Por Norman Manea
Editorial Tusquets. Autobiografía de 384 páginas. Publicada en 2006. Precio aproximado: 55 pesos.
Esta autobiografía será una agradable sorpresa para quien goce con la novela histórica, la estética refinada, la denuncia de las ideologías, la riqueza expresiva, la geografía humana, la invitación a reflexionar. Se trata de la tercera obra volcada al español de Norman Manea (Suceava, 1936) una voz insigne de una literatura que —a excepción de Ionesco, Ciorán y Elíade— poco sabemos.
Húligan tiene en rumano un significado más amplio que el uso castellano del anglicismo hooligan, que, como se sabe, alude a nuestro barrabrava, un vándalo, un delincuente al abrigo de una camiseta de fútbol. En Bucarest, se le llama así al asocial, al ‘elemento subversivo’.
Manea partió al exilio a los cincuenta años de edad. Desde entonces lo escarnecieron el régimen de Ceausescu y las parodias democráticas que le sucedieron. Ciorán escribió que uno va al encuentro con su Patria por la necesidad de una desesperación más, por el ansia de infelicidad. Con ese espíritu, el autor regresó a Rumania en 1997, diez años después de su fuga a Occidente.
La trama salta al pasado. Conocemos a Manea antes de nacer, es decir a su familia, la ascendencia judía, la región de Bucovina, encrucijada de culturas. La historia individual se mezcla con el infortunio de Europa del Este. El régimen infame de los legionarios de Antonescu abre paso al Holocausto, de cuyas garras se escapó por milagro. Luego, hubo medio siglo de mentira institucionalizada. El comunismo bizantino sólo deparó miseria y peligros. La literatura salvó a Manea -ingeniero por necesidad— de la mutilación que imponían las autoridades y una madre tornadiza y aprensiva. El yo resiste en los enclaves que protegen la intimidad, nos recuerda este libro testimonial muy recomendable.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa
CALIFICACION: Bueno
Editorial Tusquets. Autobiografía de 384 páginas. Publicada en 2006. Precio aproximado: 55 pesos.
Esta autobiografía será una agradable sorpresa para quien goce con la novela histórica, la estética refinada, la denuncia de las ideologías, la riqueza expresiva, la geografía humana, la invitación a reflexionar. Se trata de la tercera obra volcada al español de Norman Manea (Suceava, 1936) una voz insigne de una literatura que —a excepción de Ionesco, Ciorán y Elíade— poco sabemos.
Húligan tiene en rumano un significado más amplio que el uso castellano del anglicismo hooligan, que, como se sabe, alude a nuestro barrabrava, un vándalo, un delincuente al abrigo de una camiseta de fútbol. En Bucarest, se le llama así al asocial, al ‘elemento subversivo’.
Manea partió al exilio a los cincuenta años de edad. Desde entonces lo escarnecieron el régimen de Ceausescu y las parodias democráticas que le sucedieron. Ciorán escribió que uno va al encuentro con su Patria por la necesidad de una desesperación más, por el ansia de infelicidad. Con ese espíritu, el autor regresó a Rumania en 1997, diez años después de su fuga a Occidente.
La trama salta al pasado. Conocemos a Manea antes de nacer, es decir a su familia, la ascendencia judía, la región de Bucovina, encrucijada de culturas. La historia individual se mezcla con el infortunio de Europa del Este. El régimen infame de los legionarios de Antonescu abre paso al Holocausto, de cuyas garras se escapó por milagro. Luego, hubo medio siglo de mentira institucionalizada. El comunismo bizantino sólo deparó miseria y peligros. La literatura salvó a Manea -ingeniero por necesidad— de la mutilación que imponían las autoridades y una madre tornadiza y aprensiva. El yo resiste en los enclaves que protegen la intimidad, nos recuerda este libro testimonial muy recomendable.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa
CALIFICACION: Bueno
PD: Podes leer una reseña excelente en www.letraslibres.com/index.php?sec=6&art=10682
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