Por Rüdiger Safranski
Tusquets. Ensayo de 120 páginas
La globalización -parafraseando a Churchill- es un enigma envuelto en un misterio. Intuimos que todo está cambiando, pero resulta imposible adquirir una situación de conjunto; estamos sumidos en las profundidades de una espesa jungla. Por eso resultan imprescidibles los mapas filosóficos. He aquí uno excelente.
En un ensayo gnómico pero nutritivo, Rüdiger Safranski propone que cada uno de nosotros haga un claro en la espesura de lo social, sin preocuparse del origen o el fin del extravío del momento. La Historia, al fin y al cabo, no es otra cosa que un hormiguero de historias individuales. ¿Cómo hacerse un espacio autónomo? La formación estética, en el sentido clásico, es una alternativa; el arte puede convertirse en refugio para quien no quiera desesperar por las mutilaciones de la división del trabajo. Ver lo que está cerca, en lugar de la tele-visión, otra idea magn¡fica.
Safranski es un pensador indispensable en la actual constelación europea. Ganó prestigio con sus biograf¡as de filósofos eminentes, como Heidegger. Escribe con sabrosa claridad y piensa con la mejor tradición alemana a cuestas. Aplica conceptos de Nietzsche, Humboldt, Schiller, Goethe al examen de fenómenos cotidianos como el fundamentalismo islámico, el diluvio de información y la moral del sillón frente al televisor. Postula encontrar un punto medio entre Rousseau y Marx. En nombre de Kant, recrimina a George Bush su arrogancia sin ataduras.
Entre las variantes del globalismo normativo, Safranski identifica una ideolog¡a perversa: el llamado neoliberalismo, a quien moteja de ``marxismo de los ejecutivos''. Lenin y los predicadores del mercado desencadenado navegan en el error: la econom¡a no lo es todo.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa
CALIFICACION: Bueno
PD: Safranski me había cautivado con una biografía de Nietzsche. Aquí confirme que se trata de un pensador original, profundo y muy recomendable.
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