viernes, 19 de mayo de 2023

Una gran historia de amor





La fórmula se ha usado hasta el hartazgo. Desde la novela decimonónica hasta el divertimento leve del streaming, pasando por las películas tipo Enrique Carreras y las telenovelas de la tarde. Un señor adulto, serio y obsesivo se enamora perdidamente de una muchacha rebelde y desordenada. La chica no es mala, pero la vida la golpeó y hace sufrir al hombre. Suceden desencuentros pero el amor a la larga triunfa y redime.


Este es el argumento de la novela más reciente de Susanna Tamaro (Trieste 1957). Una gran historia de amor (Seix Barral, 300 páginas) fue entregada a la imprenta por primera vez en 2020. El Chap GPT, ese prodigio frío que amenaza con volver obsoletos a los críticos de carne y hueso, dice de la exitosa y premiada escritora italiana : 

"Su obra se caracteriza por explorar los sentimientos y las relaciones humanas con un estilo sencillo y emotivo.... Si te gusta la literatura que habla del amor, la familia, la búsqueda de uno mismo y la espiritualidad, quizás te guste leer a Susanna Tamaro. Sin embargo, si prefieres las novelas más complejas, originales o innovadoras, puede que no sea tu autora favorita". 

Tal cual.

Una grande storia d'amore narra la relación entre Andrea, capitán de barco, y Edith, una jipona desobediente, simpatizante del maoísmo, diez años más joven. Se conocen a bordo de un ferry; el hombre se embelesa, al punto de abandonar a la novia de la infancia a pocas semanas de ir al altar. Empiezan a salir hasta que la chica rechaza sin miramientos la propuesta de matrimonio del oficial que, obviamente, queda devastado. En un restaurante de la isla de Bali se produce el improbable reencuentro. Edith tuvo una hija, lo que no es óbice para que la gran historia de amor recomience.


DOS HILOS


La novela se urdió con dos hilos temporales. El presente, en primera persona; el capitán, ya sexagenario, está solo en su caserón agreste e intenta salir adelante tras la partida de la esposa. El otro hilo es la evocación del pasado, sus idas y vueltas con la amada Edith. El procedimiento capital que aplica Tamaro en su novela número dieciséis es el punch emocional: nos coloca ante el drama de la traición a una novia abnegada; la muerte de un bébe; una hija cooptada por los traficantes de drogas; la perdida prematura de los padres y de un cónyuge por accidente o enfermedad. Así es la vida.


La novela podría ubicarse en el anaquel de las lecturas edificantes; esas que cualquier obispo o pastor podría recomendar a su grey sin herir la sensibilidad del más ñoño de sus feligreses. Con una filosofía de andar por casa, Una gran historia de amor pretende ser una reflexión sobre el misterio del dolor por la adversidad. El destino de Job. El problema es que Tamaro sólo araña la superficie del enigma existencial y teológico. Hay cosas que superan nuestro nivel de entendimiento, nos advierte. Su creación artística también puede ser catalogada como “literatura pueril”, un subgénero que viene ganando espacio (y millones de lectores) en el Viejo Continente.


Al parecer, la máxima baladí es un sello de identidad de la señora Tamaro. Máximas como estas tres: "Lo importante es tener intereses; ser curioso en la vida". "En invierno el sol es un amigo; en verano, un amigo". "La naturaleza nos habla, solo que estamos demasiado enfrascados en nuestros pensamientos para escucharla".


La reflexión alarmada de la página 137, en cambio, no está nada mal:

 "Si me hubieran dicho que un día tendría en la mano una tablita con la que podría hacer prácticamente todo lo que puede desear un ser humano -ver cine, leer libros y periódicos, hacer fotos, grabar, estar conectado con el mundo entero- no me lo habría creído. Y sin embargo, ha sucedido todo a una velocidad sorprendente. Desde la llegada del teléfono móvil en adelante, ha estallado un universo entero a nuestro alrededor. A veces creo que esa explosión no fue muy distinta de la que aconteció durante el Cámbrico, cuando como a una señal convenida, la fuerza vital empezó a producir millones y millones de criaturas diversas y de lo más variopintas. Había espacios vacíos y esos espacios se ocupaban, pero no mucho después -geológicamente hablando- la evolución dio marcha atrás y cortó de raíz la variedad de especies existentes. ¿Sucederá lo mismo con la tecnología?".


En síntesis, he aquí una novela para las personas que gustan de historias sencillas, narradas con una prosa transparente y con una profusa inclusión de mensajes directos. Uno no puede dejar de reconocer el valor de la señora Tamaro de promocionar, en estos tiempos degradados, el ágape (el amor cristiano por excelencia) como apuesta existencial, es decir "la buena voluntad, la benevolencia y el placer voluntario en el objeto del amor…". Ágape -bellamente descripto en Corintios 1- implica fidelidad y compromiso: "Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

Guillermo Belcore


Calificación: Regular


viernes, 5 de mayo de 2023

La secta

 


Hace setenta años, Jorge Luis Borges reflexionaba en las páginas de Sur sobre una rareza de la historia universal. “Destino escandinavo” era el título de aquél texto sublime (1) que expresa su perplejidad por el hecho de que las dilatadas empresas y los libros pioneros que produjeron los pueblos del norte de Europa son "como si no hubieran sido, todo queda aislado y sin rastro, como si pasara en un sueño o en esas bolas de cristal que miran los videntes. En el siglo XII, los islandeses descubren la novela, el arte del normando Flaubert, y ese descubrimiento es tan secreto y tan estéril, para la economía del mundo, como el descubrimiento de América", bajo Leif Eriksson. ¡Ah!, y un sueco, Rurik, fundó el reino de Rusia; la capital antes de llamarse Novgórod, se llamó Holmgard.


