Editorial Norma. Novela en 181 páginas. Edición 2008. Precio aproximado: 40 pesos.
La figura del boxeador buenazo, que pelea cuerpo a cuerpo con la vida, tiene el éxito asegurado. Aún hoy, nos conmueve Rocky Balboa, incluso a quienes presumimos de sofisticados. Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964, foto) inventa aquí a Justino -ojos mansos, sonrisa sin sesgos de maledicencia- para protagonizar dos historias, una deportiva, la otra sentimental.
El autor ha querido retratar la actitud complaciente y timorata de la clase media porteña ante la última dictadura militar. Las opiniones de Berti no van más allá del tópico progresista. No obstante, debe dejarse constancia que sus delicados procedimientos para introducir la política en la urdimbre jamás estropean la eficacia narrativa. Con una frase de oro salva el verosímil literario: “una obsesión no debe medirse con criterios normales”.
Por lo demás, Berti exhibe una de las prosas más fluidas y armónicas de la narrativa argentina actual. No ocurren grandes cosas en su última novela, pero siempre resulta interesante pues el autor no comete el pecado de explicarlo todo que, como Voltaire sostenía, es el secreto de ser aburrido.
Guillermo Belcore
Publicado en el Suplemento Cultural del diario La Prensa
Calificación: Buena
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