sábado, 5 de abril de 2008

Jumper

Steven Gould
Editorial Edhasa. Novela de ciencia ficción, 441 páginas. Precio aproximado: 40 pesos.

La cultura popular bulle de superpoderes. La gente de los países ricos, al parecer, no se conforma con la prosperidad y las fascinantes nuevas tecnologías. Quiere ser como dioses. La trilogía X-Man fue un éxito de taquilla. La serie Héroes de la Universal cuenta con un ejército de fanáticos. En esa línea, se inscribe esta novela de ciencia ficción, escrita en 1992 y volcada ahora al castellano en paralelo al estreno de la película homónima (foto) del director Doug Liman. Un adolescente ha desarrollado, no se sabe bien por qué, la habilidad de teletransportarse. Con sólo pensar vivamente en un sitio puntual, David Rice salta en el espacio, así se trate de un lugar a miles de kilómetros de distancia. Para quien conoce el universo Marvel, digamos que es capaz de los mismos prodigios que Nightcrowler
­David Rice se llama el protagonista. Un adolescente abandonado por su madre y en manos de un padre alcohólico y violento. Harto de abusos, se fuga de su casa en Stanville, Ohio. Pero huye de la sartén para caer en el fuego. Unos camioneros pervertidos quieren divertirse con su cuerpo. A punto de ser ultrajado, David confirma su oportuna capacidad para teletransportarse. Se muda a Nueva York, va y viene a su casa paterna cuando necesita algo, roba un millón de dólares de la bóveda de un banco. En las siguientes trescientas páginas, con tono monocorde y prosa muy pero muy pobre, seguimos las peripecias afectivas y las estrategias de supervivencias del chico. Venganza es el nombre del juego. El terrorismo islámico, cómo no, también se convierte en su enemigo.­
Steven Gould (1955) no ha demostrado en su primer libro dotes de buen novelista. Los caracteres son tan profundos como un charco en el pavimento. Ni siquiera hilvana una aceptable trama de aventuras. Resulta difícil recomendar Jumper para los mayores de veinte años. ¿Alguien podría decirme si la película es mejor?

Guillermo Belcore

Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa

Calificación: Malo

1 comentario:

Cassandra Cross dijo...

Creo que llego muy tarde a este blog, pero me pareció pertinente darle una respuesta a esa pregunta final:

La película es peor.

Saludos!