Alfaguara. Novela de 237 páginas. Edición 2008. Precio aproximado: 40 pesos.
¿Será la democracia liberal el punto final de la Historia como soñaba Fukuyama? Esta novela mordaz refuta la utopía. En 2027, Rusia ha involucionado al siglo XVI, a Iván el Terrible. Gruesas murallas aíslan la sacrosanta tierra del exterior. Hay un monarca todopoderoso, nobles, hidalgos de provincias, una guardia pretoriana, arcabuceros con lanzarrayos, servidumbre. Las malas palabras y los viajes al exterior están prohibidos. Se queman libros, se azota a los intelectuales. Prácticas medievales conviven con modernísimas tecnologías. Rusia se enriquece exportando hidrocarburos a la Europa degenerada, pero cada tanto cierra el grifo como represalia a las críticas. De China obtiene desde el pan hasta los automóviles de lujo.
Un escritor maldito y sarcástico imaginó tan cautivante profecía. Vladimir Sorokin ha sido perseguido y vilipendiado en su país. Occidente, obviamente, lo mima. Su prosa es clara, amena, sazonada con imágenes poderosas (fue pintor en sus inicios) y groserías. Ha caricaturizado aquí con notable ingenio a la Rusia actual. Su eficaz procedimiento es exagerar las tendencias actuales.
El libro narra un día en la vida de un mastín de la oprichnina, la guardia personal del Kremlin. La jauría mata, quema, viola y rapiña casi sin ataduras. Combina una religiosidad sentimental, con la disipación en las costumbres y las más repugnante venalidad. Seguimos al fiel e implacable Andrey Danilovich Komayga desde que despierta hasta que se acuesta exhausto con las manos manchadas de sangre y de vicio.
Tiene El día del oprichnik condiciones para perdurar como un clásico de la literatura política o futurista. Este blog postula que será al autoritarismo creciente de Putin lo mismo que fue el Nosotros de Eugene Zamiatin al despotismo bolchevique.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento de Cultura del diario La Prensa.
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