétida y maldecida. Allí reverberan deseos alucinados y proliferan los raros. Bienaventurados los locos de atar, ésa es la consigna. Todo el mundo ha tenido tiempos mejores, trátese de personas, edificios o medios de comunicación. Incluso el rock degenera en punk. Hay candomblé, cosas de melodrama, cosas del Brasil.
El protagonista es un hombre joven pobre como una rata, cínico, solitario, endeudado. Siente saudades por un chico que le enseñó los goces espirituales y físicos de la homosexualidad. Recibe un golpe de suerte: obtiene un empleo en uno de los peores diarios del planeta. El pasquín artesanal le ordena dar con Dulce Veiga, una diosa fría del canto, quien veinte años atrás desapareció como por arte de magia. El periodista deja el pellejo en la pesquisa. Todo el mundo tiene algo que ocultar. La trama es muy seductora, pero resulta curioso que una novela tan descarada concluya con un mensaje rancio y conservador. Una vida simple es lo mejor, sentencia Caio Fernando Abreu
Guillermo Belcore­
Publicado en el suplemento de Cultura del diario La Prensa.­
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Calificación: Bueno­

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