Es probable que el boom de la novela policial nórdica sufra el mismo destino de irrelevancia histórica. ¿Alguien recordará a Hennig Mankell o a Assa Larsson en 2073? ¿Las próximas generaciones seguirán leyendo al matrimonio Sjöwall-Wahlöö?


De hecho, hay indicios de que el globo se está desinflando. Aquél loable propósito de refrescar el género con textos de calidad y color local parece haber degenerado en mero pasatiempo, con todos los vicios de la literatura pochoclera.


Ejemplo cabal de esa pendiente es la segunda entrega del dúo sueco Camilla Läckberg (48 años) y Henrik Fexeus (51 años). Una economista metida a escritora de tramas policiales (con un espectacular éxito de ventas) se asoció con un mediático "maestro mentalista".


Fruto del joint venture es la ambiciosa novela La secta (Planeta, 746 páginas), recién publicada en español, que cumple sobradamente con la noble función de entretener, tan demandada en la sociedad de masas. Debe advertirse, no obstante, que se encuentra a la misma distancia de la Alta Literatura de la que separa las canciones de cancha de la música culta.


Los protagonistas de la saga (en principio se trataría de una trilogía) son la detective Mina Dabiri y el mentalista y experto en ciencias del comportamiento Vicent Walder. La agente integra el Departamento de Homicidios de la Policía de Estocolmo, grupo de élite supuestamente, aunque transmiten la idea de ser un hato de incompetentes, al punto que necesitan con desesperación la ayuda de un consultor externo para esclarecer crímenes horribles.


DOS AÑOS DESPUES


Pasaron casi dos años de la anterior aventura de la pareja Dabiri-Walder (2). La investigadora es germanófoba, al estilo caricaturesco de Adrian Monk. El galán es una suerte de enciclopedia parlante; abruma a sus oyentes con un torrente de datos, lo que permite a los autores del libro cumplir con un férreo mandato de la industria del best-seller: siempre le enseñarás algo a tu público. Aquí, estimada lectora, podrá descubrir, por ejemplo, si su cita tiene interés en usted según su lenguaje gestual. O los beneficios para el cuerpo y para el espíritu de una ducha con agua fría.


La historia se despliega en dos direcciones. Por un lado, se investiga una serie de secuestros y asesinatos de niños que han conmocionado a Suecia y son explotados con toda mala fe por un partido de ultraderecha (vaya sociedad, allá los policías son de izquierda). Al mismo tiempo, una secta opera entre las sombras para captar inocentes. El libro pretende ser didáctico, mostrarle al vulgo los mecanismos del lavado de cerebros, pero como la corrupción política y el progresismo chirle bañan todo el conjunto, se llega a la enormidad de comparar a los votantes de Donald Trump con los acólitos de Jim Jones. Naturalmente, los malos de la película tienen cabello rubio y ojos celestes.


Una tercera línea temática es la cuestión de la paternidad en la sociedad postmoderna. De hecho, las cuestiones familiares -tratadas no sin cursilería- engordan el mamotreto y nos distraen de su principal activo: la paciente investigación policial. A pesar de la prosa plana, los personajes de cartón pintado, los diálogos insípidos, uno quiere seguir leyendo para descubrir quién es el responsable del tormento a los párvulos. Menudean los crímenes rituales, cargados de simbolismo oculto, lo que justifica la entrada en escena del bueno de Vicent. ¿Si Dan Brown (qué será de su vida) ganó millones de dólares con sus pastiches místicos, pseudorreligiosos, por qué nosotros no?, puede que se hayan preguntado Läckberg y Fexeus, a quien debemos reconocerles que se toman su tiempo para narrar, como corresponde al arte de la novela.


El problema básico con esta clase de libros -al menos para quienes buscamos una mínima densidad estilística- es que dan una sensación de manufactura en serie, un artificio diseñado para agradar, instruir, generar interés, pero al que se le ven siempre las costuras. Para peor, la pintura del fuselaje es burda y los detalles son de plástico.


Días atrás, el sello editorial organizó una videoconferencia de los autores con periodistas de la hispanósfera. Por la Argentina, estuvo presente la agencia estatal Télam. En su crónica, Carlos Aletto refiere que un colega le preguntó a Camilla Läckberg si piensa en el Premio Nobel. No se ría. De los mandarines de la Academia Sueca puede esperarse cualquier cosa. Esa chusma ignoró a Borges.

Guillermo Belcore


Calificación: regular


(1) Borges en Sur. Emecé. Edición 1999.


(2) https://labibliotecadeasterion.blogspot.com/2022/06/el-mentalista.html