viernes, 11 de enero de 2008

Un chino en bicicleta

Ariel Magnus­
Editorial Norma. Novela de 283 páginas­. Precio aproximado: 40 pesos
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Los jurados César Aira, Nuria Amat y Santiago Gamboa decidieron por unanimidad que esta novela merece el Premio Norma La otra orilla 2007. Es lógico que Aira haya fallado así. Ariel Magnus (Buenos Aires 1975) transita el sendero que ha desbrozado el cronista de la guerra de los gimnasios y otras fruslerías. Esa corriente tan de moda apuesta por el disparate, desdeña la verosimilitud. La prosa es rápida, coloquial (no se priva aquí de vulgaridades), ágil, falsamente automática. El escritor actúa como esas chicas que gastan horas eligiendo ropa casual con una pizca de indigencia. Se pone mas empeño en la escena que en la trama. Hay mil acotaciones ocurrentes y un tenue progresismo. El humor es, realmente, lo mejor. La única virtud que reconoce la Argentina es la irreverencia, parece ser la premisa.­
Se veía venir. Era inevitable que el chino pirómano en bicicleta, el azote de las mueblerías porteñas, se transformara en personaje literario. Magnus lo evoca para novelar el ensayo que las editoriales le habían rechazado. La inmigración china es el sujeto primordial de la obra. Se aborda el choque de culturas, el prejuicio, la incomunicación. Se reelaboran los clichés porteños. La tesis es que todo allá funciona -en el fondo- igual que acá.­
El protagonista-narrador se llama Ramiro Valestra, de 25 años, un gordito que marcha a la deriva. Li, el supuesto incendiario, lo secuestra en Tribunales y lo recluye en el barrio chino de Belgrano. Deberá ayudarlo a desbaratar una conjura que usa el fuego y el vandalismo. El muchacho descubre en su blando cautiverio la amistad, el amor, un mundo maravilloso. Hace tabla rasa con el pasado, porque hasta las relaciones familiares deben terminarse. La novela es chispeante y llega al final airosa. ¿O deberíamos decir aireana
Guillermo Belcore­

­Fue publicada en el suplemento cultural de La Prensa.­

CALIFICACION: Regular

PD: Entretenida, pero demasiado ligerita. Si te gustó esta novela, podés encontrar por las mesas de saldos otra obra de Magnus.

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