Angela Pradelli
Alfaguara/Clarín. Novela de 163 páginas. Publicada en 2004.
El minimalismo procura expresar lo más posible con los mínimos elementos posibles. Se trata de “dar a los objetos vulgares un poder asombroso”, sentenció Raymond Carver, el gran artífice del fotograma literario. El portento funciona bien en el relato corto, pero puede tropezar en la novela, pues hay pocos personajes, la puesta en escena es avara y se desdeña la intriga, la trama y la acción. Angela Pradelli (1959) ha resuelto el dilema con un híbrido bien logrado. Los capítulos son breves, autónomos y tienen el latido de un cuento.
El lugar del padre obtuvo, entre 815 postulantes, el Premio Clarín 2004. Periodista y profesora de letras, Pradelli ya había publicado dos novelas. Otros textos honraron antologías. Galardones domésticos e internacionales testimonian su destreza.
Antonio Skarmeta, uno de los jurados, definió la obra como “una elegía de la precariedad”. Es la historia de una mujer que perdió a su amado padre y de Ramón, el vecino de toda la vida. La soledad campea por el arrabal, pero nadie sufre desesperación. “Quise extraer belleza pura de cosas chiquitas”, ha explicado Pradelli. Su estilo es seco, preciso, impecable, limado hasta que refulge. Fiel a las severas premisas minimalistas, la autora sólo se permite retozar con la niebla: ``claridad blanda, vaho blanco, aire algodonoso, espuma blanca, ola lechosa''.
En una entrevista reciente, Pradelli abomina de la alegoría y el doble sentido. Pero es imposible no trazar parangones. El padre ausente, la hija desorientada, la dignidad pobre de Ramón, los ferrocarriles dilapidados, el paraíso que murió de pie, el jardín ultrajado por alimañas, todo evoca a una Argentina amable que ya no está.
Guillermo Belcore
CALIFICACION: Bueno
1 comentario:
Simplemente "Maravilloso"...
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