Por Herbert Lottman
Tusquets. Ensayo de 471 páginas. Publicado en 2007. Precio aproximado: 55 pesos.
La historia militar registra pocas dudas tan angustiosas como la que expresó hace sesenta y siete años Winston Churchill al general Maurice Gamelin. ``¿Y bien, dónde están ubicadas las reservas estratégicas de Francia?'', inquirió el león indomable. ``Me temo que en ningún lado'', respondió su anfitrión, uno de los responsables del episodio más humillante de la república francesa.
Este ensayo, concluido en 1992, examina un episodio no menor de la Segunda Guerra. El mundo observó la capitulación de París como si de un cataclismo geológico se tratase. Cada capítulo retrata, no sin un punto de suspenso, un día entre el 9 de mayo y el 23 de junio de 1940. La escritura es amena, clara y elegante. El libro refirma que el rigor del estudioso no está reñido con la buena prosa.
Herbert Lottman (Nueva York, 1927) es un periodista de los de antes, es decir uno de los hombres más cultos de su ‚poca, dedicado a comprender tanto al estadista como al fulano de la calle. Vive en París desde 1956. Sus biografías de Flaubert, Camus, Verne y los Rothschild recibieron elogios. También investigó a las elites galas y a los colaboracionistas. Sus fuentes son los testigos, la prensa, las memorias y los diarios personales (incluso de un humilde tendero), los documentos póblicos, las directrices secretas. Lottman es un sutil observador de la comedia humana.
La caída de París invita a imaginar ucronías. Acaso, la humanidad se hubiera ahorrado Treblinka, Conventry, Dresde y los veinte millones de rusos muertos si Francia no hubiese pecado de frivolidad, exceso de confianza, derrotismo y pérdida de la noción misma de movimiento. Nos inquieta un hallazgo de Lottman: en la intimidad, Roosevelt pensaba que la Argentina era un país nazi.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural de La Prensa.
CALIFICACION: Bueno
Tusquets. Ensayo de 471 páginas. Publicado en 2007. Precio aproximado: 55 pesos.
La historia militar registra pocas dudas tan angustiosas como la que expresó hace sesenta y siete años Winston Churchill al general Maurice Gamelin. ``¿Y bien, dónde están ubicadas las reservas estratégicas de Francia?'', inquirió el león indomable. ``Me temo que en ningún lado'', respondió su anfitrión, uno de los responsables del episodio más humillante de la república francesa.
Este ensayo, concluido en 1992, examina un episodio no menor de la Segunda Guerra. El mundo observó la capitulación de París como si de un cataclismo geológico se tratase. Cada capítulo retrata, no sin un punto de suspenso, un día entre el 9 de mayo y el 23 de junio de 1940. La escritura es amena, clara y elegante. El libro refirma que el rigor del estudioso no está reñido con la buena prosa.
Herbert Lottman (Nueva York, 1927) es un periodista de los de antes, es decir uno de los hombres más cultos de su ‚poca, dedicado a comprender tanto al estadista como al fulano de la calle. Vive en París desde 1956. Sus biografías de Flaubert, Camus, Verne y los Rothschild recibieron elogios. También investigó a las elites galas y a los colaboracionistas. Sus fuentes son los testigos, la prensa, las memorias y los diarios personales (incluso de un humilde tendero), los documentos póblicos, las directrices secretas. Lottman es un sutil observador de la comedia humana.
La caída de París invita a imaginar ucronías. Acaso, la humanidad se hubiera ahorrado Treblinka, Conventry, Dresde y los veinte millones de rusos muertos si Francia no hubiese pecado de frivolidad, exceso de confianza, derrotismo y pérdida de la noción misma de movimiento. Nos inquieta un hallazgo de Lottman: en la intimidad, Roosevelt pensaba que la Argentina era un país nazi.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural de La Prensa.
CALIFICACION: Bueno
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