sábado, 2 de febrero de 2008

El conquistador

Federico Andahazi­
Editorial Planeta. Novela de 282 páginas, publicada en 2006.­ Precio aproximado: 37 pesos.
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Federico Andahazi es, quizás, el más eficaz hacedor de best seller de la Patria. Un psicólogo que vendió tantos libros merece algo de respeto. Pero la literatura de supermercado se ciñe a reglas de acero. Muchos capítulos cortos cierran con un enigma, la prosa es plana y accesible hasta para el más perezoso, los juicios nunca superan el tópico, cunden los estereotipos. Este libro cumple cada una de las premisas del subgénero. La idea general de la obra -otro lugar común- puede encerrarse en una frase: que hubiera pasado si los aztecas descubrían Europa.

Andahazi exige al lector una colosal candidez. Para trasmitir sus ideas políticamente correctas pretende que aceptemos que un muchachito de no más de veinte años es capaz de concebir un calendario perfecto, comprender el funcionamiento del Universo, manipular al emperador de Tenochtitlan, construir un barco mejor que las carabelas, cruzar el Atlántico, sellar tratados comerciales con Isabel la Católica, tomar por asalto el Palacio de Marsella, recorrer como marajá Italia, el Imperio Otomano, India y China, descubrir la fabulosa Aztlan, fatigar el Pacífico con elefantes, ruedas y arcabuces en la bodega. Ni Superman sería capaz de semejantes hazañas.

Lo mejor de la obra (Premio Planeta 2006) es, acaso, la reconstrucción de la vida cotidiana en la civilización azteca, “un sistema que se nutría, sin metáforas, con sangre humana”. Como novela de aventuras, en cambio, es desastrosa. Andahazi tarda demasiado en llegar al contacto entre dos mundos y después despacha casi de un plumazo cada trecho de la fantástica odisea de Quetza.

La atmósfera inverosímil y por momentos incoherente rebaja pues la trama a desafortunada historieta. Podría ser recomendable para adolescentes. Puede que cierto público sin demasiadas pretensiones halle aquí la tan ansiada evasión superficial. No hay que privarse de los estremecimientos mediocres, sugería el barón de Montesquieu.­ Pero de los malos, no dijo nada.
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Guillermo Belcore­
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CALIFICACION: Malo­

PD: Osvaldo Bayer, Marcos Aguinis y Marcela Serrano integraron el jurado que decidió que esta es la mejor novela presentada en el concurso de Planeta 2006. Yo ni siquiera me atrevo a recomendarla como lectura veraniega.

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