Por Juan José Millás
Planeta. Autobiografía, 233 páginas, publicada en 2007.
Un escritor ya consagrado recibió el Premio Planeta 2007. Mala suerte para los diletantes. Con una prosa l¡mpida y bella en su eficacia, Juan José Millás (Valencia 1946) esculpió una biograf¡a novelada que, en sus propias palabras, intenta alcanzar el otro lado, la calidad de lo hiperreal, si es ésta la expresión correcta. En el vaivén entre cotidianeidad y ficción, justamente, yace lo mejor de la obra.
El libro construye un personaje encantador: Juanjo, el cuarto de una prole de nueve, acomplejado con su madre, un granuja perdido en ensoñaciones, pobre como una rata. Sus padres lo arrancan de Valencia y lo asientan en Madrid, en un tiempo -no tan remoto- en el que España era fea e indigente y la represión revoloteaba por el vecindario como ave de rapiña.
Mientras el narrador va y viene en el tiempo, se van atesorando vivencias del fin de la pubertad. El excéntrico taller del padre, el fr¡o como condición primordial de la vida, la calle, la amistad con El Vitaminas, Dios, las decepciones con el primer y con el segundo amor (en su debido momento, vengados), la Academia para chicos holgazanes o lerdos donde se cultivaba la tortura y la humillación. Es la epopeya de un alma sensible que procura escapar de la ruina familiar y barrial, para hallar en los intersticios la exaltación, el goce, los estados delirantes.
No se trata, claro está, de una obra maestra. El humor es desparejo y la sabidur¡a se aplica en dosis m¡nimas. Pero Millás es un narrador solvente que nunca aburre a lo largo de un libro que, más que una novela propiamente dicha,
suena a proceso metabólico, catarsis, ajuste de cuentas.
Guillermo Belcore
Publicado en el suplemento cultural del diario La Prensa
CALIFICACION: BUENA
PD: Nada especial, pero entretiene que no es poco.
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